Para quienes gustan de la buena literatura Boletín
literario preparado por Eduardo Trucco B. (*) en el cual ofrece una selección
de párrafos, invitando a compartirlos y comentar.
“LA POÉTICA DEL ACONTECER”.
Gastón Soublette. Editorial
Universitaria. 2ª edición, 2018. Chileno, profesor de Teoría e historia del
arte y Filosofía Oriental, en la Facultad de Filosofía y Estética de la
Universidad Católica de Chile. Tiene estudios de Derecho en la Universidad de
Chile, y de Musicología y Composición musical en el Conservatorio de París.
Tiene varias obras escritas y entre ellas, “El Cristo Preexistente”.
Esta obra
incluye una introducción y 37 temas muy diversos (que van desde “Del ver y del
oír”, a “De la ciudad y su historia”, a “Del origen del lenguaje”, a “De la
Mafia”, “Del Zen” y “Del Juicio”), tratados brevemente (no más de 13 páginas, y
varios de sólo 2 páginas), con lenguaje preciso, bello y elegante, de gran
profundidad, y evidencia de la amplia formación y cultura del autor.
SELECCIÓN DE PÁRRAFOS:
1.
La poética del acontecer es como la poesía que sucede; el verso natural que
nadie escribe. Pág. 9.
2. La poética del acontecer tiene que ver con eso que llaman “destino”.
Líneas de movimiento, senderos de itinerancia humana, que convergen hacia un
suceso único, largamente preparado en las entrañas del que lo protagoniza o lo
observa.
3. La ley de analogía. Lo semejante que se atrae con lo semejante,
mediante una gravitación universal más viva y misteriosa que la de Newton. Por
eso el sabio dice: “Eso que piensas, eso te sucederá”.
4. Todo acontecer se rige por la ley de causa y efecto y por la ley de
analogía. La primera aporta la explicación mecánica del hecho por el agente
inmediato que lo provoca. La segunda aporta el contexto horizontal de todas las
resonancias que armonizan analógicamente con el hecho, allende las fronteras
del espacio y del tiempo, y dan razón de él mejor que toda explicación.
5. El hombre nace con la aptitud para entender el mundo por analogía,
pero en el correr de los años esa aptitud se atrofia en el plano consciente y
se refugia en los sueños.
6. …la observación humana tiene el ojo enfermo por el deseo de
apropiación y dominio. Pág. 10.
7. La analogía está en la mente del observador y sólo así se entiende
que sea una característica de las cosas observadas. Por eso el buen manejo de
la ley de analogía lo puede hacer sólo quien antes de observar el mundo,
observa atentamente su propio corazón.
8. Soy uno de esos que recuerda su infancia. El futuro y el olvido no
han logrado hacer de mí un puro adulto de cuerpo presente. Pág. 11.
9. (Sin salir por la puerta, se pueden conocer los caminos del cielo,
dice Lao Tse…) pág. 12.
10. La distancia del corazón es
también distancia de los sentidos. Así se percibe y se entiende la verdadera
trama del juego de la vida. Pág. 15.
11. En realidad las convicciones
profundas son un lujo que sólo pueden disfrutar los observadores. Pág. 16.
12. Los diluvios son decretados
por el cielo para exterminar a una raza carente de virtud. Pág. 17.
13. Las dos risas, la inocente y
la irreverente; más la mueca de la melancolía, son las tres máscaras del teatro
de la vida. Pág. 18.
14. (Refiriéndose la 4ª Sinfonía
de Gustav Mahler) Una transfiguración poética de la existencia. Pedir a la
naturaleza que entregue el secreto de su belleza a fin de trabajarlo con manos
humanas. Pág. 21.
15. Lo que llamamos destino no
está sometido a caprichos aleatorios. Se viven determinadas experiencias por
una predisposición interior que las provoca desde un centro de determinación
situado más allá de nuestras ideas e ilusiones. Pág. 23.
16. La presencia es la suma de la
imagen corporal y el aura. Pág. 25.
17. El aura del paisaje se
acrecienta según la energía que la tierra irradia en diferentes regiones o
polos de tensión espiritual.
18. La visión es una dimensión de
la existencia, entre todas, la más importante. Pág. 27.
19. Toda voz, todo sonido, tiene
un trasfondo de silencio. Pág. 28.
20. Hablo del pintor que mira y ve
lo que debe verse y no lo que se cree ver por la geometría del ojo. Hablo del
pintor que crea su propio paisaje. Pág. 34.
21. La ignorancia es lo natural.
La secreta dignidad de la incultura. Pág. 37.
22. Una buena respuesta sólo
podría darse a una pregunta debidamente formulada. Pág. 41.
23. Llegada la noche no seguimos
nuestra marcha; acampamos. Pág. 45.
24. Al fin el miedo termina
desvaneciéndose en el amor. Pág. 48.
