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lunes, 2 de enero de 2017

BOLETÍN LITERARIO N° 228: Selección de párrafos. SECCIÓN LITERARIA – “TEORÍA DEL VIAJE”. Poética de la geografía. Michel Onfray

Para quienes gustan de la buena literatura
Boletín literario preparado por Eduardo Trucco B. (*) en el cual ofrece una selección de párrafos, invitando a compartirlos y comentar.

TEORÍA DEL VIAJE”. Poética de la geografía. Michel Onfray. Edición Taurus, Buenos Aires, 2016. Pensador francés. Onfray convierte el viajar, uno de los sencillos placeres de la vida, en un estimulante tema de reflexión. Además de ser una invitación a soltar amarras, este libro tiene el poder de prolongar la emoción y el sabor del viaje a través de la filosofía y la literatura, de la historia y la mitología. Teoría del viaje es una declaración de guerra a nuestra tendencia a cuadricular y cronometrar nuestra existencia, y una brillante hoja de ruta para quienes quieran sentirse viajeros y no turistas.
   1. Los primeros aman la ruta, larga e interminable, sinuosa y zigzagueante, los segundos disfrutan de la madriguera, oscura y profunda, húmeda y misteriosa. Pág. 12.
  2. Aparecen las iglesias, las catedrales y los campanarios indispensables para ritmar los tiempos del trabajo, de la oración y del ocio. Pág.13.
  3. El agua de los arroyos, que corre, inasible y viva, contra la condición mineral de las piedras muertas. Pág. 14.
  4.  …se dice – aunque el Nuevo Testamento permanece silencioso al respecto – que un individuo sin nombre, innombrado y en trance de hacerse innombrable, no quiso dar de beber al hombre que iba camino de su crucifixión. Por esa razón, el avaro que no ofreció ni un trago de agua al sediento fue maldecido y condenado, él también, a la maldición y a la errancia por los siglos de los siglos. Pág. 15.
  5. Todas las ideologías dominantes ejercen su control, su dominación, entiéndase su violencia, sobre el nómada. Pág. 16.
  6. Viajar supone por tanto rechazar el empleo del tiempo laborioso de la civilización en beneficio del ocio inventivo y feliz. Pág. 17.
  7. Marcharse, acomodarse al paso de los pastores, es experimentar un género de panteísmo extremadamente pagano y es volver a encontrar la huella de los antiguos dioses – dioses de las encrucijadas y del azar, de la fortuna y de la ebriedad, de la fecundidad y de la alegría, dioses de los caminos y de la comunicación, de la naturaleza y de la fatalidad – y romper las amarras con los obstáculos y las servidumbres del mundo moderno. Pág. 18.
  8. (Refiriéndose al nómada, al viajero) Él y su utilización del mundo, el resto no cuenta: por eso procede de los desterrados y los recusados. Cuando se pone en marcha, obedece a una fuerza que, surgida de su vientre y de las profundidades de su subconsciente, le coloca en el camino, le da el impulso y le abre el mundo como un fruto exótico, raro y dispendioso. Desde los primeros pasos, hace realidad su destino. Pág. 19.
  9. En el registro elemental de los presocráticos, cada uno puede descubrirse portador de una pasión por el agua, la tierra o el aire, circulando el fuego por el cuerpo mismo del viajero. Pág. 24.
10. Existe siempre una geografía que corresponde a un temperamento. Falta encontrarla. Pág. 25.
11. Soñar con un destino es obedecer al mandato que, en nosotros, expresa una voz extranjera. Pág. 26.
12. Llegar a un lugar del que se ignora todo condena a la indigencia existencial. Pág.30.
13. De cara a la eternidad, la geografía triunfa, la historia se reduce a la espuma. Pág. 32.
14. Pues el poeta más que ningún otro instala su cuerpo subjetivo en medio del lugar frecuentado por su conciencia y sensibilidad. Pág. 35.
15. Leer un poema permite acceder al imaginario de una subjetividad infundida por el lugar. Pág. 36.
16. La realización de un viaje formula una comunidad singular: allí donde el amor parece frágil, dependiente del hábito de los cuerpos carnales, la amistad conoce una auténtica fuerza, despreocupada e independiente de los tormentos amorosos. Pág. 53.
17. Viajar supone menos el espíritu misionero, nacionalista, eurocéntrico y estrecho, que la voluntad etnológica, cosmopolita, descentralizada y abierta. El turista compara, el viajero separa. Pág. 65.
18. Un buen viajero confiesa una capacidad de registrar las mínimas variaciones, es sensible a los detalles, a la información microscópica. Pág. 68.
19. El viajero necesita menos una capacidad teórica que una aptitud para la visión. El talento para racionalizar es menos útil que la gracia. Cuando la posee, el nómada-artista sabe y ve como visionario, comprende y capta sin explicaciones, por impulso natural. Pág. 69.
20. Uno no puede separarse de su ser, que nos habita y nos persigue como una sombra inseparable. En los viajes, ese ser quiere y ve, manda y decide. Pág. 72.
21. ¿Cuántos rodeos y por qué lugares, antes de saberse en presencia de aquello que alza un poco el velo del ser? Pág. 87.
22. Los trayectos de los viajeros coinciden siempre, en secreto, con búsquedas iniciáticas que ponen en juego la identidad.
23. Todo viaje es iniciático; de modo parecido, una iniciación no deja de ser un viaje. Antes, durante y después se descubren verdades esenciales que estructuran la identidad. Pág. 88.
24. Ni rechazo, ni celebración de uno mismo, sino sabio rodeo por el mundo para arribar a un justo conocimiento de la propia identidad íntima. Pág. 91.
25. De este modo, pasa formar parte de una ascesis metafísica y conduce al camino que lleva a la apropiación alegre y feliz de la propia vida.
26. Lejos de ser una terapia, el viaje define una ontología, un arte del ser, una poética propia. Pág. 92.
27. Los filósofos de la Antigüedad griega conocían la función formativa del desplazamiento. Pág.95.
28. Las leyes de la hospitalidad lo dicen; bajo un techo, la protección es algo debido. Pág.104.
29. Una poética de la geografía supone ese arte de dejarse empapar por el paisaje, además de una voluntad de comprenderlo, de ver en él las disposiciones, antes de partir hacia las regiones lúdicas donde el poeta sigue al geógrafo y al filósofo, como complemento, no como enemigo. Pág. 129.
30. La pasión del viaje no abandona al cuerpo de quien ha experimentado los violentos venenos del cambio de aires, de la expansión del cuerpo, de la soledad existencial, de la metafísica de la alteridad, de la estética encarnada. Pág. 133.
31. …no morir bajo un techo, sino fuera, bajo el cielo o las estrellas, viviendo.
32.  …confiar, cuando se tiene esa suerte, en las invitaciones ofrecidas para surcar el planeta, aceptar los sueños de la infancia, acceder al anhelo de otro lugar de una persona querida, partir siguiendo el rastro de un poeta, de un filósofo o de un artista amados… Pág. 136.
33. La prosa del mundo se puede descifrar, según la lección del filósofo borgoñés (Bachelard), a la manera del agua, de la tierra, del fuego, de las nubes, de los sueños, de las fantasías, de un granero, de una casa, de una caracola, de la llama de una candela o de un fuego. O de un poema. Pues el poema del mundo requiere sin cesar de propuestas de desciframiento.

