Artículo de Opinión
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“La
cosa pública tiene demasiada importancia para olvidarnos de ella y dejarla en
manos de gente poco capacitada”.
Fernando Alfaro
Bravo
Administrador
Publico. Magister Políticas Públicas
Durante los últimos años la
preocupación por lo público se ha deteriorado de manera lamentable y queda
demostrada con la baja participación en política, como ha sido el caso de la
escasa concurrencia en las elecciones, el conflicto que tuvieron los partidos
para reinscribirse y la complicación de algunos aspirantes en juntar las firmas
para poder inscribir sus candidaturas, entre muchas otras razones.
Lo triste de esto, es que nos quejamos de la mala calidad de quienes ostentan cargos públicos y no nos damos cuenta que una cosa ha llevado a la otra. El día que dejamos de preocuparnos estos temas relevantes de la vida pública, fue cuando permitimos que aquellos con menos capacidades y aptitudes se instalaran a dirigirnos en el gobierno, el parlamento y en cuanta institución pública existe.
Si algo nos
deja el debate y la exposición pública de los candidatos, es ver la mala
calidad de autoridades que ostentan cargos relevantes en nuestro país. Hace un par de meses vimos con algo de
sorpresa y espanto como los candidatos no recordaban como votaron en materias
que son hoy de suma importancia, otros incapaces de recordar partidas
presupuestarias importantes para la nación.
En la época de twitter, nos hemos llenado de candidatos que construyen candidaturas en 140 caracteres, sin un programa claro y con base, pero lanzando frases que quedan en el tiempo solo como un eslogan de campaña. Lamentablemente y luego de terminada ésta, nos damos cuenta que esas aseveraciones no tenían sustento político, jurídico y menos económico para realizarse.
Uno de los argumentos del libro “Por Qué Fracasan Los Países” y el más importante, al menos para mí, es que cuando las personas dejan de preocuparse por la cosa pública, permitimos con ello que cualquiera nos gobierne, y más aún, cuando permitimos que el poder del dinero y la política se mezclen, es ahí cuando los ciudadano nos quedamos en la más absoluta indefensión.
Basta con ver lo que ha pasado en los últimos años, en donde quedó en evidencia algo que sospechábamos hace mucho tiempo, que la red del dinero tenía “comprados” o “comprometidos” a sus intereses, a un gran número de políticos de los más variados sectores, de los cuales muchos de ellos terminaron legislando en beneficio de los de siempre y más poderosos, por sobre el bien común.
En los próximos meses, estaremos frente a una nueva elección y nadie debe restarse de este proceso, por lo que estamos obligados a informarnos, debatir y participar para decidir de la mejor manera. Una ciudadanía informada y participativa obligará a subir no solo el estándar ético de nuestras autoridades, sino también, su nivel técnico, que después de electos nos damos cuenta no tenían.
La cosa pública tiene demasiada importancia para olvidarnos de ella y dejarla en manos de gente poco capacitada.
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Qué grata sorpresa. Abrí mi diario del día, regresando de un trámite en Santiago, ciudad para odiar, y encontrarme en el Algarrobo tranquilo, aire puro, sin tacos, con un cielo y mar único, para entrarme con este artículo del señor Alfaro. Una clase de educación cívica que apunta a despertar al dormido ciudadano y dejar en el supermercado al consumidor gastando dinero de tarjetas que no tiene. Es tiempo de elevar la exigencia de preparación, espíritu de servicio público y probada honestidad de quienes ocupen cargos de representación pública. Sufragar no es una opción, es un deber ciudadano, y el voto debe ser elegido con adecuad información. No votar es renunciar a la más mínima norma ética y darle poder a quien no nos representa ni harán una gestión orientado al bien común. Felicitaciones señor Alfaro y al diario por haberle dado tribuna
ResponderEliminarUn articulo que hay que destacar y difundir, es aplicable en todo Chile y en todas las reparticiones de cargos públicos de elección popular. Uds. cada día van creciendo y con novedades como este columnista que están llevando al ser el diario de Algarrobo, algo impensado un dos años atrás. Es destacable la oportunidad que ustedes dan para que se puedan expresar opiniones. Gracias don Fernando Alfaro
ResponderEliminarExcelente artículo. Felicitaciones y gracias
ResponderEliminarTiene toda la razon el columnistas. Es momento de asumir responsabilidad ciudadana y no solo concurrir a votar sino votar estando informado por quienes tengan méritos de capacidad. No votemos por figuritas, artistas, modelos, comediantes, cantantes, hijos o hermanos de ...y por favor, caras nuevas con manos limpias
ResponderEliminar¿es aplicable en algarrobo? ¿los consejales, por ejemplo?