25. A todos los hombres que crea
el cielo, da la luz necesaria para conducirse en la vida. Pág. 50.
26. La esencia de la música no es
la melodía ni la armonía ni la forma sino la contemplación del sonido. Pág. 51.
27. (Refiriéndose al pintor
paleolítico) Su obra no es una obra; es el rastro que en la roca deja el
pensamiento de la tribu. Pág. 54.
28. La memoria de las
profundidades entonces se refugió en la música.
29. Cuando el discípulo aprende a
caminar alternadamente hacia el ser y el no ser, le es revelada la esencia de
sí mismo y de todo… Pág. 59.
30. El silencio en sociedad es
insoportable. Obliga a estar presente con la sola consistencia de nuestro
cuerpo. El silencio en sociedad es semejante a la desnudez. Pág. 63.
31. El silencio es parte del
lenguaje y de la música, por eso de que “hablar poco es lo natural” (Lao Tse).
Pág. 64.
32. Cuando el aire de vida cede su
preeminencia a las otras dos instancias, el discurso y la economía se
magnifican. Es lo que hace posible la falsedad y el hambre. Pág. 68.
33. (Refiriéndose a un hombre que
ejecutó el tema del segundo movimiento de la 8ª sinfonía de Mahler, en una
quena, en un lugar desértico) Lo que sí puede asegurar es que lo hizo en un
momento de especial lucidez y júbilo interior. Pág. 70.
34. Las comidas, en familia o en
grupos de amigos, son celebraciones. Pág. 74.
35. Los hombres que dejaron de
correr dejaron también de danzar y de agradecer. El azar es ahora el único
misterio que acepta y fascina a quienes han excluido todo misterio de su vida.
36. Somos los exiliados del
misterio y de la poesía. Pág. 76.
37. Hay mujeres que se sorprenden
del sentimiento que en ellas se despierta después de dar a luz por primera vez.
Hay una inteligencia silvestre en ese amor. Pág. 77.
38. Frente a la panorámica de
profusa construcción antigua en el Cerro Toro, aparece la siguiente leyenda:
“No puede uno decir si es sonido o es silencio el rumor evanescente de
quebradas que sube por el aura del crepúsculo”. Pág. 78.
39. La sabiduría que le dio la
experiencia de vivir está presente aún en sus palabras, pero se expresa de un
modo parco e inseguro. Pág. 80.
40. Hay un camino del cielo y un
camino del hombre. Abrir el camino del cielo es dejar entrar la luz y la vida.
Abrir el camino del hombre (y no el del cielo) es dejar entrar al bandido (Se
Ma Tsien). Pág. 86.
41. El ejército de terracota es
magia sepulcral. El último refinamiento de la arcilla modelada desde los
tiempos de la caverna paleolítica. Pág. 87.
42. Igual cosa ocurre con cierto
tipo de chino que no ha abandonado el imperativo confuciano de la lucidez en la
lectura del acontecer. Pág. 88.
43. Toda gran mutación surge del
vacío como un imperceptible desplazamiento o balbuceo. Pág. 91.
44. En el libro de las Mutaciones
se lee lo siguiente: “El signo FU, la Verdad Interior es la representación
gráfica de la garra del pájaro sobre las hebras de su nidal”. Sugiere la idea
de incubación. Pág. 92.
45. La mafia tiene un santo
patrono. Como el tío de la familia del que nadie habla, ese sujeto nunca
nombrado, es el magno incógnito de la mafia. Pág. 96.
46. Originariamente el camino de
la mano izquierda abolió las reglas caballerescas del arte bélico europeo; de
ahí surgieron los métodos de dañar y aniquilar al adversario por cualquier
medio sin problemas de conciencia. Pág. 100.
47. La primera belleza que causó
la emoción del hombre fue el fuego. Al fulgor de la primera llama el homo
sapiens aprendió lo que es la risa y las lágrimas, las que brotan del júbilo,
no del dolor. Pág. 108.
48. …Tomás de Aquino confesó en un
acto de humildad: He comprendido cosas que me han hecho mirar mi obra escrita
con desconfianza. Pág. 111.
49. Estar solo con las palabras es
una situación límite del pensador a la que pocos tienen el coraje y la
paciencia de llegar por temor a tener que reprocharse la ingenuidad de haberlas
manipulado con ligereza. Pág. 112.
50. Religión de la mente; desde el
aseo matinal hasta el sueño, desde la evacuación de los intestinos hasta la
meditación y la iluminación súbita, todo es Zen en el Zen. La perfecta cultura
personal, aquella que pone fin al dolor, el cautiverio de las obras y la acumulación
de los males. Pág. 115.
51. La visita termina con una
reverencia, y en ese protocolo mudo y sencillo parece resonar el eco de las
palabras no dichas: “hemos compartido un buen silencio”. pág. 116.
52. ¿Quién o qué es el andariego?
