La necropsia,
efectuada por especialistas de Sernapesca, reveló que el mamífero tenía
"hematomas internos" que le ocasionaron la muerte.
Noticia del diario El Líder de San Antonio. Reporteada por Raúl Abarca Pailamilla
Por casi tres horas se
extendieron las pericias de necropsia a una ballena que varó el reciente
domingo en el humedal de la Reserva Nacional El Yali, al sur de la comuna de
Santo Domingo, desatando el asombro de cientos de personas que se encontraron
con este ejemplar.
Esta especie, que fue avistada
el sábado 22 de septiembre, mide un poco más de 16 metros y corresponde a un
macho joven de la especie conocida como ballena fin o rorcual (Balaenoptera
physalus) y pertenece a la familia Balaenopteridae, es decir, a los misticetos
o grandes ballenas con surcos gulares en su garganta y con una aleta dorsal.
Ayer el equipo de médicos de
Sernapesca Región de Valparaíso, acompañado por funcionarios de la Armada y por
el jefe nacional de la Unidad de Rescate y Conservación, Mauricio Ulloa,
desarrolló un análisis del mamífero marino.
Según explicó Ulloa, el
ejemplar correspondía a "una ballena subadulto macho, que tenía su sistema
digestivo con contenido alimenticio, por lo tanto, nos centramos en lo que eran
las evidencias de los traumas externos y finalmente constatamos, en cada una de
las cicatrices que tenía, que había hematomas internos, por lo tanto, suponemos
que esa fue la causa del varamiento y muerte de este ejemplar", precisó el
profesional.
70 toneladas
La ballena fin o rorcual se
caracteriza por estar dentro de los cetáceos más grandes y veloces del mundo.
El equipo regional de Sernapesca realiza las gestiones con la Municipalidad de
Santo Domingo para que el cuerpo del ejemplar pueda ser enterrado y,
posteriormente, su esqueleto sea donado para exhibición al Museo de Historia
Natural de San Antonio (Musa).
José Luis Brito, director del
Musa, detalló que esta "especie es la segunda ballena más grande, después
de la ballena azul o rorcual gigante, y llega a medir entre 20 y 25 metros de
largo".
"Este tipo de cetáceo
presenta un cuerpo alargado y estilizado, y su peso puede llegar a superar las
70 toneladas, con crías que llegan a medir entre 6 y 6,5 metros", agregó.
La ballena fin es generalmente
solitaria pero también puede ser observada en pequeñas manadas de hasta 20
individuos. "Es la más rápida de las aguas, llegando a desarrollar
velocidades de hasta 40 kilómetros por hora, pudiendo cubrir hasta 300
kilómetros en un solo día. Su velocidad la mantuvo a salvo de los cazadores
hasta que aparecieron los buques a vapor", contextualizó Brito, quien
recordó que "en Chile existen registros en toda la costa de esta especie.
Y en junio de 2018 ya había varado otro ejemplar, también una ballena juvenil,
en la playa de Isla Negra".
Fuente: Diario El Líder de San Antonio. Edición impresa
del 25 septiembre 2018. Página # 02
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