ResponderEliminarEs muy obvio que la ciudadanía se distancie de la política por la increíble mala gestión de los políticos en administrar un sistema que produzca un desarrollo sustentable y ante este descrédito general aparezcan políticos no políticos. Pero esto es en política, la ciudadanía no esta despreocupada de lo publico, de hecho esta cada día mas ocupada de los temas públicos. Es cierto lo de Dinero y Política que ha hecho daño al país, pero creo que ha hecho muchísimo mas daño la Política Y el Dinero, osea, hacer política buscando los recursos del estado que ha degradado a algunas instituciones gravemente. La falta de alternancia y cargos casi vitalicios provocan un serio estancamiento. Solución, participar en las elecciones para producir ese cambio de políticos y participar en los temas públicos.
ResponderEliminarDesde que Caín le pegó el mazazo a Abel -y hasta la fecha de hoy- los únicos interesados en la política, el poder y los beneficios, son aquellos ciudadanos que tienen el EGO bastante más grueso y potente que el normal de nosotros (los que luchamos por salir adelante con lo puesto) y, a la vez, son quienes aman el poder y tienen una natural tendencia a comer cosas ricas y acumular riquezas para sí mismos y también para sus amigos y parientes. No hay SABIOS-eruditos-ilustrados ni doctos-cultos-virtuosos en el lote de los que aspiran a ponerse la banda presidencial.
ResponderEliminarA 2 meses de las elecciones, tampoco hay tiempo para inscribirse en alguna carrera especializada en deberes cívicos. En Chile, la consciencia ciudadana respecto de esos menesteres es la misma que hay en los políticos respecto de la vocación de servicio: poco y nada.
Este reclamo de Fernando por el nivel de los candidatos y la escasa participación ciudadana en la toma de decisiones sobre quien nos ha de gobernar, podría servir para ayudar a que el SUCESOR del que YA viene sea elegido por más votos que la cantidad de gente que NO FUE A VOTAR.
Articulos como éste son muy valiosos. Felicitaciones. No estoy segura, pero me parece recordar el columnista fue candidato en Algarrobo a consejal (o concejal?) años atrás, es así? si es el, da mas fuerza a su vision critica sobre la mala politiqueria. So no es el, igual, felicitaciones, su opinión es llamada a tomar conciencia civica
ResponderEliminarDon Fernando, no cabe otra cosa que aplaudir sus palabras. Su planteamiento ojalá sea difundido por las redes sociales y logre crear consciencia. Los políticos que hemos tenido y que tenemos es responsabilidad de nosotros mismos. Llegó la hora de elegir por los méritos y por patrocinios partidista, respaldo económico, relación familiar, propaganda y padrinos vinculados a redes del poder oculto. Quedaré a la espera des próximas columnas. Me gusta´ria que escribiese sobre la importancia de la ética en la gestión publica.
ResponderEliminarMuy buena lectura para un domingo a menos de 60 día de las elecciones. Hay que ir a votar y votar por los méritos de los como dice el señor Valencia y no por la ropa que se ponen o camiseta de los partidos políticos. Votamos por rostros nuevos, limpios, no contaminados.
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