Comentario del libro, por Javier Mattio (argentino, escritor y crítico literario).
En el ensayo Teoría del viaje, el pensador francés Michel Onfray comprime la esencia de toda travesía a la vez que ofrece un mapa para escrituras y trayectos posibles. Compendio de reflexiones en torno a la esencia de todo viaje y a la escritura posible de ese trayecto, Teoría del viaje de Michel Onfray  es también un pequeño y placentero viaje y una sugerente invitación a hacer las valijas.
Con espíritu elocuente y de a ratos poético, Onfray delinea conceptos y se pelea con algunas ideas (para él la experiencia activada por el viaje sigue siendo posible) y le rinde homenaje a ese pasaje que no es más que la búsqueda y la escritura de uno mismo, un trazado espacial en un mapa existencial, y de allí el subtítulo “Poética de la geografía”.
Coherente con su línea ética hedonista, atea e individualista, Onfray propone una travesía profunda pero placentera donde la figura del nómade se antepone a todo status quo político, cultural o religioso de raíz territorial. De todas maneras, el sedentarismo del domicilio que se deja y al que inevitablemente se regresa y el mundo comprimido a priori en la biblioteca son el contrapunto necesario que completa el viaje.
El filósofo distingue entre el viajero y el mero turista, alaba las virtudes modernas del avión y rescata el viaje con un amigo por encima de que se lleva a cabo en solitario o en pareja. También celebra la diversidad del campo y la naturaleza por sobre las ciudades globalmente similares del siglo 21 y pondera la visión, la inocencia y la intuición del poeta contra el saber condicionante y prejuicioso del especialista académico.
Antes que souvenirs digitales, Onfray exige el registro artístico para dar mejor cuenta del viaje realizado, con la palabra escrita por encima del dibujo o la fotografía. En ese sentido, Teoría del viaje puede funcionar como un manual de instrucciones para el viajero armado de bitácoras, un mapa con los puntos cardinales claves para una escritura (y un viaje) posibles. O, también, como una lectura para abordar en la incertidumbre feliz del tránsito.

