La ola de robos que azota a nuestra Comuna, como en todo el litoral central, especialmente en periodo de verano, con delincuentes que en su mayoría provienen de la región Metropolitana y que trasladan “su trabajo” a la costa, afectó esta semana a un vecino algarrobino que lleva años viviendo en una muy difícil situación.
En el caso del jefe de hogar, partió años atrás cuando sufrió un grave accidente de tránsito, que le significó quedar con delicadas secuelas físicas que le impidieron seguir trabajando bajo condiciones normales. Gracias a procesos de rehabilitación, fue superando parcialmente sus movimientos, tomando trabajos menores, ya que su brazo derecho quedó definitivamente inmovilizado. Pero, la situación en el hogar de esta familia algarrobina, se complicó con la detección de un cáncer a su esposa. Grandes gastos, viajes a Santiago, tratamiento costoso, etc. terminó por agostar todos los escasos recursos de la familia. Afortunadamente, ella se recuperó, y hoy trabaja en uno de los servicios de la educación municipalizados.
Después de varios intentos fallidos por discrepancias con la Municipalidad por la ubicación de un kiosco, logró hace dos años, ubicar su pequeño negocio en Avda. Alessandri esquina subida Santa Teresita de Los Andes mediante un permiso precario de ocupación de bien nacional de uso público, por 4 metros cuadrados (frente a la Cancha de patinaje). Allí se ocupó de colocar plantas y flores, y asear diariamente ese sector. Paralelo a esa actividad, que solamente le reporta ingresos en los meses de verano, ha hecho un pequeño vivero ocupando un pequeño espacio de la quebrada que está frente a su casa (Villa del Mar), y recolectando por el aledaño tierra de hoja en pequeña cantidad.
Como el brazo derecho es un peso muerto que le dificulta el trabajo, sumado al dolor que ese peso le genera, los médicos han consentido en su decisión de extirparlo, lo cual está programado para el mes de marzo, una vez pasado el periodo estival en sus ingresos provienen de las ventas en el kiosco.
Lamentablemente, en la madrugada de este lunes, le violentaron la reja de protección y candados del kiosco, robándole $70.000 en efectivo y mercadería a precio de costo por aprox. $200.000 generándole un daño por $270.000.- que para él es una suma importante. Nuestro diario estuvo allí presente y no ha podido dejar pasar la ocasión para que, más que denunciar el robo, trasmitamos a la población algarrobina casos humanos tan sensibles como los de esta familia, que no obstante las desgracias que han sufrido, luchan sin cesar por salir adelante, que entre otras cosas, está la educación de los hijos. El mayor estudia en Santiago. Hablamos con él, y nos dio detalles del sacrificio que hacen para salir adelante. Otro hijo menor, Martín, que estaba ahí junto a su padre, nos manifestó lo orgulloso que se sentía de su padre y madre de cómo luchaban diariamente para mantener el hogar y permanecer unidos. Él se llama Claudio Arenas Miño, un vecino de nuestra comunidad. Quizás algún lector tiene alguna sugerencia o puede ayudarlo. Pueden pasar a saludarle, conversar con él, darle ánimo, comprarle mercadería, encargarle plantas y tierra de hoja, en fin, ser una mano amigo del que sufre.
Dolorosa situación. La delincuencia en Algarrobo ha sobrepasado los límites, es dificil encontrar a alguien que no la hayan robado. Una forma de ayudar a este señor es comprandole plantitas y tierra de hoja. Hay que difundirlo
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