El experimentado velerista nacional de 43 años cuenta su historia y experiencia en el deporte náutico. “Coloro”, como es conocido por sus amigos, habla de la perseverancia que hay que tener para lograr los objetivos y la fuerza mental con que se debe navegar.
Juan Eduardo Ried, Campeón de la Regata Chiloé 2018 |
¿Desde cuándo navegas y cómo nace tu historia deportiva en la vela?
“Empecé a navegar a los 8 años en la categoría Optimist. Luego participé un par de años en Laser, 3 años en Traileriables, 8 años en J24 y 7 años en Lightning. Pasé por la fórmula ORC esporádicamente, pero siempre me gustó y preferí el One Design Me integré de manera permanente a la clase Oceánicos junto a los S40. Hoy navego en S40 y en J70”.
¿Qué tiene este deporte que no tengan otros? ¿Por qué te gusta tanto?
“Es un deporte cambiante, donde se entremezclan un montón de variables, diferentes cosas y nunca se termina de aprender. Es un deporte físico y muy mental. Es posible practicarlo por muchos años y nos obliga estar siempre insertos en la naturaleza. Pienso que la única desventaja es que estamos expuestos por muchas horas al sol y eso puede traernos consecuencias cuando seamos mayores”.
¿Cuáles, según tú, son tus participaciones más relevantes y dónde? ¿Cuáles son tus mayores logros deportivos en la vela?
“En la Clase J24, llevaba 6 ó 7 meses como timonel del ‘Clan-Becker’ y logramos clasificar en el segundo lugar al Mundial de 1995, ganándole a excelentes navegantes con mucha más experiencia que nosotros. En ese mundial terminamos en el puesto 36 de 73 competidores. En el mundial de Lightning, en 1999 en Salinas, conseguimos un 6to lugar junto a Ale y Cristóbal Pérez. Esos son los recuerdos más vivos que tengo. En la clase S40 hemos tenido buenos resultados nacionales e internacionales. Entre ellos, el más importante es haber ganado el Circuito Sudamericano. En Chile, haber ganado la regata de Chiloé en S40 es un logro importante”.
Has tenido la oportunidad de representar a Chile a través de la vela. ¿Qué significa para ti personalmente ser seleccionado nacional y llevar la bandera de Chile por los mares del mundo?
“He participado en muchos torneos Mundiales y Sudamericanos de Vela. También representé a Chile en los Juegos Odesur en Colombia. Siempre es muy grato correr por Chile en el extranjero”.
Eres un reconocido timonel a nivel nacional, ¿cómo se logra tener una experiencia de tu nivel?
“La experiencia de haber navegado harto y con buena gente a bordo hace que ganes experiencia y mejores tu nivel. Competir en S40 me ha hecho crecer mucho como timonel de barcos grandes. Parte de esto es aplicable a las embarcaciones más pequeñas también. He tenido a excelentes profesores en la táctica y trimando la mayor”.
¿Cuál es tu relación con Algarrobo y la Cofradía Náutica del Pacífico?
“Voy a la Cofradía desde el año 80 con mi papá. Después que falleció el año 1989, mi madre ha seguido con la camiseta muy puesta con Algarrobo y se quedó en el balneario y en la Cofradía Náutica. Gracias a ella mantuvimos a Algarrobo como nuestra segunda casa hasta hoy. Es en la Cofradía donde paso el 90% del tiempo así que en realidad el club es mi segunda casa. Desde hace 6 años estoy mucho más involucrado porque empecé a participar en el Directorio como director, labor que ha sido muy gratificante”.
Has participado de diversas regatas. ¿Qué historia tienes en tus participaciones en la Regata de Chiloé, una de las más importantes del país?
“He corrido desde la segunda versión de la Regata de Chiloé, en 1992. He corrido en casi todas, exceptuando la primera y un par entre el año 1998 y 2004 (si mal no recuerdo). Es una regata muy especial, apasionante y donde hay que pensar diferente. Gané en 1994 en la Categoría Traileriables en el MJ 26 Clan-IV. No había vuelto a ganarla hasta ahora, esta vez en S40 con el velero ‘Mitsubishi’ de Horacio Pavez”.
Esta última versión 2018 de Chiloé saliste campeón como timonel del yate Soto40 “Mitsubishi” de Horacio Pavez. ¿Cómo se debe trabajar y navegar para obtener el primer lugar de una regata tan importante como la de Chiloé?
“Estoy muy agradecido con Horacio por la oportunidad que me dio de integrarme como timonel del ‘Mitsubshi’. He tenido un tremendo aprendizaje como timonel y he visto cómo se lidera y se trabaja en un equipo de alto rendimiento en vela. Gracias a Horacio, a Talpi Piris y ahora a Nano Negrín, nuestro ex-trimer de mayor y actual táctico. Es un gran logro ganar Chiloé. Hemos ganado 3 veces la Off y 3 veces el Campeonato Nacional, pero la regata de Chiloé es una cosa diferente, a los tácticos de regatas de boyas les cuesta cambiar el minset para enfrentar regatas como esta. Muy bien Nano de haber entendido cómo funciona la dinámica en condiciones con corrientes, cambios de marea, de vientos y donde hay que mirar diferente el campo de regatas”.
¿Qué les dirías a los timoneles más jóvenes que quieren seguir una carrera profesional y un nivel como el tuyo en el deporte náutico?
“Que hay que navegar mucho, ser humilde en las victorias y aprender de las derrotas. En este deporte es muy importante ser realista y darse cuenta que uno es un eslabón más de la cadena. Además, son campañas caras, con presupuestos altos y hay que mantener los pies en la tierra para no creerse el cuento”.
Haz una invitación a los niños y jóvenes que recién comienzan en la vela, y a quienes no conocen este deporte, para que se sumen.
“Es un deporte apasionante, que enseña valores y que nos conecta con la naturaleza. Es un mito que hay que tener plata o ser adinerado para navegar y competir. De hecho la Cofradía Náutica del Pacífico cuenta hace casi 20 años con una Escuela de Vela Gratuita para todos los niños y jóvenes de Algarrobo, donde año a año aprenden las técnicas de navegación. Hay espacio para todos, y la Cofradía quiere entregar esa opción. Lo importante es ser perseverante y mantener siempre los pies en la tierra. Siempre doy gracias a Dios por las oportunidades que he tenido en es apasionante deporte”.
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