ALGARROBO: ¿HUBO COHECHO EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES DEL DOMINGO PASADO?

Artículo de Opinión

(Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)

por Patricio Gómez Bahamonde

           En un proceso eleccionario se entiende por cohecho -en palabras sencillas- pagar con dinero, especies, regalos, favores y/o compromisos a un elector a cambio que vote por un candidato determinado. Es ciertamente algo difícil de comprobar, ya que se trata de una transacción personal, la que no tiene porqué efectuarse en el mismo día y/o local, o cercanía de la votación, no es posible que hayan testigos.

Por otra parte, no siempre le resulta efectivo al “comprador y pagador”  la negociación ya que no puede tener la cereza de que el “servicio” contratado  y pagado haya sido ejecutado o cumplido a cabalidad. Sin embargo, el rápido avance de la tecnología de las comunicaciones ha llegado ahora al país y, posiblemente a Algarrobo,  para perfeccionar el proceso en su efectividad.

En Algarrobo se habla, se comenta, se recuerda en cada elección pasada sobre situaciones anómalas que revisten forma de “cohecho”. En las elecciones municipales del año 2012 en que participé como candidato independiente a concejal no siendo “nacido, criado ni haber vivido siempre en Algarrobo”, pude comprobar un curioso apego a la fiel pertenencia al lugar de nacimiento y redes sociales y familiares de mutuo servicio en auténticas redes en que se confunde el significado de una elección de las autoridades comunales con una elección de “servidores” para él ámbito personal, familiar, gremial y/o laboral.

Visité casí 800 hogares en varios meses y prácticamente me fue muy difícil explicar cuáles eran mis planteamientos, pues me descalificaban de inmediato por ser “afuerino”, aunque con mucho respeto y cariño. No me recibían como uno de “ellos”. Me decían “Don Pato, acá todos necesitamos y estamos acostumbrados a pedir y recibir apoyo y ayuda, y jamás, nos vamos a sentir con la confianza para recurrir a usted”. Así fui conociendo la forma de pensar del algarrobino neto y finalmente, compré un cuaderno, en donde en cada oportunidad tomaba nota de todo lo que querían, al igual como un mozo o garzón. Lógicamente, al terminar las visitas, les decía, que lo que ellos querían no estaba disponible. Me sentía como dueño de un restaurant desabastecido. Abundaron los pedidos de subsidios, pensiones de gracias, cambios en las fichas sociales, dar trabajo en la Municipalidad a un familiar, becas, recibir la caja de alimentos, “bono” especial para votar, pavimentar la vereda de sus casas, ayudar en la tramitación de un permiso, patente e incluso de kioscos, pavimentación de caminos en el sector rural de más de casi medio kilómetro para llegar a una o tres casas, entre medio de quebradas, etc.

Es lo que pude aprender de un sector algarrobino. Fidelidad a ultranza a los locales. Los arribados desde fuera no son más que “pasajeros en tránsito” como se dicen en los vuelos comerciales.

Volviendo al tema central, debo señalar que en estas elecciones se repitió la costumbre algarrobina que los candidatos se parasen con sus equipos de confianza, estratégicamente cerca de los locales de votación, como queriendo decir no te olvides de votar por mí, te estaré observando, recuerda lo que te prometí y los ayudantes a su lado, simulando llevar un registro al igual como lo hacen en Valparaíso y otras ciudades de Chile que van anotando los buses que pasan, los tiempos de distanciamiento y avisan al conducto con señas a que distancia deben ubicarse, creo que se llaman “Los sapos”. Lo novedoso, esta vez, fue lo que oí y también lo escucho mi señoras y amigos, que algunos camino a ingresar al local de votación se decían entre ellos “No te olvides de la foto y no uses flash”.

Estando ya dentro del local de votación, hacia el mediodía, lo volví a escuchar y uno le decía a otro “Ya tengo la foto, voy a cobrar”. Recién comprendí que se trataba del emprendimiento de algunos candidatos avispados que usando esta vez los avances de la tecnología, estaban pagando probablemente un “bono solidario” a los votantes previamente contactos y para el pago, exigían mostrar la foto del o los votos. Incluso, para evitar riesgos innecesario, se podía mandar por “whatsapp”.

La situación, al parecer fue también observada por otros electores, de modo que alrededor de las 13 horas se dio indicaciones a los Presidentes de Mesas que advirtieran a los votantes que estaba prohibido sacar foto a los votos y, se exigió que los celares quedasen en la mesa junto con la cedula de identidad. Debo decir que en la mesa en donde yo sufragué, aproximadamente a las 12 horas, no se me advirtió sobre la prohibición de sacar foto. Más tarde, como a las 13:30 horas cuando iba a sacar foto a una mesa que estaba con una larga fila, se me advirtió que no se podía sacar foto dentro del local, lo cual me sorprendió, pues había visto fotos e imágenes en la televisión de personas votando. Lo que creo que está prohibido es sacar fotos o filmar dentro de la urna.

                Dejo planteado el tema y la inquietud sobre si fue efectiva esa situación de un cohecho significativo de esa forma o solamente fueron hechos muy aislados que no fueron sorprendidos en el acto.

                Veamos cuales son las normas al respecto.

-Si una persona es sorprendida fotografiando o grabando en video su voto el día de las alecciones, puede terminar detenida. Este acto puede dar "indicio de un delito de cohecho", de "compra" del voto, por lo que se establece una pena de 61 días hasta a tres años de cárcel.

-Si se toma foto al voto se presume cohecho

-La ley sobre elecciones populares señala que la persona que "solicitare votos por paga, dádiva o promesa de dinero u otra recompensa o cohechare en cualquier forma a un elector" sufrirá la pena de presidio menor en su grado medio (541 días a 3 años), multa de 10 a 50 unidades tributarias mensuales y la inhabilitación absoluta y perpetua para el desempeño de cargos y oficios públicos.

-Es en este mismo sentido que la ley sanciona a quien "vendiere su voto o sufragare por dinero u otra dádiva", fijando una pena reclusión menor en su grado mínimo (61 a 541 días) y multa de 1 a 3 unidades tributarias mensuales.

-La normativa presume cohecho en aquel elector que "en el acto de sufragar, sea sorprendido empleando cualquier procedimiento o medio encaminado a dejar constancia de la preferencia que pueda señalar o haya señalado en la cédula". Es por este motivo que no se pude sacar fotos al voto.

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