Publicación
Solicitada
El Movimiento Ciudadano Rescate Pingüino y el Comité
Ambiental Comunal, ambos de Algarrobo, nos han solicitado reproducir el reportaje
de la referencia como medio informativo de las redes sociales de la Comuna, a lo cual hemos accedido conforme a nuestra editorial de dar
espacio a la libertad de expresión, sin emitir juicio o tomando posición de
nuestra parte. Es por ello, que la entidad concesionaria aludida, la Cofradía
Náutica del Pacífico, tiene y tendrá en este medio, igual facilidad para expresar
su posición y argumentos las veces que lo estime necesario. Una situación coyuntural
como ésta, necesita un dialogo positivo que zanje de la mejor manera posible el
impasse, velando por el bien común de la comunidad algarrobina.
Por Estela López
García /Marzo 3, 2017
Revista Que Pasa.
Chile
En medio de
gritos y banderas flameando aparecen unos niños disfrazados de pingüinos.
Sostienen con fuerza sus carteles mientras avanzan por el borde costero de Algarrobo
la tarde del 11 de febrero recién pasado. Los niños agitan tímidamente sus
carteles pidiendo la liberación de su isla. “No quiero que me sigan rompiendo
los huevos”, exigen algunos; “40 años de destrucción y muerte”, acusan otros.
Recorren
algunos metros de una calle sin salida que termina a los pies de la Cofradía
Náutica del Pacífico, un club de amigos fundado en 1967. Se mantienen lejos,
muy lejos de la Cofradía y se detienen en un estrecho escenario para pedirles a
los vecinos de Algarrobo que se sumen a su pelea por una historia de la cual se
sabe poco y se habla menos.
“Soy un
luchador y la lucha que estoy dando en estos momentos es porque recuperemos
nuestro patrimonio”, manifiesta Claudio Tapia, “un hijo de pescador no más”,
como él mismo se etiqueta y que en ningún momento deja de agitar la bandera de
Chile aferrada a su cartel que dice: “Ministro de Defensa, defienda nuestra
isla”. Esa isla que recorrió durante su infancia y adolescencia, donde vivió
algunos de sus primeros amores. La isla Pájaro Niño, declarada Santuario de la
Naturaleza en 1978, y que ahora, reclama él, es manejado por la Cofradía.
La protesta
es interrumpida en repetidas veces por los autos que bajan desde el club
náutico. Ya pasó el horario de salir a navegar y ahora es tiempo de volver a
sus casas. También bajan unos pocos socios, los más curiosos de los 250 que
tiene el club, para escuchar la manifestación. Lo hacen desde lejos, no hay
intención de diálogo.
Los 200
pobladores reunidos ese sábado acusan que existe un vecino desconocido para la
comunidad. Un vecino que, explican, no ha sido respetuoso del medio ambiente y
que no ha protegido la isla, sino que, por el contrario, ha sido investigado
por destruir nidos y huevos de pingüinos que habitan allí.
Hoy, organizaciones comunales piden que les devuelvan
la isla y que las autoridades de gobierno evalúen la continuidad de este club
en Algarrobo. Un club que en sus filas tuvo como socios a los más poderosos del
país en algún momento de la historia. Por citar algunos: Hernán Cubillos,
Roberto Kelly y Agustín Edwards, dueño de El Mercurio.
EL ORIGEN
Dicen que
fue un capricho de Agustín Edwards. Que así nació la Cofradía Náutica del
Pacífico. “Su entusiasmo por la navegación lo llevó a fundar una sociedad de
amantes de los deportes marítimos”, relata Víctor Herrero en Agustín Edwards
Eastman. Ahí cuenta Imagen cartagena5que Edwards, junto a un grupo de amigos,
firmaron el acta de fundación de la Cofradía Náutica del Pacífico un 22 de
agosto de 1967.
Entre los
propósitos del origen del club estaba fomentar las actividades deportivas
náuticas en la zona insular de Chile y el conocimiento del futuro marítimo del
país entre civiles y profesionales. Querían, también, crear un ambiente de
camaradería.
