En estos próximos
30 días de espera para la segunda vuelta presidencial, las personas no le creerán
a las encuestas
La sorpresiva baja votación de
Sebastián Piñera (menor al 40%) y la alta votación obtenida por Beatriz Sánchez
(20%), con una segunda vuelta ad portas el domingo 17 diciembre entre Piñera y Guillier, ha dejado
al país enfrentado a optar entre dos planteamientos diametralmente diferentes.
Las últimas cifras del
resultado electoral de este domingo, entregadas por el Servicio Electoral, entregan
a la izquierda y al centro izquierda el desafío de unir esas fuerzas para
retener el gobierno siendo mayoría absoluta, frente a la otra opción de derecha
y centro derecha que ha quedado en minoría. Ello sobre la base de un electorado
que, bajo el sistema del voto voluntario,
solamente ha sufragado en una cantidad algo menor a la mitad del padrón
electoral.
Serán 30 días de intensa
campaña y la oportunidad para motivar a la ciudadanía que, en forma
mayoritaria, no concurrió a votar, para que esta vez asuma un rol decisivo en
resolver quien y quienes dirigirán al país por los próximos cuatro años.
¿Qué opina usted? ¿Hubo manipulación en las encuestas? ¿Logrará la izquierda y centro izquierda la unidad para conservar el gobierno? ¿Qué escenario tiene Piñera para remontar?
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Piñera no tiene ninguna posibilidad. La derecha siempre ha sido disciplinada, la derecha ya votó. En su conjunto, es la suma de lo obtenido hoy por Piñera, Kast (más cierto porcentaje de votos de Goic). A las fuerzas de "centro-izquierda" (término que hoy en día resulta algo impreciso, incorrecto) de cara a la segunda vuelta, no le queda más que mantenerse, o bien, sumar. El electorado apático, que hoy no votó, en ningún caso dará su apoyo a Piñera, justo lo contrario. La derecha agotó su cuenta de ahorro. El contubernio, hoy escandalosamente develado a todo el país, entre las encuestas, la prensa y los "analistas políticos" (el 8,5% de la última CEP a Sánchez, el fin de la "moda" del FA) no fue capaz de torcerle la mano una tendencia nacional que se impone.
ResponderEliminarLamentablemente
EliminarTriste final para campaña de Piñera. Considerando los votos de Kast no le alcanza para ganar. No tiene a donde recurrir para más votos. Chile quiere seguir adelante con los cambios aunque sea a costo de un menor crecimiento. Es una decisión soberana. Primero la persona y dignidad humana, los negocios y cifra, están después. Quedó demostrado que las encuestas eran falsas señales.
ResponderEliminarEs impactante la manipulación política de las encuestas. Incluso es posible pensar que si la ciudadanía estaba bien informada, Beatríz Sánchez llegaba a segunda vuelta. Esta claro que la mayoría se expresa por continuar el camino propuesto por el gobierno de la Presidenta Bachelet. La reforma educacional y pensiones ya no tienen vuelta atrás. Es vergonzoso el nivel de mentira de los medios de comunicación. Hay que reflexionar y hacer algo sobre este tema.
ResponderEliminarGran espaldarazo de la gente a las reformas de este gobierno. No va a ganar Guiller, van a ganar las reformas impulsadas.
ResponderEliminarNo se puede dar por muerto a Piñera. Las teorías y cálculos de las encuestas han demostrado tener errores y horrores aquí y en todas partes. Si Trump ganó en Gringolandia, también Piñera puede revalidar su título en Fantasilandia. Según dicen algunos que dicen saber, la izquierda moderada y también la inmoderada se fueron en bandada a votar para compensar y equilibrar de alguna manera lo que las encuestas daban por hecho: que Piñera ganaría por goleada. Por su parte, la derecha, se relajó como en una fiesta después de los dos primeros whiskies y al otro día sólo los más cívicos del lote se decidieron por ir a las urnas. Por su parte, los otros (los que se daban por ganadores), se quedaron en sus casas para los bloody maries, las cervezas y para disfrutar del "triunfo" por la tele.
ResponderEliminarEstá claro que las malas prácticas empresariales, esas que le sacan el jugo a los sueldos de la gente y que la esclavizan con las deudas eternas del plástico y pensiones de medio pelo que no alcanzan para vislumbrar ningún paraíso en la vejentud (entre otros tantos lucros cargados de impuestos, intereses y elucubraciones financieras, como malditas pirámides, en las que siempre salen perdiendo los que no tienen chispeza ni saben mucho de pillerías), han sido el detonante que ha puesto al periodista Guillier y a la cariñosa Sra. Sánchez en la palestra de los triunfadores. Uno, para presidenciarse seriamente en la segunda vuelta, y la otra, para pensar en un futuro lleno de esplendor 4 años más adelante.
Los 300 o 400 mil piñeristas a medias que no votaron, ya se han despabilado. Frente al horror de que Tolerancia Cero se tome el poder, han decidido hacerse amiguis de los hinchas de Kazt para ir juntos a las urnas y salvar al país de algo tan escabroso como que Fernando Villegas, por ejemplo, termine como ministro de Educación y nos saque la madre para impulsar alguna ley que permita que los alumnos usen pelucas en las pruebas de matemáticas.
En fin, vivimos momentos de incertidumbre. El Chino Ríos, ya ha dictado su sentencia: "...Lo único que me faltaba...que ahora salga Presidente de Chile un periodista...Me estay hueviando...Sólo acuérdense que los periodistas son buenos para mentir". Anteriormente, había declarado "...Para mi, todos los periodistas son la misma mierda".