Opiniones para
para compartir y comentar en un fin de semana
"Vivimos en un sistema donde somos cada vez menos
ciudadanos y más consumidores. Por eso hay ciertos sectores que para la
sociedad no tienen interés... como los presos, que no producen y entonces no
valen; igual que los viejos y los niños."
El sacerdote jesuita, que
firmó junto a otros personeros una carta pidiendo a las autoridades dar
prioridad a los temas de la infancia, habla de la crisis del Sename, emplaza a
los universitarios a no marchar solo en función de sus propios intereses y
cuestiona al llamado "Bus de la libertad".
por Christián Rendic
Informativo TV13
Semanal
"Chile
sangra por la herida" es el título de un texto publicado el domingo pasado
en El Mercurio. Se trata de un llamado de atención por la crisis del Servicio
Nacional de Menores (Sename), que se ha convertido en tema de debate y
recriminaciones a partir del crudo informe final de la “Comisión Sename II”,
rechazado en la Cámara tras un intenso lobby del gobierno.
En la carta
se hace referencia a una misiva firmada hace un año por seis mil personas, en
que se pedía que los temas de infancia fuesen prioritarios en la agenda
pública. A juicio de los autores, esto no ha pasado.
“Basta,
esto duele. El Sename es una herida por la que Chile sangra”, sostiene el
texto. Uno de los firmantes es el sacerdote jesuita Felipe Berríos, quien hace
casi tres años que vive en un campamento en Antofagasta, emplazado junto a un
vertedero, en el que residen 102 familias: cuatro chilenas, dos colombianas y
el resto se divide en partes iguales entre peruanos y bolivianos.
Desde “La
Chimba”, Felipe Berríos habla con “T13 Semanal” de la situación de los menores
en riesgo en el país, emplaza a los universitarios, reitera sus críticas al
Obispo Juan Barros y cuestiona al llamado “Bus de la libertad”.
-P. Se habla hoy de educación, de
impuestos, de aborto, de matrimonio igualitario. ¿Por qué, según sostienen en
la carta, la clase política no ha priorizado los temas de la infancia?
-FB. Yo creo que hay muchas razones, pero hay una que a mí me llama
la atención: vivimos en un sistema donde somos cada vez menos ciudadanos y más
consumidores, y las personas valen, para la sociedad, si consumen o producen.
Por eso que hay ciertos sectores que para la sociedad no tienen interés y cada
cierto tiempo hacen noticia y nos sorprenden, como los presos, que no producen
y entonces no valen; los viejos, las personas que están postradas o los más
pobres. Y los niños, además, son niños pobres y muchas veces con problemas
delictivos… Entonces hay algo... un poquito de hipocresía cuando se habla que
tenemos que mejorar el sistema o ponerle más plata. Yo creo que eso es cierto,
pero también es una sociedad que no presta atención o en la que no valen,
digamos, las personas que no producen y no consumen.
P.-Hay políticas públicas que han
surgido desde la calle. Los estudiantes se organizaron, hicieron ruido y
metieron el tema de educación en la agenda; lo mismo pasó con la reforma de las
pensiones. ¿Sería distinta la situación si los niños que están en el Sename
pudieran marchar?
FB. Claro, sería distinto si los niños del Sename votaran o
pudieran marchar. Lo mismo los presos, o los de las pensiones bajas… Sería
distinto también si los universitarios estuvieran no solo preocupados de su
propios problemas, sino que también fueran ellos la voz de los que no tienen
voz, que en este caso serían los niños del Sename, o los pensionados o los
presos. Antiguamente los universitarios salían, por ejemplo, a marchar en apoyo
a los mineros. Hoy día sería interesante que ellos también se preocuparan de
estos otros sectores.
P.-¿Se miran mucho el ombligo los
universitarios?
FB.Creo que nunca antes en la historia habíamos tenido un grupo de
universitarios, de jóvenes, con tantos privilegios. Estos jóvenes han nacido
con un país creciendo económicamente, con más tecnología, mejor alimentación,
más estudios. Tal vez por eso mismo los hemos acostumbrado más al consumo, a
solucionar sus problemas, que a fijarse en los demás. Yo creo que ahí hay algo
que falla. Siendo chiquillos generosos, capaces de salir a protestar y todo, lo
hacen muy centrados en sus propias necesidades y no en las de todo un país (…)
En la reforma universitaria del 68 los
universitarios pedían diversos cursos, pero también que la universidad tuviera
un compromiso con los que estaban fuera. Y ahí nace, por ejemplo, el
Departamento Obrero Campesino, para que los universitarios sintieran un
compromiso con los obreros, con los postergados. Entonces eso es lo que uno
echa de menos, que traducido al momento actual, los universitarios salgan a la
calle para pedir más justicia para los niños del Sename, para los pensionados,
para los que están sin jardín infantil, para los que están presos.
