Familia Díaz-Quintna se aman, adiestran perros y son felices en la paz de
Algarrobo
Publicado por Rodrigo
Ogalde Cofré
Diario El Líder de
San Antonio
 |
| Familia Díaz Quintana, de Algarrrobo |
Un buen día
del año 2008, Daniela Quintana Pinilla, a sus 19 años salió a buscar trabajo en
Temuco. Tenía todas las ganas de iniciar su historia laboral tras haber hecho
un curso de peluquería canina. Sin saber que esta decisión la llevaría a
conocer a una persona que se transformaría en muy importante en su vida, ella
postuló a un cupo en dicha especialidad en el hospital clínico veterinario
"Animal Rescue", en la capital de la Región de La Araucanía.
"Eduardo era socio de esa clínica y como subjefe
de operaciones estaba relacionado con el adiestramiento canino dentro de la
empresa. Nos conocimos, al mes empezamos a hablar y luego vino todo lo
demás", recuerda Daniela.
Y aunque obviamente se sintieron atraídos, lo que terminó por ligar profundamente a Daniela y Eduardo fue el amor que ambos les tienen a los animales y, especialmente, a los perros. "Desde que nos conocimos, el amor hacia los perros fue la primera chispa que nos unió", confirma.
Y aunque obviamente se sintieron atraídos, lo que terminó por ligar profundamente a Daniela y Eduardo fue el amor que ambos les tienen a los animales y, especialmente, a los perros. "Desde que nos conocimos, el amor hacia los perros fue la primera chispa que nos unió", confirma.
"Como
él es adiestrador canino, yo me encanté con ese trabajo y también empecé a
capacitarme", dice ella mientras rememora los días en que comenzó la
relación afectiva con Eduardo y también su compromiso con esta profesión.
El 6 de
noviembre de 2009, tras un romántico pololeo, la pareja contrajo matrimonio en
Temuco. Nada, en ese entonces, los hizo pensar que un año después vivirían
juntos, pero a cientos de kilómetros de aquella sureña urbe.
En Temuco,
Daniela participó en un curso en la escuela de adiestramiento canino Orlando
Eijo. Siguió así el mismo camino que su marido había elegido muchos años antes.
Algarrobo
Fue en
2010, cuando Daniela y Eduardo quisieron probar suerte y viajaron a Algarrobo
para trabajar, solo por la temporada de verano, en el adiestramiento canino.
"En Algarrobo vimos el público objetivo y nos
dimos cuenta que mucha gente viene con sus perros a veranear a este balneario.
Como nosotros conocemos el rubro y somos adiestradores caninos, eso nos llamó
la atención y decidimos quedarnos", afirma.
Pero como no era llegar e
instalarse, Daniela y Eduardo buscaron un local en que vender alimentos y
productos para animales y además ofrecer clases para adiestrar a los perritos
de la casa.
Así nació
StarsPets Algarrobo Adiestramiento Canino, un recinto ubicado en la avenida
Carlos Alessandri 1971, local 17, en el balneario algarrobino.
"Nos
ha ido bien con nuestro petshop. Es una tienda para mascotas en la que tenemos
productos para gatitos, hamsters y perros. También ofrecemos el servicio de
adiestramiento canino, Empezamos a trabajar los dos, y eso ha tenido muy buenos
resultados porque hemos adiestrado perritos de Santo Domingo, San Antonio, El
Tabo, Algarrobo y El Quisco", sostiene Daniela.
La
experiencia de trabajar juntos ha sido muy buena para ambos. Ella confiesa que
se complementan de manera excelente porque además están en lo que más les
gusta. "Siempre quisimos tener nuestro propio negocio y trabajar con los
perros. Es hermosa esta labor porque todos los animales son diferentes y cada
uno de ellos tiene sus emociones, con ellos estamos siempre aprendiendo algo
nuevo. Nos enfocamos principalmente en que el bienestar sicológico del perro
sea saludable", indica esta mujer de 28 años.
Servicios
La joven
emprendedora explica que los amos que buscan este tipo de servicios en la
provincia de San Antonio son aquellos que quieren darles a sus perros un
"adiestramiento civil". Se trata de un programa de 25 clases en que
el animal aprende a sentarse, echarse, caminar junto a su dueño, acudir al
llamado y a ser indiferente al envenenamiento, asuntos que son básicos en el
cuidado que deben tener los doglovers.
"Son
ejercicios básicos como, por ejemplo, que el perro se eche y se quede quieto
cuando su amo entra o saca el auto. Eso ayuda a evitar que la mascota pueda ser
atropellada o que, cuando el perro es hiperactivo, se puede escapar de la casa.
Son técnicas que le ayudarán en la vida diaria a la familia para que tenga en
buenas condiciones a su perrito", agrega.
También
existe un programa enfocado en modificar las conductas de la mascota, que
permite que el animal no haga destrozos en la casa cuando se queda solo y sus
amos van al trabajo. Además, se puede usar para evitar que el can le gruña a
sus pares cuando lo sacan a pasear a la calle.
En la gran mayoría de los casos, este proceso se
lleva a cabo en las dependencias del centro de adiestramiento que StarsPets
tiene en Algarrobo aunque también se puede realizar en el hogar donde viven las
mascotas que participaran de las clases.
"Trabajamos
por cinco días a la semana con el perrito y en un mes ya está listo. Se entrega
un certificado sobre el nivel de adiestramiento que alcanzó el perro y se hace
acoplamiento con la familia del animal para que todos aprendan en la casa a
tratar con un ejemplar adiestrado. De esa forma, el dueño del perro queda como
guía canino", detalla Daniela.
En estos
siete años de labor, la dupla ha adiestrado a unos mil perritos.
Según
Daniela, la edad ideal para adiestrar es que el perro tenga unos tres meses de
vida cuando comience la primera etapa educativa, que es previa a su formación
civil, que parte a los seis meses.
Daniela
aclara que el adiestramiento no implica que el animal sea sometido a una
formación que lo "militarice", sino que al contrario "ellos mantienen
su esencia cariñosa y juguetona".
Ambos
ofrecen charlas para empresas y personas que están interesadas en conocer más
sobre el cuidado de los perros y de la forma en que su vida se haga lo más
agradable posible.
Entre las horas de trabajo en la tienda de mascotas y
las clases de adiestramiento canino, Eduardo y Daniela también se ocupan de la
mayor responsabilidad que tienen: el cuidado de su hijo Vicente, un niño de 2
años y 8 meses.
A él,
además de darle mucho cariño, le están enseñando el amor por los animales.
"El respeto hacia los perros es muy importante y los valores que queremos
inculcarle a Vicente tienen que ver con respetar a nuestros hermanitos menores
que son los animales de todo tipo, para que él después siga con esta enseñanza",
afirma Daniela
Así, la
familia Díaz-Quintana enfrenta con unión la vida y también valorando todo con
ese amor gigante que millones de personas les tienen a los animales en el
mundo.
Todo lo
anterior saben mucho los perros Bronco, Josefa, Kali, Mila y Dana y los gatos
Kim y Curi, que son las siete mascotas que la pareja incluyó en su hogar.
Fuente: Diario El Líder de San Antonio. 07.04.2017. Para ver
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En ultimo tiempo he observado el surgimiento de nuevas actividades, cafeterias, restaurantes, centros dentales, arquitectura, y variedad de servicios como el caso del matrimonio entrevistado. Hay en todos ellos algo en comun: son afuerinos y con gusto, innovadores y basan su exito en la calidad. No depende la ayuda. Dependen de su propio esfuerzo. Un ejemplo de lo que necesitamos en nuestras autoridades municipales.
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