Artículo de Opinión
(Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)
Alien Carraz
Autor, pensador, ensayista y narrador
Chile, está en el privilegiado grupo de
países que tiene más línea costera en el mundo, con una enorme extensión que
alcanza los 6.435 kilómetros
conteniendo miles de pintorescas y coloridas caletas de pescadores. O sea,
tenemos tanto mar que perfectamente podríamos ser los mayores consumidores de
pescado del planeta y, en vez de atiborrarnos con la adrenalina contenida en la
carne de una inocente vaca holandesa (nacida y criada en el sur de Chile),
deberíamos aprovechar a cabalidad los nutrientes de primera calidad contenidos
en la carne de algunos pescados con muy baja concentración o fundamentalmente
libres de mercurio.(nota al
final de este artículo)
Estos peces contienen, especialmente, ácidos grasos Omega 3, los que tras muchos análisis y
estudios científicos con miles de participantes en pruebas, se ha demostrado
que favorecen absolutamente la salud cardiovascular y los procesos
químicos contenidos en la salud mental.
Y si esto no le parece tanto, habría
que agregar que el consumo de determinados pescados también mejora el cociente
intelectual de los adolescentes, al tiempo que reduce su pérdida en
personas de edad avanzada. Igualmente, la ingesta de este alimento ayuda
efectivamente en la función cognitiva
de las personas, es decir, en los procesos mentales que nos permiten recibir,
seleccionar, almacenar, transformar y elaborar toda la información acerca del
mundo o del ambiente que no rodea. O sea, estimula una mejor sinapsis (el mecanismo de
comunicación de las neuronas que les sirve para coordinar cualquier función del
organismo).
Para los niños, consumir determinados
pescados tiene gran influencia en sus capacidades intelectuales porque mejora
la calidad y duración del sueño y evita la somnolencia diurna (o sea, ayuda a
que su lindo muchachito no ande a los cabezazos y bostezos en las clases de
matemáticas a las 3:00 de la tarde, por ejemplo)
El cerebro, además de ser el centro
operacional del organismo, es también una máquina extremadamente sensible (y no
hablo de moquear y llorar) que, tanto en la infancia como en las etapas
adultas, necesita un constante aporte de aminoácidos (componentes
básicos de las proteínas) y de los ya nombrados ácidos Omega3 para su
buen funcionamiento. Todos, nutrientes contenidos en la carne de algunos
pescados.
Ya está más que comprobado que los
hábitos alimentarios influyen efectivamente en la salud, el bienestar y el
rendimiento de la actividad cerebral y, de paso, a la memoria, la
concentración, el aprendizaje y la capacidad de atención.
Por otra parte, está más que demostrado
que lo que es bueno para usted, a lo mejor no lo es tanto para otra persona.
Hay quienes beben un par de copas y se
transforman en unas malditas bestias, mientras otros se vuelven simpáticos,
chistosos y da gusto conversar con ellos.
La alimentación, al igual que cualquier
otra cosa que usted le meta a su cuerpo también tiene que ver con esta especie
de simbiosis (relación que se da entre dos organismos) que se genera entre su
cuerpo y lo que usted come, bebe, fuma,
esnifa o se inyecta.
Por lo tanto, y a pesar que en internet
nos tienen hasta más allá de la coronilla con todo tipo de noticias falsas sobre
la salud y dietas que no sirven para nada, usted siga fielmente a su instinto y
deje que su cuerpo le hable. Hágase de un filetito de jurel (si es que no le da
para corvina, lenguado o quizás una deliciosa reineta) que esté sumamente
fresco (cualquier pescado añejo es fatalmente malo) y en una sartén buena,
de esas que no necesitan casi nada de aceite y que ahora valen unos cuantos
pesos, cocínelo lo justo para que le quede jugoso y no se le seque.
¡Oiga, si esto no lo encuentra
delicioso…entonces lo suyo son los Mc Donnald’s y toda la sarta de porquerías
chatarras que ahí venden como si se parecieran en algo a las que ponen en las
fotos de su publicidad.
Lo otro que debe usted saber que hay
una interesante diferencia en cuanto al tipo de pescado que puede consumir:
Pescados blancos
(lenguado, merluza, gallo, bacalao, cabracho, congrio, rodaballo, cabracho…)
Estos peces son ricos en proteínas,
sales minerales, aportan muy pocas calorías (contienen entre un 1 y un 3% de
grasa) y ofrecen una buena cantidad de vitaminas del grupo B, especialmente
B12. También, aportan yodo, que es útil para las alteraciones de la tiroides,
al tiempo que inciden en la mantención de los niveles de colesterol y la prevención de enfermedades del corazón.
Pescados azules
(sardina, atún, salmón, trucha, bonito, pez espada, palometa, rodaballo, jurel,
angula, anchoa, carpa…)
El tono azul de su piel se debe a que
son peces que viven en aguas muy frías y superficiales. Tienen entre un 8 y un
15% de grasa, aunque ésta es poliinsaturada. Es decir, está cargada de cosas
beneficiosas para la salud cardiovascular y la circulación sanguínea. Entre
ellas, los ácidos grasos Omega3 ya mencionados, gran cantidad de proteínas,
yodo, fósforo, magnesio, calcio y hierro.
En otras palabras, comer carne de algunos
pescados es buenísimo para su salud. Y si ha escuchado que estos escamosos
animales están contaminados con mercurio,
permítame aclararle que tal cosa es cierta. Sin embargo, usted puede
hincarles el diente con toda confianza a todos estos buenos chicos
(peces, mariscos o moluscos) reseñados en la siguiente lista y que viven en
nuestro mar o en otros océanos del mundo: Anchoas, reineta, pez mantequilla, bagre, almeja, cangrejo,
cangrejo de río, gurrubata, rodaballo, abadejo, merluza, arenque, caballa, ostra,
percha de mar, platija, abadejo, salmón (enlatado), salmón (fresco), sardina, vieira,
sábalo, camarón, lenguado del Pacífico, calamar (chipirón), tilapia, pescado blanco,
romero.
Los que NO debe usted comer hasta nueva orden,
porque contienen una alta concentración de mercurio, son: Caballa gigante, pez aguja, tiburón, pez espada, blanquillo, atún y
pargo alazán.
Ya oyeron al tío Alien....a comer pescados, los descriteriados!!!
ResponderEliminarEl pescado es un excelente alimento. Tal como dijo Hipócrates, "que tu alimento sea tu medicina".
Come bien, y estarás sano.
Para ser alcalde y comer pescado hay que tener mucho cuidado !!!!
ResponderEliminar