P.-En la carta ustedes dicen que
“no podemos seguir con propuestas del tipo hagamos una mesa técnica o proyectos
de ley”. ¿Qué espera de la autoridad?
FB.Cuando Mario Waissbluth me llama para ver lo de la carta, para
firmarla y todo, yo estaba aquí en una situación donde hay una familia que
vende drogas, que no está mandando al niño de 9 años al colegio y el chiquillo
está en ese ambiente de drogas, sin ir al colegio… ¿Y yo qué hago? Tengo dos
posibilidades: lo dejo que siga así o lo denuncio, y lo más probable es que se
lo lleven al Sename. Entonces yo estoy aquí, en este campamento, viviendo estas
situaciones muy a menudo. Y no sé qué hacer, no sé qué será mejor para ese
chiquillo. Entonces, cuando ves casos así, te das cuenta de lo tremendamente
urgente que es esto. Por eso encuentro excelente esto que está haciendo la
Presidenta de juntarse con los poderes del Estado, que no están indiferentes
ante lo que está pasando, y creo que algo va a salir de eso.
P.-Volviendo al tema de las
prioridades de la clase política. ¿Hoy es más importante o urgente cambiar la Constitución o una reforma
estructural al Sename?
FB.Si tú lo planteas así, obviamente uno dice la constitución es
puro “bla-blá” y vámonos a lo urgente, que son los niños que están muriendo.
Pero justamente los niños se están muriendo en parte no solo por mala
administración, falta de productos y todo esto que se ha conocido, sino también
por una sociedad que está construida sobre esto de que "vale más el que
consume más y el que produce más". Mientras sigamos con este ideal de
país, con este ideal de sociedad (…) los viejos van a valer menos, los presos
no valen nada, los niños del Sename no van a valer… y así suma y sigue. Estas
cosas no son simples, pero ahí está el juego de la política, donde uno tiene
que ir viendo “ataquemos urgentemente lo del Sename, es urgente, hay muertes de
niños”, pero no nos olvidemos de lo otro, porque es parte del problema también.
P.-Y esta concepción de sociedad,
en que uno vale en función de lo que consume, ¿puede ser cambiada a través de
una reforma constitucional?
FB.Todos son parte importante
de la solución, no es una sola cosa lo que va a cambiar. Durante años hemos ido
viendo al país como una máquina dispensadora. No hay un sentido de comunidad,
no me preocupo de barrer la calle, cuidar el paradero, el micro. Me importa un
bledo lo que pasa en otros lados. O sea, a mí lo que me interesa es que esté
bien mi familia, mi casa y a lo más mi
calle, mi barrio. Así vamos desintegrando el país. Pero cuando empiezo a opinar
"no, a mí me gustaría que el Presidente no dure cuatro años, si no seis…,
me gustaría que el alcalde se preocupe de esto también, me gustaría que de los
viejos el Estado también se haga cargo, etc.", no solo estoy dando una
opinión, me estoy comprometiendo con el país, lo estoy sintiendo mío. Estoy
sintiendo que vivo en una comunidad y que me tiene que preocupar el problema de
los chilotes y el de los indígenas. Voy siendo parte de un país. Entonces la educación
va ir enfocada a que yo me preparo como profesional no para ser más rico, sino
que para servir a mi país. Ese cambio de mentalidad es tremendamente importante
y por eso he apoyado tanto esto de la Constitución, que parece una cuestión
abstracta y etérea, pero es sumamente importante porque nos hace sentir que
vivimos en un país que nos pertenece, que no soy un lobo solitario, si no que
vivo en una comunidad y me tengo que preocupar de los más débiles de esa
comunidad.
P.-¿Está abierto el debate si en
el caso del Sename hay o no una violación a los derechos humanos?
FB.Creo que hay que hacer ciertos matices. Una vez me invitaron a
una mesa sobre los DD.HH. y había algunos que representaban que querían un aire
limpio; otros el derecho de tener ciclovías; había otro que era ciego y
reclamaba el derecho de que todos los carteles tuvieran braille, y otro que
hablaba de los derechos de los homosexuales. Entre medio, estaban unas señoras
con los carteles de sus familiares, detenidos desaparecidos. Yo creo que hay
que distinguir: una cosa es que yo tenga derechos humanos como persona, a un
aire limpio, a la educación…, otra cosa son las violaciones a los derechos
humanos que se entiende como una violación hecha por el Estado,
sistemáticamente, con organismos. Creo que lo del Sename entra en una tercera
categoría, porque es el Estado de Chile el que se hace cargo de los más
vulnerables, que son los niños en situación irregular, y que no ha cumplido la
tarea. Entonces se ha transformado no en el protector, sino que en quien
también le provoca daño. Hay una diferencia, pero ahí hay una violación de los
derechos humanos…
P.-Deber ser una situación
difícil de aceptar para un gobierno…
FB.Yo creo que esto no es el crimen de un gobierno, creo que es un
crimen de Estado. Aquí todos hemos fallado. Aquí ha habido varios gobiernos, ha
habido instituciones, ONG´s, ha fallado la justicia, han fallado las iglesias,
los medios de comunicación. Aquí hay una cuestión con el Estado de Chile.
