Para quienes gustan de la buena literatura
Boletín literario preparado por Eduardo
Trucco B. (*)
Lo que se presenta es un
trabajo sencillo: leer obras escritas en español, subrayar lo que nos parece
interesante, bello, atractivo, divertido o sorprendente; enseguida, haciendo
una cuidadosa selección de todos los párrafos que se ha subrayado, se traspasan
las citas – generalmente sin
Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo
durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca ha sido contada. Este
libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron
francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su
historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de
hombres y mujeres en guerra.
¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían miedo? ¿Cómo era
aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en sus vidas,
cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los relatos de
los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la violencia
sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich
deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en
2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no
se había atrevido a usar en la primera versión.
«[...] por su escritura polifónica, que es un monumento al valor y al
sufrimiento en nuestro tiempo.», palabras del Jurado de la Academia Sueca al
otorgar a la autora el Premio Nobel de Literatura 2015.
«Soy historiadora de almas [...]. Por un lado, estudio a la persona
concreta que ha vivido en una época concreta y ha participado en unos
acontecimientos concretos; por otro lado, quiero discernir en esa persona al
ser humano eterno. La vibración de eternidad. Lo que en él hay de inmutable.» Svetlana
Alexiévich
“LA GUERRA
NO TIENE ROSTRO DE MUJER”. Svetlana
Alexiévich. Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2015. DEBATE.
Periodista y escritora bielorrusa, Premio Nobel de Literatura año 2915.
[Los párrafos que están entre comillas (“…”), son citas textuales de
mujeres soldados;
los demás, son de la autora.]
(Hemos hecho una selección limitada de citas; son muchos más los
párrafos que habríamos podido transcribir. Pero son demasiados, y muchos son
muy dolorosos. No tiene sentido… De alguna manera, este Boletín es un homenaje
a gente buena, a idealistas, a gente muy valiente, que han sufrido mucho.)
1. …siempre intuimos nuestro
camino. Pág. 13.
2. Los relatos de las mujeres
son diferentes y hablan de otras cosas. La guerra femenina tiene sus colores,
sus olores, su iluminación y su espacio. Pág. 14.
3. Recordar es, sobre todo, un
acto creativo. Al relatar, la gente crea, redacta, su vida. Pág. 15.
4. Para nosotros, el dolor es un
arte. He de reconocer que las mujeres se enfrentan a este camino con valor.
Pág. 16.
5. Y comprende que la visión del
ser humano es imposible sin la noción de la muerte.
6. Es justo ahí, en la calidez
de la voz humana, en el vivo reflejo del pasado, donde se ocultan la alegría
original y la invencible tragedia de la existencia. Pág. 19.
7. Se sentaba en el suelo y se
balanceaba de un lado a otro. Acunando su pena. Pág. 81.
8. Estaba dispuesta a estar allí
toda la noche, hasta el amanecer, con tal de poder oír a los pájaros. Solo de
noche podía encontrarse algo que recordara a nuestra vida anterior. De paz.
Pág. 89.
9. “Vera, por favor, no se
rinda, no se vuelva una amargada. Hay tanta ternura en usted…” pág. 93.
10. “Yo estaba feliz… Estaba feliz porque no era capaz de odiar. Me
sorprendí a mí misma.” Pág. 105.
11. “¡No se imagina lo bueno que era oír la risa de una mujer en la
guerra!” Pág. 132.
12. “Estarán encantadas de hablar contigo. Te estarán esperando. A ver
si me explico: recordar asusta, pero no recordar es aún más terrible.” Pág.149.
13. “Y al otro lado de la ventana reinaba un invierno de belleza
increíble. Abetos mágicos, pintados de blanco. Por un instante, se me olvidaba
todo…Y enseguida todo volvía…” Pág. 158.
14. “Uno de repente se puso a cantar…Entonó una canción moldava…La
persona muere, pero no piensa, no puede creer, que se está muriendo.” Pág. 160.
15. “Durante un bombardeo se nos acercó una cabra. Se acercó hasta el
lugar donde nos escondíamos y se tumbó. Simplemente se tumbó a nuestro lado y
balaba. Dejaron de bombardear, la cabra nos siguió, no se apartaba de la gente:
era otro ser vivo asustado.” Pág. 165.
16. “Pero no veían mi alma, no sabían lo que yo llevaba por dentro.”
Pág. 177.
17. Observo la transformación de sus rostros: de los suaves rasgos
infantiles a la segura mirada de mujeres, se nota cierta rigidez, austeridad.
Cuesta creer que esos cambios tuvieron lugar en meses, en años escasos El
tiempo al hacer su trabajo suele ser más lento, más discreto. El semblante de
una persona tarda en moldearse. El trabajo de perfilar el alma sobre el rostro
toma su tiempo. Pág. 188.
