¡NO SAQUEN AGUA, POR FAVOR! Y ALGO MÁS …

Por
Patricio Gómez Bahamonde

Ingeniero Comercial PUCV & UAI

Residente permanente desde hace 8 años

Cada año llega el periodo estival y gran parte de la población algarrobina, que vivimos todo el año en esta ciudad, iniciamos el día cada mañana con un grito -mezcla de indignación y súplica: “no saquen agua  -por favor-  ”. ¿Le suena algo conocido?  Cada habitante de las casas afectadas, debe hacerlo como un santo ritual al tener que salir del baño desnudo tapándose con una toalla, para que así le llegue algo de agua caliente a la ducha. Acostumbrado al baño matinal, se saca la ropa y se mete automáticamente a la ducha y el frio de un hilito de agua que asoma tímidamente le dice: “perdón, soy de ESVAL y es lo que hay”. Debe -entonces- salir a luchar dentro de la casa por algo más de agua para que prenda el calefón y pueda bañarse por partes. Estoy hablando del caso mío, género masculino, porque en el caso opuesto de las mujeres la, situación es trágica, ya que requieren más tiempo y está el infaltable lavado del pelo.

 Se exceptúan los visitantes de verano que ocupan los grandes edificios en altura, los que tienen el privilegio de contar con tuberías especiales y estanques con potentes bombas que succionan casi todo el agua del sector, dejando lo poco que sobra para el resto del vecindario. Pero además, es poco lo que aportan estas grandes edificaciones a la comunidad residente, pues la gran mayoría de los propietarios han comprado los departamentos con crédito y los arriendan en verano para así pagar los dividendos. Es así, como el ingreso de verano no se queda en Algarrobo, va directo a los Bancos en Santiago y otra parte a los propietarios inversionistas. La mayoría de los alimentos los traen desde el lugar de origen, motivo por el cual, compran acá lo que les ocupa más espacio y peso, que son los productos que menos ganancia dejan al comercio. Y, esa venta, se la lleva el gran supermercado que tenemos en el Litre y los otros dos menores, siendo uno solo de propiedad y gestión de una familia algarrobina. Estos complejos urbanos, cerrados como condominios, dan trabajo de servicios de aseo, auxiliar administrativo, jardinería, mantención y vigilancia, todos con remuneraciones que se guían por el sueldo mínimo. A las arcas municipales le ingresan solo por una vez los derechos de permisos de construcción y recepción final, y una parte de las contribuciones, que son bajas por cuanto todas las construcciones se acogen a la rebaja del beneficio del DFL 2 (10 años).

En los meses de verano y todos los fines de semanas largos, se contradice la afirmación de las inmobiliarias de esas grandes construcciones que sostienen en su publicidad que Algarrobo es una ciudad de excelencia, lindas avenidas y paseos, aseada y sin polvo, maravillosa vista y acceso al océano, de estilo paradisíaca y/o tropical, en resumen un lugar para disfrutar un placentero descanso lejos del colapso de Santiago. Agregan, que está a tan solo a 75 minutos de Santiago con vías expeditas, blancas arenas en extensas playas para disfrutar de la tranquilidad, todo como una experiencia única e inolvidable…. Nada se dice que la vía de acceso y salida de la ciudad está colapsada y que al existir una vía de comunicación costera dentro de la ciudad, hay que tomarse un tiempo muchas veces de más de media hora para avanzar unas cuadras. En mi caso, este verano batí mi record un día sábado de enero a las 19 horas, con un hora y 12 minutos en avanzar desde el cruce de Avda. Alessandri esquina Camino a Casablanca hasta el terminal de buses, en El Litre. Por otra parte, se oculta que todas las aguas servidas se votan sin tratamiento al mar, frente al sector de los grandes proyectos inmobiliarios (coincidentemente llamada “Costa Dorada”).  Nada se dice que no contamos con servicio las 24 de atención médica y equipamiento para casos de urgencia delicado (infarto, para respiratorio, por ejemplo) En fin, estamos atrapados en un progreso sin respetar el medio ambiente y el concepto de una ciudad debidamente planificada, que no controla previamente si hay infraestructura y capacidad de servicios para una creciente avalancha de grandes edificaciones.

Algarrobo tiene un número de habitantes y viviendas que aún no se sabe por los problemas del último Censo Nacional por todos conocidos. Según el Censo del año 2002 la población era de 8.601 habitantes y según proyección del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) al año 2012 sería de 13.472. Hoy, debemos estar en 14.000. No hay cifras disponibles del número de viviendas, pero según los roles del SII serían del orden de 18.000. Considerando el promedio estándar de 4,2 habitantes por vivienda, la población estimada con máxima ocupación seria, sería del orden de 80 mil personas. ¿Está urbanísticamente preparado Algarrobo para ese nivel de población? Los hechos de los colapsos del tráfico y la escases de agua, nos dicen que no. Incluso, a nivel de seguridad en caso de incendio ¿Hay agua suficiente y presión en los grifos? ¿Dispone el Cuerpo de bomberos de carro bomba de escalera para acceder a los edificios en altura que se construyen? ¿Tienen éstos facilidades para acceso de helicóptero en caso de emergencia?

