Artículo de Opinión
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Diario)
Alien
Carraz
Vecino
de Algarrobo, residente permanente
A propósito de estudios científicos estrambóticos y descabellados, ahora existe la posibilidad de que en nuestro futuro inmediato, en vez de sembrar alfalfa para engordar vacas lecheras, dediquemos nuestros mejores esfuerzos en criar cucarachas para posteriormente “ordeñarlas” y así alimentar a la humanidad con los súper alimentos contenidos en su leche.
Es que si esto suena a ciencia ficción pura, la verdad es que con el crecimiento de la población mundial, las cambiantes condiciones climáticas con sequías en unas partes e inundaciones en otras y los cada vez más escasos recursos disponibles (agua, por ejemplo) en algunos países industrializados para la producción en masa de alimentos que alcancen para todos, los científicos están echando mano a tecnologías capaces de simplificar la alimentación de la gente en comprimidos, píldoras, tabletas o mini bebestibles que concentren todos los componentes esenciales para la vida.
El asunto está en deshacerse mentalmente de la imagen del bicho mientras se disfruta de tal alimento.
La técnica usada para extraer la leche de estos desagradables animalejos que nos conectan con alguna guarida en la oscuridad y mugre, es a través de la sintetización de una proteína al interior de los intestinos de la especie conocida como diploptera punctata.
Una de las investigaciones que los especialistas han trabajado por décadas como solución para erradicar a quizás una de las plagas más persistentes que asolan a millones de seres humanos, el hambre, ha sido la sintetización de los alimentos. Aquella práctica que posiblemente se inició con los viajes espaciales y con el fin de alimentar a los astronautas en medio del cosmos infinito, hoy cuenta con herramientas tecnológicas capaces de nutrir en masa a poblaciones enteras. Lo imprescindible es tener la fuente desde donde extraer el alimento. Pues, la leche de la diploptera punctata es un manantial de vitaminas, proteínas, azúcares y aminoácidos. Una secreción láctea que tiene todo lo esencial y un alto concentrado energético que multiplica por varias veces los valores proteicos de la leche de vaca, por ejemplo.
La otra gracia que tiene esta cucaracha, a diferencia de otras de su especie, es que es la única que es vivípara. Es decir, mientras sus parientes ponen huevecillos a la hora de tener “bebés”, la punctata posee fecundación y desarrollo embrionario. Por lo tanto, no pone huevos sino da a luz a un ser completamente formado.
Lo extraordinario de la cucaracha en términos de sus habilidades para la supervivencia es que se las ha arreglado perfectamente para adaptarse a los ciclos catastróficos por los que ha pasado el planeta y ha subsistido durante los últimos 350 millones de años. Eso, junto con su capacidad para resistir condiciones mortales para la mayoría (incluidos los dinosaurios) y más de 15 veces la radioactividad que soportamos los humanos, nos da una fuente de alimentación muy confiable que estará disponible mientras casi cualquiera otra habrá desaparecido.
Para los más asquientos, sería bueno que tomaran nota que, la cucaracha, en Asia, por ejemplo, es considerado un alimento extraordinario que tiene componentes que no sólo proveen nutrición sino también curan enfermedades y ¡detienen el envejecimiento!
En hospitales de China se curan a pacientes con polvo de cucaracha para las quemaduras, gastroenteritis, úlcera duodenal, infecciones pulmonares, etc. También se usa con fines cosméticos.
Así que, ya lo sabe. La próxima vez que se tope con una cucaracha en la cocina, no le ponga el pie encima. Piense que podría ser su único alimento si es que Kim Jong-Un y Donald Trump no logran contener al idiota que cargan consigo y nos meten en una radioactiva balacera infernal o el Calentamiento Global termina por hacer su cíclica tarea con la ayuda contaminadora de nuestros creativos industriales o al rey Sol le da por mandarnos una súper tormenta que nos deje a oscuras para siempre.
Finalmente, y si entre sus proyectos culinarios tiene en mente algún platillo con regordetas y deliciosas cucarachas como su menú estrella, le sugiero que cuando las ponga en la sartén, las fría 2 veces. Nuestro afamado chef cucarachento nacido en China, nos da la receta: “…En la primera freída la “cuca” queda cocinada. Pero, con la segunda, su caparazón se vuelve deliciosamente crocante y el interior suculento. Sírvalas con fideos y bañadas en salsa…”
¡Mmmmmm…exquisitas!
