NADIE ESTÁ OBLIGADO A LO IMPOSIBLE

Artículo de Opinión

(Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan, por tanto, necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)

Fernando Alfaro Bravo

Administrador Publico. Magister Políticas Públicas

He escuchado tantas veces la frase “Nadie está obligado a lo imposible”, que uno termina por convencerse y hacerla propia en el decir y en el actuar. Pues entonces veamos qué es lo posible a lo que estamos obligados como ciudadanos, los funcionarios públicos, y aún más importante, a que están obligadas nuestras autoridades.

Los ciudadanos estamos obligados a cumplir la ley. De acuerdo al Art. 8  del Código Civil éste indica que “Nadie podrá alegar desconocimiento de la ley, una vez que está entre en vigencia (sic)” sumado a otras normas que son sociales y no están escritas en el ley, como ser amable, respetuoso y otras cosas que se nos han ido olvidando con el tiempo, a mi me pasa siempre, por lo cual no juzgo.

Los que somos Funcionarios Públicos, además de cumplir con la ley, al igual que todos los ciudadanos de este país, debemos también regirnos por el Estatuto Administrativo que en su Art. 61 que hace referencias en su letra I “A observar una vida social acorde con la dignidad del cargo (sic)”,  lo cual nos impone mayores responsabilidades, socialmente hablando, que al resto (situación también compleja de cumplir, ya que  todos podemos cometer errores), pero a los que me quiero referir –especialmente- son a aquellos que ostentan altos cargos públicos y cuál es el estándar ético que deben cumplir, lo cual haré citando el mismo artículo antes mencionado, el que en su letra G indica que “Se debe observar estrictamente el principio de probidad administrativa (sic)” y he ahí la clave de todo.

No basta con que las autoridades y hoy muchos candidatos aparezcan en sus carteles mostrando sus manos con la clásica frase “Tengo las manos limpias”, según mi parecer eso no es suficiente.

Hoy nuestras autoridades deben y han debido siempre observar el principio de probidad administrativa, que significa, entre otras cosas, cuidar con máximo celo los recursos públicos, porque son los recursos de todos y cada peso del Estado debe ser bien invertido. Tal como el dicho “La mujer del Cesar no solo debe serlo sino también parecerlo”

Hace pocas semanas, nos golpean con la noticia de los informes Copy-Paste por los cuales nuestros parlamentarios pagaron millones de pesos en reportes copiados de otros estudios, en donde incluso había párrafos de la revista “Icarito” (suplemento educativo del periódico La Tercera, dirigido al segundo ciclo de educación básica) y otros casos -con negligencia inexcusable- fueron pagados hasta seis veces por el mismo parlamentario.

No es acaso botar a la basura el pagar por proyectos no realizados, por asesorías truchas, por capacitaciones inexistentes, el uso y abuso de vehículos fiscales para cosas personales. Entonces el tener las manos limpias también es usar de manera correcta los recursos públicos, ya que en un país en donde las necesidades siguen siendo miles el dinero no sobra, por el contrario, escasea.

 Cuantas veces vemos asesores de autoridades que cobran mensualmente altas cifras y de las cuales, permítanme decirlo, discrepo de sus capacidades para ocupar altos cargos

Tal como cité al inicio de esta columna, nadie está obligado a lo imposible y menos intento dar cátedra sobre el  comportamiento de las personas (no tengo la estatura moral para hacerlo), es una simple reflexión sobre el proceder actual, pero creo que debemos subir el estándar de lo lo que todos estamos obligados, como mínimo, más aun de quienes nos dirigen.

                                                                                                                                            

PS: Mientras se me permita publicar en este medio, cosa que me pone contento, quisiera agradecer por única vez a todos los que leen y se dan el tiempo de responder. Me parece que es positiva la reflexión respetuosa y nos ayuda a todos

Nota de “Algarrobo Digital”

La primera columna de  Fernando Alfaro “La cosa pública” tuvo elevadísima lectura y comentarios que nos ha sorprendido gratamente. Desde su publicación, el viernes 22 de septiembre pasado, se ha mantenido siempre dentro de las 10 más altas lecturas. Estamos seguros, que podremos contar por mucho tiempo con las certeras opiniones de Fernando. Este diario comunal está abierto a la opinión ciudadana y buscar servir como plataforma para compartir opiniones y enriquecer las visiones del acontecer ciudadano desde una pequeña comuna, como Algarrobo, que aspira a ser parte de la corriente del pensamiento nacional.

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