En ese
entonces no tenían una sede establecida, por lo que se juntaban, una vez al
mes, en sus casas particulares. Ahí hablaban de su afición por el mar, pero
también de otras cosas. Por ejemplo, de la agitación política que se vivía en
el país a principios de los 70 y que a sus ojos era profundamente amenazante.
Lo explicaba con más detalles Hernán Cubillos en una
entrevista que dio a Qué Pasa en 1996: “La Cofradía nace como una inquietud que
teníamos fundamentalmente Roberto Kelly, Agustín Edwards y yo (…). La evolución
hacia los temas políticos fue un proceso natural a medida que se agravaba la
situación del país. De ese club fue naciendo una relación que nos permitió ir
pasando información a las Fuerzas Armadas e ir recibiendo nosotros sus
inquietudes”.
En ese entonces, Cubillos era parte del grupo más
íntimo de Edwards, cuenta la biografía de Herrero. Lo mismo corría para Kelly,
quien se había sumado a las filas de cargos gerenciales de las empresas de la
familia. Fue Cubillos, de hecho, quien le abrió las puertas de la Armada a
Edwards y a través de él generó los primeros puentes con José Toribio Merino,
hombre clave en el golpe militar y quien años después también sería socio de la
Cofradía. De hecho, la historia da cuenta cómo varios de los fundadores del
club tuvieron un rol importante tanto en el golpe de Estado como en los
primeros años de la dictadura. Y también en el pensamiento económico neoliberal
a través de la elaboración de El Ladrillo.
Fue en
dictadura cuando la Cofradía logra encontrar un lugar donde instalarse. En
1977, y por un periodo de 20 años, se le entrega de forma gratuita una
concesión marítima sobre un sector de la playa y fondo de mar en Algarrobo.
Justo frente a la isla Pájaro Niño. Ahí, la Cofradía Náutica del Pacífico
estacionaría sus yates: entre el borde costero y la islore de 200 metros de
diámetro. Un territorio en que se preservan aves como el pingüino de Humboldt y
el pingüino magallánico.
En 1997
solicitan la renovación de la concesión por 20 años más. El entonces ministro
de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, otorga a título gratuito la renovación.
Actualmente, Edmundo Pérez Yoma es socio de la Cofradía.
Los
pobladores de Algarrobo se oponen a que esta vez aquel trámite sea fácil. Este
año es clave para los 200 pobladores que a partir de marzo, y apoyados por el
senador Ricardo Lagos Weber, iniciarán una ronda de reuniones con las
autoridades de gobierno que tienen voto en este tema. Para ellos este próximo
30 de junio cuando vence la concesión, es una oportunidad para que no se
renueve o que al menos se generen cambios.
“Hoy no se
pueden tomar las decisiones entre cuatro paredes e hipotecar un Santuario de la
Naturaleza simplemente para el privilegio de unos pocos, por muy poderosos que
sean”, acusa el vocero de la organización Liberemos la Isla, Marcelo
Valdebenito.
Cuando dice
poderosos, no sólo está hablando de fundadores, como Agustín Edwards, que sigue
siendo socio de la Cofradía, sino también a otros personeros que son parte del
club como al empresario Bernardo Matte, el presidente ejecutivo de Codelco,
Nelson Pizarro —según confirman altos socios de la cofradía—, y el ex ministro
de la Comisión Nacional de Energía durante el gobierno de Eduardo Frei
Ruiz-Tagle,Alejandro Jadresic, según el mismo confirma.
Justamente
ellos son parte del grupo que se verá afectado directamente si el ministro de
defensa, José Antonio Gómez, decide no renovar la concesión este año. Mientras
tanto, los pobladores de Algarrobo insisten en que la Cofradía se ha vuelto un
vecino incómodo, con los que no han tenido un mayor diálogo para arreglar sus
diferencias.
“UN MAL VECINO”
En medio de
los gritos de la protesta llama la atención una crítica recurrente entre los
pobladores: el club es ajeno, es un ovni, es un desconocido, es un mal vecino,
acusan.
“Éramos la
puerta delantera y ahora somos la puerta trasera”, asegura Tapia. Aún con su
bandera flameando mira con desazón el borde costero y replica: “Esto echó a
perder lo que hicieron acá”.