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Y no es chiste. Tal como mister Carraz nos informa, en el antiguo oriente todos estos rastreros y cuanto bicho se atreva a asomar la testera entre las rendijas del hogar, es sinónimo de alimento.
ResponderEliminarY las rechazadas (por nosotros) feuchas cucarachinas son un platillo gourmet, muy preciado por los paladares asiáticos.
Es que, si lo vienen degustando desde milenios, por algo será!
Solo una salvedad: según reciente información de la OMS, el término "leche" puede ser aplicado solo a la leche de mamíferos. Toda otro orígen, como leche de coco, soya, etc. no corresponde. Por lo tanto, (ergo), la "leche" de cucaracha no es tal: es solo el bicho debidamente licuado. Cocktail de cucas: Atrapé usía entre diez y quince de las bichas en comento, y de debida cuenta de estas, Introduzca en la licuadora, y dele ritmo de conga. Sugiero agregar jugo de mango, y una medida de ron, azúcar a gusto. Queda un brebaje enjundioso y estimulante!
Feliz año nuevo!!!!
Efectivamente, Rodrigo, el término "leche" en referencia a esta cuca es un eufemismo que se usa por el hecho de que la diploptera punctata es la única que "pare" a sus crías tal como un mamífero cualquiera y las alimenta con un líquido de características similares a la leche. Sin embargo, lo del "bicho licuado" que Rodrigo señala, tampoco es el proceso por el cual se obtiene la "leche", sino ésta se consigue en el laboratorio a través de la sintetización o replicación de los cristales de proteínas de este alimento y mediante manipulación genética y cultivo in vitro.
ResponderEliminarEso es correcto; lo mío es una recetita que quiero compartir con los abnegados lectores, a ver si surgen nuevas ideas de cómo sacarles las proteínas a las rastreras... digo.
EliminarSaludos y buen año, buena vida para todos. Paz en el vecindario.
Como algunos avispas consideran a nuestra Municipalidad como la vaca lechera en beneficio de ellos, ¿podría don Alien, dar una capacitación A los funcionarios incluidos al notable ingeniero y alcalde, para aumentar la leche a repartiR? Lectora fiel y admiradora de su talento imaginativo y narrativo
ResponderEliminarCamila, más que avispas, a muchos de aquellos "bicharracos" yo los pondría en la categoría de sanguijuelas. Ahora, que sí son avispados, la pura verdad! Tal como las "chaquetas amarilla", hay que eliminarlos. (Del ambiente político, digo.) Ah! y le sugiero no hacer ningún brebaje con esos bichos. No creo que aporten algo nutritivo ni den leche...
EliminarLamentablemente, Camila, los funcionarios a los que tú haces referencia no tienen interés ni vocación de servicio para invertir su tiempo en beneficio de todos. Su esfuerzo (minúsculo) tiene que ver con el bostezo permanente y el calentamiento global de sus puestos de trabajo. Y si fueran estudiantes, lo suyo sería un 3,6 para agarrar un 4 por inercia. Así, Algarrobo tiene exiguas, casi nulas posibilidades de liderar la aristocracia del turismo -por ejemplo- en la larga, delgada y atochada ruta de Los Poetas, que de poesía tiene lo que el Líder demuestra en aprecio y respeto por sus clientes permanentes que invierten su plata, tiempo, rabias y esfuerzo en regalarle riqueza.
EliminarDon Alien con tanto conocimiento, le ruego escribir un articulo sobre el mejor aprovechamiento alimenticio o de abono a la tierra de las algas de Algarrobo para que la municipalidad se coloque las pilas y haga un proyecto para pedir dinero al papa fisco
ResponderEliminarRoberto, lo que usted señala es una gran idea porque existe una industria de explotación (y muy rentable) de las diferentes algas que se crían o que llegan a las playas en nuestras costas.
Eliminar"Algunas algas pardas (huiro negro, huiro palo y sargazo) son muy preciadas en Japón, China y Francia, donde las emplean para producir espesantes alimenticios, cosméticos, fármacos y comida para animales".
Por otra parte, en Chile existe una agrupación técnica, el Comité de Productores y Procesadores de Algas Marinas A.G. (Copram) con quienes se podría perfectamente establecer lazos para aprender y quizás aprovechar este recurso de manera sustentable. Cualquier interesado puede contactar a Copram e investigar esta posibilidad: contacto@copram.cl
Si hubiese gente capacitada en la Municipalidad para gestionar recursos, ya existiría una industria de explotación de las algas en vez de tirarla a la basura y gastar millones en recogerla.