Es uno que se aleja. La separación es la
suerte del andariego. El decir adiós es el rigor de su ley. Esto es, la
separación como destino, pues hay hombres hechos para la marcha, para el cambio
permanente. Pág. 117.
53. (La vida como aventura
cotidiana al azar de los vientos es inconcebible para quien no tiene ese
destino). Pág. 118.
54. Pero ellos viven como si
estuviesen al resguardo de toda catástrofe. La clave de este privilegio es su
sosiego interior y los lugares del territorio en que habitan. Ambas cosas los
protegen de toda vanidad. Pág. 123.
55. Los que han buscado esas soledades
para situar su morada logran establecer un buen equilibrio entre el deshabitado
espacio de su experiencia y el diálogo con otros. Es la medida de soledad que
exige la armonía de la vida humana con el espíritu de la tierra… Para acercarse
a ellos hay que amar la soledad, esa que en nada se parece a la de quienes
sufren de soledad. Pág. 124.
56. Porque la soledad sólo ejerce
su poder sobre el que desconoce el diálogo consigo mismo. Pág. 125.
57. Se nace en un país sin
espíritu, desarticulado moral y estéticamente. Pág. 128.
58. …los esbirros del nuevo
ordenamiento se exceden dando rienda suelta a su crueldad y bajeza… Pág. 130.
59. En eso se ve también la mano
de un asesor que aconsejó efectuar un corte en la vinculación psíquica que los
mapuches tienen con la mística de la tierra., pág. 134.
60. Una filosofía que Gastón no
podía menos que hacer suya. Mediante ella logró quebrar en su mente el cerco de
la lógica agobiante del mundo moderno. Pág. 147.
61. (Refiriéndose a una
fotografía) El claroscuro embellece sus facciones y resalta la expresión de
bondad y sencillez que hay en su rostro. Pág. 148.
62. …lo cual Lao Tse expresó en el
epigrama XLII de su libro del Tao en los siguientes términos: “todas las cosas
tienen una parte de luz y otra de oscuridad”. Pág. 152.
63. En lo personal la reacción
debía ser humana y poética a la vez, como un ir deliberadamente al encuentro
del peligro para palparlo en su misma plasticidad. Pág. 156.
64. El amor es una coraza
protectora… Mal se dice “coraza”. Es una delgada malla que protege nuestra
evidente fragilidad. Pág. 157.
65. (Capítulo “Del asalto”) “¿Qué
tenemos de común tú y yo?”. Hubo un silencio lo suficientemente extenso como
para que el interrogado captara que estaba siendo sometido a una prueba. Sólo
atinó a responder “debe ser la protesta, creo yo”. Los lanzas se miraron entre
ellos y aprobaron con un movimiento de cabeza; luego le pasaron la garrafa en
que bebían y lo invitaron a beber con ellos.
…Richard dirá después que al conocer a su víctima supo de la vida algo
más que lo que ya sabía. Y la víctima responderá que al conocer a su asaltante
supo de sí mismo y de su pueblo más de lo que hasta entonces creía saber. Pág.
159.
66. El estilo es la proyección de
la persona y está en la persona. Todo el que es persona tiene estilo. Pero no
todas las personas son realmente tales. Pág. 160.
67. No es que el mundo se vaya a
acabar; el mundo ya se acabó. Y ese tan temido acabo de mundo ha sido, para
decirlo con todas sus letras, más un hecho banal que apocalíptico. Pág. 164.
68. La situación actual en que se
halla la humanidad se puede definir así:
Todos saben que el mundo ya se acabó, pero la certeza de su fin es algo
que nadie puede soportar, por eso se la desecha mediante la mitología del
consumo.
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(*) Eduardo Trucco Burrows, es abogado de la U. de Concepción. Reside
en Algarrobo, en el condominio “Campomar” (camino a Tunquén). Ha estado ya casi
dos años interviniendo por la defensa y protección de los ecosistemas de la
playa de Tunquén, contra la invasión de inmobiliarias y demás personas que no
tienen escrúpulo alguno en destruir toda la playa, el humedal y el santuario de
la naturaleza. Lo que se presenta es un trabajo sencillo: leer obras escritas
en español, subrayar lo que nos parece interesante, bello, atractivo, divertido
o sorprendente; enseguida, haciendo una cuidadosa selección de todos los
párrafos que se ha subrayado, se traspasan las citas – generalmente sin
comentarios – al boletín.
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Invitamos a nuestros lectores a participar con sus
comentarios en nuestra sección “Comentarios”, de más abajo, pinchando al pie de
esta noticia.
Extraordinario! Gracias a AD por acercarnos a la cultura.
ResponderEliminarLo bonito sería que esto lo hiciera una persona profesionalmente vinculada al ámbito de los libros, y no alguien de cualquier área que basa su autoridad en el prestigio social de las carreras tradicionales.
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