18. – “Cuando los hombres veían a una mujer en primera línea del frente,
cambiaban por completo, la sola voz de una mujer ya les transformaba. Una vez,
de noche, me senté junto a la covacha y empecé a cantar en voz baja. Pensé que
todos dormían, que nadie me oía, pero por la mañana el comandante me dijo: “No
estábamos durmiendo. Añorábamos tanto la voz de una mujer.” Pág. 191.
19. La guerra mata el tiempo, el valioso tiempo de los seres humanos.
Pág. 209.
20. “Qué pena que sólo fui guapa durante la guerra…Allí pasaron mis
mejores años. Quedaron fulminados. Después envejecí rápidamente…”. Pág. 222.
21. “Que no te den miedo mis lágrimas. No sientas pena por mí. Me duele,
pero no importa, te estoy agradecida por permitirme recordar mi juventud.”
22. “Yo no dejé de sonreír durante toda la guerra…Consideraba que debía
sonreír todo lo que podía y más, una mujer tiene que iluminar.” Pág. 223.
23. “¿Seré capaz de encontrar las palabras adecuadas? Puedo contar cómo
disparaba. Pero explicar cómo lloraba, nunca, ni hablar. Eso quedará mudo para
siempre.” Pág. 242.
24. “A veces oigo una música…O una canción…Una voz de mujer…Y allí
encuentro lo que he sentido. Algo semejante…
“En cambio, veo una película
de guerra y sabe a mentira, leo un libro y lo mismo, mentira. No es…No es
correcto.” Pág. 243.
25. “No tengo hijos de él. Nuestra casa se quemó. Hasta las fotografías
se han perdido. No me queda nada. Si lo llevo a casa, al menos tendré su tumba.
Y tendré un lugar al que regresar después de la guerra.
“Se calló. Cruzaba el despacho
a grandes pasos. Caminaba.
“ - ¿Alguna vez ha amado usted,
camarada mariscal? Yo no entierro a mi marido, entierro a mi amor.
“Silencio.” Pág. 265.
26. “Morían hombres jóvenes, guapos…Yo deseaba llegar a tiempo
para…Bueno…para darles un beso. Si no era capaz de ayudarles como médico, por
lo menos hacer lo que hace una mujer. Regalar una sonrisa. Acariciar. Coger de
la mano…”. Pág. 271.
27. “Nunca he vuelto a encontrarme con esa clase de silencio.” Pág. 275.
28. “ – Tengo nietos, tengo hijos, tengo esposa. Pero perdí mi alma…Me
falta mi alma.” Pág. 280.
29. “Querida mía…Todo es igual que antes, las personas se odian entre
ellas. Otra vez se matan unos a otros. Es lo que no acabo de entender… Pág.
365.
2-9-2016 /ET
(*)Boletín literario preparado por Eduardo Trucco B., en cual comenta
obras literarias de actualidad. Al igual que las demás publicaciones, el lector
tiene la oportunidad de compartir sus opiniones usando nuestro espacio de
“Comentarios”, ubicado al pie de cada publicación. Eduardo Trucco Burrows, es abogado de la U.
de Concepción. Reside en Algarrobo, en el condominio “Campomar” (camino a
Tunquén).Ha estado ya casi dos años interviniendo por la defensa y protección
de los ecosistemas de la playa de Tunquén, contra la invasión de inmobiliarias
y demás personas que no tienen escrúpulo alguno en destruir toda la playa, el
humedal y el santuario de la naturaleza. comentarios – al boletín.
Gracias don Eduardo siempre sigo sus cronicas literarias, el problema que muchas veces dan ganas de leer el libro y estan muy caros. Pueda ser que algun lector nos el dato de como encontrarlo o bajarlo por internet.
ResponderEliminarEn tiempos en que la paz no está asegurada y viendo las atrocidades en el medio oriente y los atentados en Europa, al leer estos fragmentos nos hacer pensar en la ceguera del hombre que nunca aprende del pasado. Un amigo hijo de inmigrantes de la segunda guerra me ha contado como su familia fue prácticamente exterminada y lo que sufrieron las mujeres según relatos de su madre. La lectura del N° 28 Tengo nietos, tengo hijos, tengo esposa. Pero perdí mi alma…Me falta mi alma. me hizo recordar a la mamá de mi amigo, ella decía, que había quedado como sin alma, pero además, sin padres, hermanas, tíos, sin nada. La vida para ella ya no tenia sentido. En Chile puedo empezar a vivir de nuevo, pro sin poder olvidar nada, vivir en un gran vacío de temor, soledad, abandono, pérdida de la fe
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