Algunos tienen más responsabilidades que otros, pero todos nos hicimos los
“cuchos” (…) Aquí hay cuestiones en las que tiene una responsabilidad mayor,
obviamente, el que estaba a cargo del
Sename o el ministro de Justicia de estos siete gobiernos. Obviamente ellos
tienen una responsabilidad mayor, pero también tenemos una responsabilidad
nosotros como sociedad, porque estamos valorando más a quienes consumen y
producen más, pero a los demás no les prestamos atención.
P.-¿Qué rol tienen que jugar en esta crisis el mundo privado, la élite
del país?
FB.Yo creo que todos en este momento tenemos que hacer presiones en
el ámbito que a nosotros nos corresponde y ojalá también públicamente
presionarlos, porque el miedo es que la noticia dura muy poco, dura máximo dos
semanas y después se olvida. Entonces el miedo de que esta cuestión se vuelva a
olvidar hasta que vuelva a salir a la luz una cosa tan horrenda como son más de
mil niños muertos. Yo creo que cada uno en su cuota de poder tiene que usarla y
los empresarios tienen una cuota de poder grande, ojalá que la usen. Todos,
desde nuestro rincón, tenemos que presionar.
P.-Viene el Papa a Chile y en
círculos políticos hay cierto resquemor por lo que pueda decir en temas como el
conflicto mapuche y la demanda boliviana. ¿Hay razones para esta inquietud?
FB.Yo creo que estamos en una sociedad mucho más crítica en Chile,
mucho más diversa y más democrática. Nos visitó el Presidente de Francia, nos
visitó el Presidente de China, pero lamentablemente les tocó con el incendio y
no les prestamos mucha atención. Ahora viene un líder de Estado, que también es
un líder religioso, a un país mayoritariamente católico. Yo creo que no tenemos
que tener miedo a lo que él nos plantee y que haya discusión con lo que nos
diga. Y que nos enriquezca el debate. Ahora, yo creo que además de Morales y la
Araucanía están el tema de los migrantes, de la brutal desigualdad social, del
obispo de Osorno…
P.-¿Prevé que haya un respaldo al
obispo Barros?
FB.No sé. Ha sido una situación muy difícil para mí de comprender.
Mi postura es que (Barros) es una persona que no está para ser obispo en ningún
lado, y que en esa diócesis ha provocado mucho daño y que haría un bien enorme
a la Iglesia Católica, a la sociedad en general y a la comunidad de Osorno en
particular, si renuncia.
P.-Pero cuando Barros escucha que
el Papa trata de “tonta y zurda” a la gente de Osorno, debe sentirse
respaldado, ¿no?
FB. A todos no ha pasado que a veces uno se va de madre, mete la
pata y dice una tontera. Por eso es importante también la trayectoria de la
vida de uno. Y la trayectoria del Papa y lo que ha dicho…, yo creo que queda
demostrado que solo fue un exabrupto bastante poco feliz.
P.-¿Qué opina del llamado
"Bus de la Libertad"?
FB. Encuentro increíble que, para un sector, la libertad cabe
dentro de un bus y que la puedan manejar llevando donde quieran. La libertad es
mucho más amplia que eso. La libertad consiste en asumir, no tanto en elegir,
realidades que hay en la vida y que antes por diversas circunstancias
culturales estaban tapadas. No tenemos que mirarlas con miedo o con la
sensación de que se nos derrumban todo los valores, sino que nos están
ensanchando nuestra mentalidad. Yo crecí en una cultura en donde ni siquiera se
hablaba el tema de la homosexualidad o no se hablaba del tema de los conflictos
mapuches, y menos de que pudieran existir niños transgénero. Y yo agradezco
que, ya viejo, me he tenido que abrir, darme cuenta que hay un abuso que se
está haciendo con el pueblo mapuche de parte del Estado y darme cuenta que ser
homosexual no es algo malo ni es un castigo ni es una enfermedad, sino que es
una condición, por lo que me ensancha mi mentalidad. He podido descubrir que
hay niños que son transgénero, que no podemos ocultarlos ni darles la espalda y
tenemos que apoyar a esas familias. Yo creo que estas peleas que se producen a
través de este bus, es porque tal vez nos falta mayor diálogo, más capacidad de
apertura. No es que me estén agrediendo, sino que yo me estoy abriendo a
realidades nuevas. Y en ese caso, el bus más bien provoca agresión que un
diálogo más profundo y de apertura.