Retomando el tema de la escases de agua como infraestructura de un servicio esencial, debo decir que el Plan Regulador, que data del año 1998, esto es, 17 años, según el nuevo Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO 2013-2016) aprobado por el actual alcalde y Concejo Municipal, sostiene que éste “cumplió su ciclo y que una actualización se hace más que necesaria si se pretende con éxito una nueva oleada de mega proyectos inmobiliarios” (pág. 15 último párrafo). Frente a esa advertencia, no he visto acciones concretas por parte de nuestras autoridades comunales para abordar -con la debida prioridad- el tema. Se ha hablado en muy pocas en las sesiones sin profundidad ni asesoramiento de profesionales especializados y solamente se ha contratado y pagado un estudio Aerofotogramétrico  a un costo de $40 millones. Del cual, según tengo entendido, ningún concejal lo conoce ni se les ha informado debidamente. Tampoco es de conocimiento de los algarrobinos, a excepción de un vecino que pido acceder a esa información a través de una solicitud amparada en la Ley de Transparencia y debió pagar una elevada suma por el derecho de reproducción (Junio 2015).

En el periodo anterior de la alcaldía de Jorge Pizarro se dejó un fondo presupuestado para el año 2013 destinado al nuevo Plan Regulador de $200 millones, de los cuales se usaron $100 millones para el área social, $40 millones para un Levantamiento Aerofotogramétrico y no sabe en qué se gastó el saldo (Concejal Manuel Catalán, Sesión ordinaria de Conejo N° 29 del 02.10.2013).  La actual alcaldía y Concejo están a solo de 10 meses de terminan su periodo, y no se ha avanzado en el nuevo Plan Regulador, que todos habían definido como urgente, y específicamente, incluido en el Plan de Desarrollo Comunal del periodo 2013-2016. En todo este periodo, las inmobiliarias han asegurado la factibilidad de sus mega proyectos a su mejor interés, no teniendo ninguna restricción. En mi opinión, estamos ante un notable abandono de deberes de graves consecuencias y nuestras actuales autoridades deben asumir públicamente su responsabilidad.

En una publicación en la prensa de febrero del año pasado según reportaje del periodista Juan Manuel Villagrán se anunciaba  “Levantan dos nuevos resorts en Algarrobo por US$ 245 millones y se planea sumar a estas iniciativas la instalación de un hotel de lujo. Proyectos se ubican en la zona norte del balneario”. No se especifica el número de departamentos, pero con ese nivel de inversión, en la medida que se vaya concretando, se puede asumir que se trata de un elevado número de departamentos, lo que debiese contemplar mejoras importantes de los accesos, mitigaciones y complemento de las actuales infraestructuras. Lamentablemente, nuestras autoridades al ir posponiendo sistemáticamente el desafío del nuevo Plan regulador, nos dejará aún más colapsados.

Mientras tanto, seguiremos gritando “No saquen agua, por favor”; “No construyan más edificios de gran altura”; “No ocupen áreas de bienes nacionales de uso público”; “no construyan sobre las playas, cerrando toda posibilidad de materializar el borde costero peatonal”; “no cierren los accesos a las playas”; “no afecten la vida animal ni vegetal de nuestros humedales”; “no continúen incrementando el parque automotriz con los grandes edificios sin considerar estacionamiento para visitas y un número superior a 250 estacionamientos por edificio, como también, mientras no se concrete el nuevo acceso ya contemplado en el actual Plan Regulador, en el Seccional Costa Dorada”; “No sigan permitiendo más megas construcciones sin antes habilitar una vía alternativa a Avda. Alessandri a través de las quebradas, como lo es en Valparaíso; “no sigan incrementando el consumo de agua que se transforma en aguas servidas mientras ESVAL no resuelva el tratamiento de ellas y se hagan los estudios para medir y controlar la contaminación de nuestra bahía y playas”; “No sigan aceptando más mega proyectos de inversionistas que aprovechan la escasa infraestructura que tenemos, nos colapsan y no aportan nada para mitigaciones ni recursos solidarios para el mejor bienestar de los sectores poblacionales de menos recursos de la ciudad de Algarrobo, tan abandonados como si se consideraran chilenos de segunda clase, existencia dos ciudades y barrios tan injustamente desiguales”; “no dejemos abandonados a la población rural que necesita acceso a los servicios del modernismo que tanto se habla, pero se postergan una y otra vez”, etc. En fin, ¡Basta de autoridades débiles, indecisas, sin compromiso con el bien común, sin visión de futuro y sin adecuada preparación ni asesoramiento profesional!

En octubre próximo , en ocho meses tendremos la oportunidad de elegir nuevas autoridades comunales, alcalde y concejales. Vecino Algarrobino, asume tu deber ciudadano y no sigas votando por relaciones de amistad, familia, vecinal, social, deportivo, folclor, estudios y/u lugar de nacimiento. Serán buenos vecinos, pero Algarrobo ante esta situación, necesita personas con visión de futuro, capaces y muy bien asesoradas con profesionales de reconocida experiencia y estudios en universidades e institutos de prestigio.