Aprovechando este espacio abierto para la comunidad algarrobina, deseo compartir un hecho de vida testimonial que me ha pasado en nuestro querido Algarrobo. Creo que todo lo positivo debemos compartirlo y destacarlo, forma parte de la belleza de la vida humana, transforma el dolor, la pena y el miedo en una fuerza que nos da la razón de vivir, en la esperanza de las virtudes que nos hacen ser mejores.
Quienes me conocen en Algarrobo, saben que debido a un accidente casero, fracturé mi cadera y debí ser operada. Como vivo sola y en un lugar apartado Y CONMUCHAS CARENCIAS, como es El Yeco, tuve que planificar y solucionar qué hacer cuando fuese dada de alta y saliese del hospital en San Antonio. Es del caso, que después de una desastrosa experiencia en una Casa de Post Operados en Llolleo, que no era tal, debía volverme a mi casa lo antes posible, sin contar con ayuda alguna y inmovilizada.
Y esta es mi historia que quiero compartir.
En esas circunstancias apareció una amiga y su marido y al ver mi situación, no lo pensaron ni un segundo y me dijeron: NO, tú no puedes irte solo al Yeco, tú te vienes con nosotros al departamento en Algarrobo hasta que te pongas de pie nuevamente.
Bueno, quiero decirles que ha sido mucho más que una acogida, porque recibí además terapia gerontológica todos los días, masajes terapéuticos, actividades de relajación para un buen dormir, alimentación especial, aceites, masajes, aromas, etc.
He tenido tanta suerte, que no puedo sino agradecerlo y contarlo en esta pequeña Comuna de Algarrobo que, distante de las grandes ciudades, tiene en su habitantes gente muy buena, que obran con verdadero amor al prójimo, en forma desinteresada, sin proclamarlo a los cuatro vientos ni con carteles. Este el Algarrobo que amo y en cual tiempo atrás decidí radicarme a vivir después de jubilar.
Qué más puedo decir. Dios ha puesto un ángel en mi camino y en Algarrobo.
Teresa Mellado Norabuena
Presidente Unión Comunal Adulto Mayor
Felicito a los editores por la diversidad del tipo de información que publican y que rápidamente nos han hecho fieles lectoras. Un día una reflexión del evangelio que sorprendió gratificantemente y hoy, una artículo que muestra la riqueza valórica de vecinas y vecinos, con caso que me ha emocionado. Cuando leemos casos como éstos, nos llenan el espíritu de alegría por vivir en Algarrobo. Un oasis en medio de la selva del frío mundo egoísta e insensible en que se desarrolla en las grandes ciudades que están a una hora de Algarrobo. Señora Teresa, gracias por compartir su caso. Espero que su recuperación sea pronto y pueda volver a sus actividades en los clubes de la tercera edad.
ResponderEliminarSeñora Teresa ,lamento su accidente y mas en las condiciones de vivir sola y en un lugar como El Yeco, que pareciera que no pertenece a la comuna de Algarrobo, no pierda las esperanzas que algún día, llegaremos al Yeco a darle la dignidad que se merece.
ResponderEliminarAmiga y lo digo porque yo también soy una adulta mayor, las cosas siempre pasan por algo, tuvo la oportunidad de conocer a un matrimonio que está al servicio de quienes lo necesitan y además ese ANGEL tiene un nombre es LEONOR MUÑOZ, gerentóloga y además con un inmenso corazón y una transparencia que muchos nos gustaría tener, su generosidad no tiene límites . Su mirada acoge simultáneamente. Agradecemos a ella y a su esposo la entrega que tienen con la comunidad. Confío que se recupere hay mucha tarea en la comuna , cordialmente una amiga.
A los amigos y amigas de Algarrobo este es un gran ejemplo a seguir así se hace Patria ,amando a los demás.
Gracias señora Teresa pro contarnos sobre su hermosa experiencia y tambien a la señora María Isabel por darnos el nombre de la persona que ayudó tan cálida y eficientemente a la enferma. Me parece que sería la secretaria de la Corporación de la Cultura de Algarrobo. ¡qué ejemplo! Algarrobo tiene mucho ángeles. ¿cómo no podemos ayudar para sea una comunidad mas justa, hermanada, dejando las permanentes divisiones por los personalismos egoistas de unos pocos?
ResponderEliminarGracias señora Teresa por contarnos su historia, es ese el espíritu y gracias a las nobles personas que aún viven en algarrobo,creó que debemos rescatar siempre lo bueno de la vida y darnos cuenta que como obramos en la vida es como nos recompensa y nos da nuevas oportunidades como a usted señora Teresa, DAR SIN ESPERERAR NADA A CAMBIO.......
ResponderEliminarGracias señora Teresa por contarnos su historia, es ese el espíritu y gracias a las nobles personas que aún viven en algarrobo,creó que debemos rescatar siempre lo bueno de la vida y darnos cuenta que como obramos en la vida es como nos recompensa y nos da nuevas oportunidades como a usted señora Teresa, DAR SIN ESPERERAR NADA A CAMBIO.......
ResponderEliminarQue fascinante relato de la Sra. Teresa Mellado, desearía responderle a través de este medio vecinos, gracias.
ResponderEliminarTeresita, siento igual que usted!! necesitamos más ángeles en Algarrobo, que nos permitan recuperar la confianza primero en nosotros mismos y luego poder ser luces para otros! Algarrobo lo necesita y lo merece!
Me alegro saber que usted esta mejor y desde estas latitudes del hemisferio norte, le mando mis más sinceros y cariñosos deseos, para que cada vez, cada día, cada segundo, sea más corto el tiempo de su rehabilitación al 100% y así poder salir a recorrer las calles de Algarrobo juntas y disfrutar nuevamente de lo hermoso que es la sincera amistad y un balneario, media cuidad y rural que nos espera con nuevos bríos, con otros aires, con mejores augurios para mantener una sana y amorosa convivencia entre todos los Algarrobinos.
Y que así sea vecina!!