-¿No hay cierta intolerancia en
quienes se manifiestan en contra de este bus?
FB. Yo me acuerdo que en el 68, cuando se empezó todo el movimiento
de la liberación femenina, se colgaban en las universidades europeas sostenes
amarrados de un lado a otro. Y había una foto de una universitaria francesa
alegando que en su baño no había urinarios. Se cometen exageraciones y cosas
porque son grupos que han estado oprimidos por mucho tiempo, entonces siempre
en la cuestión reivindicativa hay exageraciones y hay cosas como fuertes. Pero
son reacciones de grupos que se han sentido y han estado postergados y
reprimidos por años, como han sido las mujeres, como han sido los homosexuales
o las familias que tienen un niño transgénero o alguna otra cosa. Entonces hay
veces que hay reacciones que han sido poco cívicas, pero hay que entenderlas en
un contexto.
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Los felicito por esta publicación. el sacerdote Berrrios, el padre Felipe, siempre hable en forma testimonial. No es un teórico, académico de estudio, teólogo ni un opinólogo que ella viva. Podrán uno tener a veces discrepancias, pero su palabras tienen mucho peso. Su voz se escucha, se propaga y llega a muchos corazones. Dice lo que muchos nos gustaría que dijeran nuestros obispos y por eso nunca será obispo. No tiene temor, dice lo que piensa y no se someta al rigor de la jerarquía. Es un verdadero discípulo de Jesús. No importa si el que lo lee es o no creyente o cristiano. Su palabra no tiene limitantes. Hay mucho para reflexionar, pero me quedo con su frase:
ResponderEliminarEstoy sintiendo que vivo en una comunidad y que me tiene que preocupar el problema de los chilotes y el de los indígenas. Voy siendo parte de un país. Entonces la educación va ir enfocada a que yo me preparo como profesional no para ser más rico, sino que para servir a mi país. Ese cambio de mentalidad es tremendamente importante y por eso he apoyado tanto esto de la Constitución, que parece una cuestión abstracta y etérea, pero es sumamente importante porque nos hace sentir que vivimos en un país que nos pertenece, que no soy un lobo solitario, si no que vivo en una comunidad y me tengo que preocupar de los más débiles de esa comunidad.
Una visión del acontecer nacional y actual que dice lo que muchos no se atreven. Me interpreta en un cien por ciento. Soy creyente pero alejado de la Iglesia por su conservadurismo añejo. Con sacerdotes así, volvería feliz. Pero como dijo el poeta, ya estoy viejo y solo trato de vivir bien en la convivencia en donde prima la solidaridad y el amor al prójimo,. Soy uno de los tantos profesores que creí que mi jubilación en la AFP era lo que decía el el hermano de Piñera. Resultó un vil engaño. Como jubilado no valga nada. En Algarrobo al menos sobrevivo mejor que en Santiago. Allí es horrible hay que pagar por todo. Acá tengo mar, playa, aire puro, muy buenos vecinos.
ResponderEliminarMuy útil para comprender. Entre ello, el bus naranja de la libertad. Ya me parecía que era una visión apocalíptica de quienes están fijos en al época de la inquisición. Muy bien padre Felipe. En mi familia se nos presentó un caso que nos hizo ver de otra forma y no seguir hablando desde lejos
ResponderEliminarTodo es utilitarismo, ero es todo el mundo, incuso en China. El problema está que no ha habido otro modelo. Los intentos han fracasado.Como paliativo está la educación y conciencia ciudadana del bien común, pero respetando la libertad
ResponderEliminarUn sacerdote de verdad, autentico y que opina metido en el mundo real. No vive como los obispos ni como los políticos hablan de la pobreza y nunca la han vivido ni han estado en ella. Gracias Algarrobo Digital. Más que un diario de solamente Algarrobo,es un lugar para informarse de algo más. En Santiago es ya para nosotros nuestro cable a la costa
ResponderEliminarLeyendo a Felipe Berrios y dejando a un lado su condición de católico y laico, que es como da sus opiniones, se ve en el una perdida de oportunidad que hemos tenido para que hubiese optado por el camino del liderazgo político. Al cargo que se presenta, ganaría. ¡Qué diferencia que nuestros políticos! Predican, pero no practican. Cobran, viajan y llevan una vida placentera con algo más de 15 millones de pesos mensuales
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