Las
organizaciones comunales de Algarrobo critican que en 40 años la Cofradía no ha
cumplido con las obligaciones que se le entregaron junto con la concesión.
Estas son: provocar el menor impacto posible en el medio acuático y tomar
medidas especiales para impedir que, a través de sus instalaciones, personas
extrañas y no autorizadas pasen al islote.
La
construcción del pedraplén, que une la isla con los terrenos de la Cofradía y
que la convirtió, en términos prácticos, en una península, ha facilitado el ingreso
de personas al santuario y de animales que pueden dañar el ecosistema de la
isla.
Estos
hechos incluso fueron investigados por la Policía de Investigaciones de Chile
(PDI) en 2012 y 2013, a raíz de una denuncia ante el Servicio Nacional de
Pesca, que indicaba que personas que pertenecían a la Cofradía estaban
destruyendo nidos y huevos de pingüinos bajo órdenes del administrador Francois
Carlier.
El informe
de la PDI recoge declaraciones de tres testigos que aseguraron que en diversas
y repetidas ocasiones se practicó el rompimiento de huevos del islote. Estas
prácticas, indicó el testigo 1, fueron ordenadas por el administrador y ex
gerente general, argumentando que “las fecas de las aves tenían mal olor y
ensuciaban los yates”. Para ello, agrega el testigo 2, se “rompían sin
discriminación con sables de vela de yate y palos de escoba. A veces íbamos
siete funcionarios y rompíamos 500 huevos por cabeza”. El mismo testigo agrega
el antecedente que entre los años 2003 y 2005 “hubo una matanza de pingüinos de
parte de perros callejeros”. Puntualiza que cerca de 200 aves murieron y que
también asesinaron a los perros.
Los
testigos que presentó la Cofradía confirmaron en parte lo ocurrido en 2011,
precisando que fue “sólo una vez” por órdenes del administrador Carlier, al
parecer por molestias de las fecas; y coincidieron en que años atrás entraron
perros que mataron a pingüinos.
A la luz de
este informe, el Consejo de Monumentos Nacionales solicitó al Ministerio de
Defensa, en ese entonces liderado por Rodrigo Hinzpeter, que pusiera fin a la
concesión marítima entregada a la Cofradía y que se restituyeran las
condiciones originales del islote; es decir, la eliminación de la
infraestructura construida de conexión al borde costero.
La
respuesta de la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas fue que existía una
investigación en curso y que se esperaría el resultado de la misma para un
pronunciamiento y que una fiscalización de diciembre de 2012 arrojó que la
Cofradía estaba cumpliendo con sus obligaciones.
En julio de
2014, en la audiencia de formalización, se propuso a los imputados de la
investigación, José Fuentes, Federico Núñez y Francois Carlier, una salida
alternativa al juicio a cambio del pago de sumas de dinero a la Municipalidad
de Algarrobo, Sernapesca y al Consejo de Bienes Nacionales. En su totalidad los
pagos fueron de $7.500.000 y eso permitió que se cerrara el caso y que los tres
empleados continuaran trabajando en la Cofradía.
“Se
perdieron la oportunidad durante 40 años de ser un buen vecino”, sentencia el
vocero Valdebenito. Mientras que uno de los socios de la Cofradía que fue
testigo de la marcha afirma: “Sí hubo una multa, pero no hay nada comprobado
que nosotros de manera sistemática, como dicen, hayamos matado a las aves”. El
mismo socio agrega: “Tampoco somos una cuestión completamente cerrada, que no
aporta en nada”.
El gerente
general de la Cofradía, Pablo Muller, detalla que tienen programas de ayuda a
la comunidad, como clases gratuitas a cerca de 900 niños de colegios de
Algarrobo, salidas a navegar con personas de la tercera edad y empleo para
cerca de 100 personas. “La Cofradía significa harto para Algarrobo”, asegura
Muller, que se desempeña hace un año en este cargo. “Llegué a la Cofradía con
el mandato de profundizar las relaciones con la comunidad”, reconoce Muller y
confiesa: “No te voy a decir que la gran mayoría de la gente de Algarrobo nos
aplaude y levanta monumentos, pero sí están conscientes de que es una fuente de
actividad más de una ciudad turística”.
