Por Bernardo de la Maza.
Según todas las encuestas,
en el país hay un gran descontento, pero todavía podemos soñar en un Chile
mejor y en políticos que harán los cambios que se requieren. En este comentario
entrego algunas propuestas que nos permiten soñar.
Pasan los meses y
la democracia chilena sigue enferma. Sanarla dependerá en buena medida de
nosotros los ciudadanos ya que los políticos corruptos y los empresarios
abusadores no enfrentan la justicia. Las redes sociales serán claves para que
la verdad se vaya conociendo y haga pública. Este canal ayudará en esta tarea,
en especial, frente a las elecciones municipales de este año y las
parlamentarios y presidenciales del próximo.
Cómo ustedes están abriendo los ojos y despertando conciencias dormidas. Día a día con quien hablo es tema de conversación, de comentario, lo que ustedes van publicando. Sin quizás quererlo, están educando a la población. Sus noticias y comentarios no tienen nada que ver con inauguraciones, fiestas, celebraciones de todo tipo de días, madre, niño, mujer,etc. Han abierto una ventana y estamos empezando a soñar, como dice Bernardo de la Maza, con CAMBIOS RADICALES, CAMBIOS PROFUNDOS.
ResponderEliminar¡Bravo! Me interpreta plenamente. Un gran acierto la publicación. Yo también quiero soñar que en las elecciones municipales de octubre no vuelvan a salir el mismo tipo de alcaldes y concejales sin visión de futuro, achatados, mirando hacia el suelo, ocupados de pequeñeces, fiestas, favores personales y salir elegidos por tener detrás el apoyo de las familias, como si fuésemos aún tribu y queramos caciques. Algarrobo tiene que salir de sus trancas de un pasado de inquilinos de grandes patrones dueño de las haciendas. Ya no existen, pero algunos avispados se visten de patrones.
ResponderEliminarNuestro sueño para Algarrobo es terminar con la falta de rectitud, el libertinaje de los abusadores, la permisividad de las autoridades para dejar hacer sin actuar atropellos a nuestra identidad, tranquilidad, medio ambiente y a un destino común en que todos tengamos iguales derechos y deberes, sin privilegios en función de los colores políticos de turno y de la influencia del dinero sucio que nos ha convertido en una comuna corrupta
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