Del autor: Michel Onfray (1959) filósofo francés ha escrito una treintena de libros en los que formula un proyecto hedonista ético. Fundador de la Universidad Popular de Caen (Francia). Cree que no hay filosofía sin psicología, sin sociología, ni ciencias. Un filósofo piensa en función de las herramientas de que dispone; si no, piensa fuera de la realidad.
Forma parte de una línea de intelectuales próximos a la corriente individualista anarquista, intentando entroncar con el aliento de los filósofos cínicos (Diógenes), y epicúreos (Epicuro).Según él, la educación nacional enseña la historia oficial de la filosofía y no aprender a filosofar.
  

(*) Eduardo Trucco Burrows, es abogado de la U. de Concepción. Reside en Algarrobo, en el condominio “Campomar” (camino a Tunquén).Ha estado ya casi dos años interviniendo por la defensa y protección de los ecosistemas de la playa de Tunquén, contra la invasión de inmobiliarias y demás personas que no tienen escrúpulo alguno en destruir toda la playa, el humedal y el santuario de la naturaleza. Lo que se presenta es un trabajo sencillo: leer obras escritas en español, subrayar lo que nos parece interesante, bello, atractivo, divertido o sorprendente; enseguida, haciendo una cuidadosa selección de todos los párrafos que se ha subrayado, se traspasan las citas – generalmente sin comentarios – al boletín.

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5 comentarios:

  1. Que agradable encontrarme con esta nota sobre este libro tan interesante con un ángulo de visión poco transcurrido e intimo... Lo felicito Sr. Trucco por su elección

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  2. Grata sorpresa encontrar en diario comunal una seccion cultural. Buenisimo todo. Frases para pensar y ver que tipo de viajeras somos

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  3. Importante que este diario le de espacio al arte de las letras. Esta vez nos da tema para reflexionar. La filosofia tan olvidada en una cultura del consumismo y exitismo individual.

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  4. Cuando una tiene problemas cree que viajando lo deja en casa, guardado, pero no es así, lo llevamos igual en una parte de la cabeza:
    20. Uno no puede separarse de su ser, que nos habita y nos persigue como una sombra inseparable. En los viajes, ese ser quiere y ve, manda y decide.

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  5. Vivimos siempre contra el tiempo y no dejamos nada para nosotros por eso escojo el pensamiento 6. Viajar supone por tanto rechazar el empleo del tiempo laborioso de la civilización en beneficio del ocio inventivo y feliz.

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