Editorial Diario El Mercurio de Valparaíso
Domingo, Noviembre 25, 2018
Ninguneado en su propio
sector, el abogado vuelve a colarse en las encuestas, consolidándose como una
de las cartas presidenciales de la centroderecha. Es decir, y resumiendo, hay
un candidato incombustible, que no es del gusto de las élites y que suele
meterse en disputas bizantinas con su propio sector. ¿Qué podría salir mal?
Más que su renuncia en sí, la
salida tras los cuestionamientos de Contraloría del seremi de Salud, Francisco
Álvarez, hizo picar el morbo político local por ser considerado el único
representante en el gabinete regional del senador Francisco Chahuán, quien de
esta manera pierde el último y humilde bastión que le quedaba en el edificio de
la Plaza Cívica.
Con todo, y más allá de que
muchos se solacen con la supuesta "caída en desgracia" de un político
que -no olvidemos- conquistó la primera mayoría nacional del Senado con casi
150 mil votos y se dio el lujo de arrastrar al hoy también inquieto senador
Kenneth Pugh, lo cierto es que tal "bloqueo" (que supuestamente
también se le aplicaría en La Moneda) no se condice con los números de la última
encuesta de aprobación de personajes políticos de Cadem.
En ésta, pasó de los 41 puntos
marcados en julio (en agosto, septiembre y octubre no fue incluido en los
sondeos) a 53, ubicándose en un expectante séptimo lugar general, como la
tercera carta de la centroderecha, sólo por detrás de los alcaldes y
excandidatos presidenciales Joaquín Lavín y Evelyn Matthei, y superando a los
senadores Manuel José Ossandón, Felipe Kast y Andrés Allamand. Incluso es el
segundo de su sector con menos rechazo y cuenta con un interesante potencial
para poder crecer de acuerdo a su nivel de conocimiento.
Para un afuerino, suponemos,
debe ser difícil entender el fenómeno que vive en su propia región el exfiscal
de Cemento Melón, malquerido por su sector, aproblemado dentro de su partido y
hoy distanciado de su otrora más fiel vasallo, el consejero regional Jaime
Perry, y también del diputado Andrés Longton.
Pero Chahuán lo ha dicho a
quien quiera escucharlo: estará sí o sí en la papeleta presidencial de 2021,
con o sin partido. Quizás por lo mismo -en rigor, precisamente por eso- ha
privilegiado los viajes nacionales y ha ampliado su recargada agenda para
hacerse cargo de temas tan disímiles como La Araucanía, los chilenos presos en
Malasia o el proyecto de reforma a las isapres.
¿Será la hora de Chahuán?
Contra todo y contra todos, nada pareciera indicar que no lo sea. Y si de algo
sirve la historia, no es ningún despropósito recordar su triunfo senatorial
sobre Joaquín Lavín el año 2009, acaso una de las batallas más épicas que se
recuerden desde el regreso de la democracia y en la cual el millonario aporte
de las empresas para su contrincante rebasó todo límite.
Tal vez su agenda valórica no
esté acorde al acelerado progresismo que impera hoy en Chile, pero no sería el
senador el primero en flexibilizar posturas en pos de una candidatura
presidencial que lo sorprendería con 50 años en un aún prometedor momento de su
carrera política.
Es decir, y resumiendo, hay un
candidato incombustible, que no es del gusto de las élites y que suele meterse
en disputas bizantinas con su propio sector. ¿Qué podría salir mal?
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Que pobre, mal estructurada y mediocre es esta editorial. Parece que el editor no estaba muy clarito cuando la escribió.
ResponderEliminarLo otro: pregunta qué podría salir mal? Todo, porque es Chahuan. No tiene dedos pal piano.
cuando llevo a Urquiza para alcalde por Algarrobo me di cuenta que es un politico mas sin brujula
ResponderEliminarPesa menos que un paquete de barquillo ¡¡¡
ResponderEliminarNo le da el ancho para Presidente es como Lavin, cosista y oportunista, esta bien como senador
ResponderEliminarLas encuestas hoy en dia no dan confianza, lo que si se puede dar es que en 2da vuelta estara Kast y toda la derecha tradicional ( arrepentida de insultarlo y desmerecerlo) como perrito regalon votara por el.
ResponderEliminarEste Chile desconfiado que, ingenuamente, se ha acostumbrado a creer que cacha todo lo que pasa bajo el agua (sea esta estancada o corruptamente empantanada) se enamora y desenamora de los distintos candidatos a los puestos de vanguardia dependiendo de la caña, la luna, una bipolaridad galopante, sus propios desvaríos o, quizás esa tonta ilusión de que un Chahuán como éste, de pronto se volverá súper competente, generoso, comprometido, heroico...y al que le vendrá una especie de ataque de civismo, un síndrome irrefrenable de vocación de servicio, al tiempo que desde su henchido pecho nacional le brotará una emputecida hambre por ponerse al servicio de Chile...
ResponderEliminarAsí han pasado por nuestros votos cientos de aquellos animales políticos que cantan la canción nacional con una mano en el pecho (del lado donde guardan celosamente la calculadora, los cheques y las facturas IF)
La política y el oportunismo van de la mano como la pelota y la zancadilla. El verso es al discurso lo que el gas a los porotos con rienda. Nuestras oportunidades de alcanzar la gloria es un proyecto para futuras generaciones a una distancia que sea superior a los milagros espontáneos e igual al tiempo que nos resta para volver a tener una generación dorada y repetir la hazaña de ser bicampeones de América.
Por hora, a tomar asiento y disfrutar del paisaje...
Candidatos de derecha e izquierda tradicional ya no sirven, es super facil de entender el fenomeno politico en Chile,sin bipolaridad ni dormirse en los laureles, ni de generaciones futuras, lo que esta demostrado es que el gobierno de Piñera es blando, para que comparar con gobiernos de izquierda, por tanto la ciudadania se volcara a los extremos.
ResponderEliminar¿Y por casa como andamos Don Ernes?
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