Artículo de
Opinión. Solicitada su Publicación
(Las opiniones vertidas en este
artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan,
por tanto, el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)
Por Nelson Pérez Baladrón. Ingeniero Comercial
Presidente Junta Adelanto Algarrobo Central. napmot@gmail.com
Las dos principales
instituciones de Algarrobo que gratuitamente disfrutan en forma privilegiada y egoísta de las playas principales y mar maravilloso de
Algarrobo, son dos puntos que profitan y dañan a este balneario, mal llamado la
Capital Náutica de Chile, que es solo un privilegio gratuito sin retribución
y/o aporte a la comunidad.
Sus
lugares privilegios, al ser cerrados y exclusivo, no sirven para fomentar el
turismo. Ningún turista puede acceder a sus instalaciones y beneficios. Y el
turismo es, tengámoslo siempre presente, única industria local para Algarrobo.
Disponemos de un
lindo buen mar, playas amigables y seguras libres para el turismo, salvo la de
“Los Yates”. Una en una ubicación privilegiada de nuestro borde costero y
rompiendo el equilibrio de la naturaleza (Cofradía) y otro, ocupado por todo el
movimiento de embarcaciones (Club de Yates). Además, que desde hace 4 meses
está inutilizable por los escombros que mantiene el Club de Yates en su superficie al producirse un derrumbe de
su muro perimetral a la playa por su nula mantención en décadas, lo que hizo
que colapsara esta pared perjudicando el uso de la playa.
Dicho Club, además profita gratuitamente de los 2 muelles fiscales que le asigna una Concesión Marítima, repito gratuitamente que obtuvo y que pretende renovar desde hace más de un año sin lograrlo hasta la fecha. Por otra parte, este Club construyó una ampliación de la terraza de su Casino de Socios, que es ilegal por haberla construido sin permisos y fuera de su
Dicho Club, además profita gratuitamente de los 2 muelles fiscales que le asigna una Concesión Marítima, repito gratuitamente que obtuvo y que pretende renovar desde hace más de un año sin lograrlo hasta la fecha. Por otra parte, este Club construyó una ampliación de la terraza de su Casino de Socios, que es ilegal por haberla construido sin permisos y fuera de su
territorio propio (actitud realmente insólita y con lo que demuestra
que hace lo que quiera en forma prepotente). Con esta terraza ampliada
ilegalmente aumentó fraudulentamente la superficie de su terreno.
En el caso de la
Cofradía Náutica del Pacífico, cuestionada
y desprestigiada nacional e internacionalmente por el atropello a la fauna de
su concesión, repito gratuita, maltratando a las aves porque las necesidades de
las aves ensucien sus yates. Se les culpa a esta Cofradía también como una de
las causas de la contaminación de la
bahía al cortar las corrientes milenarias marinas y de cambiar negativamente la
geografía de nuestro litoral ya que de una hermosa isla
nos instalaron una península artificial a la vista de los algarrobinos y les repito no aportan nada de significancia a la Municipalidad o ni a la
comunidad de Algarrobo con fomento al turismo. Cómo será su rechazo actual que la comunidad algarrobina está solicitando
a las autoridades marítimas la no renovación
de la concesión y liberar la Isla Pajaro Niño, Santuario de la Naturaleza. Ello
por la administración y protección del sector de la Isla Santuario de la
Naturaleza, afectando negativamente al medio ambiente y la vida de la fauna, que siempre es y debe
ser de la comunidad y no de una cofradía
privada. Esta Cofradía también profita de gratuidad en su Concesión
Marítima, o sea para Algarrobo y su Comunidad no aporta nada, nada, pese a que
son varias hectáreas de las que usa en su actual Concesión Marítima
Estos son algunos
problemas que a partir del 2017 enfrentarán
las nuevas autoridades en Algarrobo para revertir
el inmerecido daño o improductivo aporte
de quienes gozan de esos privilegios sin aportar nada al turismo y mejoramiento
de nuestro borde costero.
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Si hay alguna actividad que represente cabalmente a la élite criolla en sus gustos por distinguirse y cierto afán por mostrar el estatus, la VELA ocuparía un lugar de privilegio.
ResponderEliminarLo que sí es claro es que la élite se ha parapetado siempre detrás de gruesos muros para egoístamente gozar de sus privilegios sin que "guachacas, rotos, pelientos, flaites y otros representantes de la fauna común y corriente" circulen en el mismo ambiente y metan sus piñiñentas patas en sus asuntos. Igualmente, a mucha gente linda tampoco le gusta gastar en ciertos pagos obligatorios para todos, y aplica las herramientas del poder para sacarse el pillo emitiendo facturas tridimensionales, ninguneando a Impuestos Internos, coludiéndose, coechándose, además de echar mano a otras variables de un sin fin de trucos zorrunos que les proveen de grandes utilidades y que minimizan trámites, permisos y costos.
"La Maquinaria de la Élite Acorazada del Club de Yates", podría ser el nombre de algún libro-denuncia de escaso éxito que, por muchas evidencias que provea, no alcanzará para cambiar nada, sino más bien para la mínima producción de ciertos refunfuños entre algunos miembros del club y de la flor y nata de la sofisticada (pero inexistente) aristocracia chilena con vista al mar.
No se ve que un Alcalde que tiene relación sanguínea con el anterior y quizás con el anterior a él (y el anterior al anterior), sería capaz de meter mano en un asunto tan escabroso que ha legitimado los privilegios y las componendas, y que para obviar alguna acusación de falta de permisos, ilegalidades o contratos perversos, se moverá rápidamente para reactivar las marañas y generar los correctivos que camuflen cualquier acto indebido y lo hagan pasar por algunas de las tantas de esas cosas que se vuelven invisibles a los ojos de los fiscalizadores cortos de vista y turnios (por vocación propia).
Lo de este Club de Yates se parece mucho a todos los de su estilo que simbolizan la clase chilena que tiene plata y gran capacidad de ocio permanente (un derecho ¡qué duda cabe!) Especialmente, si consideramos que el lugar donde se asienta el Club es un patrimonio propio cedido per sécula por Don Arturo Alessandri Palma allá por el 1940. O sea, 77 años atrás.
Con apenas 600 UF, cualquiera con buen currículum económico y cierta estirpe social, más algunos amigos socios que avalen su talante, se puede hacer miembro del club y gozar de los privilegios de la pertenencia, más otros tantos que sirven para reafirmar el estatus y hablar de cosas raras como sotavento y barlovento, amura, eslora y otros apelativos náuticos que engalanan los dichos de cualquiera que esté para impresionarse o impresionar a personas que no conoce.
El gran logro del Club y la Cofradía para el resto de la mundanal muchedumbre, es que engalanan el paisaje marino con una postal de velas al viento, le ponen glamour a las apariencias de un Algarrobo rico, vibrante y pujante (con hoyos) y ayudan a que una gran mayoría de los visitantes se descoloquen lo suficiente como para creer que están en alguna ciudad resort de altísimo nivel, una especie de Montecarlo de América del Sur.
Sr. Carraz un poco de aroma a resentimiento su comentario. No tengo ni tendré yate pero creo que estos dos clubes privados le suben el pelo a Algarrobo. Lo que tiene que hacer la muní es buscar una forma de que aporten a la comuna y cuiden el entorno.
ResponderEliminarQue aporten Lucas es lo importante
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