Desde el
movimiento Liberemos la Isla aseguran que “20 años más ya es simplemente la
muerte de toda la vida que hay en el islote”. Conscientes de la opinión de la
comunidad, el directorio de la Cofradía ya ha empezado a delinear qué podrían
ceder para seguir operando en Algarrobo.
Si bien
tienen hasta junio de este año para presentar los documentos de solicitud de
renovación de la concesión, esperan entregar el expediente a mediados de abril.
En él, adelanta su gerente, están dispuestos a ceder una parte de la isla que
está bajo su dominio y administración. También se reconocerá la disposición que
tiene el club de colaborar en el plan de manejo del santuario y es probable que
soliciten que el Estado les cobre por la utilización de uno de los muelles.
El
Ministerio de Defensa a través de la Subsecretaria de Fuerzas Armadas
consultará a la autoridad marítima acerca del cumplimiento de las obligaciones
y “revisará el hecho que se le haya otorgado en 1997 como concesión gratuita”.
Cabe decir que en el Reglamento interno de la Cofradía se estipula que “los
oficiales y cadetes de la Armada que tripulan las embarcaciones de la Armada de
Chile y mientras éstas permanezcan en la Marina de Algarrobo, tendrán el
tratamiento de socios”.
De la
cartera de Defensa del Gobierno agregaron que será tomada en cuenta la
solicitud del Comité Ambiental Comunal de Algarrobo de no acceder a la
renovación y que “se pedirán informes a los órganos públicos municipales y
medioambientales que tienen competencia en la materia”, afirmó el ministerio.
El alcalde
de Algarrobo, José Luis Yáñez, en tanto pide que se amplíe la concesión que
tiene el municipio y se vea la posibilidad de hacer un canal que permita
desconectar la isla del continente. Pero la demolición del pedraplén no es una
opción para la gerencia de la Cofradía. “Si demuelen, la Cofradía no puede
seguir operando ahí”, asegura Muller.
Entre los
pobladores a ratos abunda la desesperanza de que el gobierno se haga eco de sus
demandas y no renueven la concesión a este club, Tapia, el pescador, dice:
“Honestamente es muy difícil ganarles a estos señores, pero sí tengo fe de que
nos entreguen la isla”.
Arraigado a
esta misma confianza de la inminente renovación, el gerente de la Cofradía
asegura: “Francamente no nos hemos puesto en la situación que no nos renueven
la concesión porque estamos seguros de que nos la renovarán”.
Fuente: Portal Web Revista Qué Pasa. Para acceder al artículo usar el siguiente enlace
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PLOP!!!! Esta periodista debe trabajar en investigaciones. Información que si contiene falsedades o errores, el club debe rectificar o aclarar, queda muy mal. Gracias por publicarlo, había intentado leerlo sin exito.
ResponderEliminarcon un origen asi ¿porque hay que creerles?
ResponderEliminarImpactante. Retrotrae el presente a los orígenes en tiempos en que no había conciencia ambiental, ecológica y cuidado de la vida de la fauna y flora silvestre, tampoco del cuidado de las playas, riqueza principal de Algarrobo. Es lógico que la renovación de la concesión marítima debe pasar por un severo y muy objetivo estudio de los múltiples efectos que tiene la conexión del continente al islote. El Ministerio de Defensa debe actuar y tener cuidado de que en la decisión no influyan las estrechas o indirectos intereses de una rama delas FF.AA. que no pude ser a la vez juez y parte. En ello, los parlamentarios de la zona tienen un rol muy importante y todos deben pronunciarse a la brevedad posible. También el alcalde y el Concejo en unanimidad deben tomar una posición, actualmente, están en una posición de observadores tibia o "light"
ResponderEliminarSoy Nelson Pérez B. Lo que realmente interesa a la Comunidad de Algarrobo es recuperar el ISLOTE con o sin Concesión Marítima a la Cofradía. Esta Cofradía evaluará si sigue en su actual territorio o decide trasladarse a otra parte.
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