Para quienes gustan de la buena literatura Boletín
literario preparado por Eduardo Trucco B. (*) en el cual ofrece una selección
de párrafos, invitando a compartirlos y comentar.
“DAÑOS COLATERALES. Desigualdades sociales en la era global”.
Zygmunt Bauman
Fondo de Cultura Económica. Buenos
Aires, 2011. Profesor emérito y ensayista, polaco, nacido en 1925. Autor de
muchas obras en el ámbito sociológico y político; por su obra, ha recibido
varios premios importantes, y el más reciente, Premio Príncipe de Asturias de
Comunicación y Humanidades, el año 2011.
SELECCIÓN DE PÁRRAFOS:
1. El aumento de la desigualdad casi nunca se
considera señal de un problema que no sea estrictamente económico; por otra
parte, en la mayoría de los debates – relativamente escasos – sobre los
peligros que acarrea la desigualdad para las sociedades, se priorizan las
amenazas a “la ley y el orden” y se dejan de lado los peligros que acechan a
componentes tan superlativos del bienestar social general como la salud mental
y física de toda la población, la calidad de su vida cotidiana, el tenor de su
compromiso político y la fortaleza de los lazos que la integran en el seno de la
sociedad. Pág. 10.
2. …bajar el índice de jóvenes que entran en
conflicto con la ley requiere llegar a las raíces de ese fenómeno, y las raíces
son sociales. Consisten en una combinación de tres factores: la instilación y la
propagación de una filosofía consumista de vida bajo la presión de una economía y una política orientadas por
el consumo; la acelerada reducción de oportunidades disponibles para los
pobres, y la ausencia, para un segmento creciente de la población, de
perspectivas realistas de evitar o superar la pobreza que sean seguras y estén
legitimadas por la sociedad. Pág. 12.
3. El término “baja (o daño, o víctima)
colateral” fue acuñado en tiempos recientes en el vocabulario de las fuerzas
militares expedicionarias, y difundido a su vez por los periodistas que
informan sobre sus acciones, para denotar los efectos no intencionales ni
planeados – e “imprevistos”, como suele decirse erróneamente -, que no obstante
son dañinos, lesivos y perjudiciales. Pág. 13.
4. Según Martin Espada, profesor de inglés en
la Universidad de Massachusetts, “solemos pensar que los desastres naturales
son en cierto modo imparciales y azarosos. Sin embargo, siempre ocurre lo
mismo:son los pobres quienes
corren peligro. Eso es lo que implica ser pobre. Es peligroso ser pobre. Es
peligroso ser negro. Pág. 15.
5. La posibilidad de convertirse en “víctima
colateral” de cualquier emprendimiento humano, por noble que se declare su
propósito, y de cualquier catástrofe “natural”, por muy ciega que sea a la
división en clases, es hoy una de las dimensiones más drásticas e impactantes
de la desigualdad social. Este fenómeno dice muchísimo sobre la posición
relegada y descendente que ocupa la desigualdad social en la agenda política
contemporánea. Pág. 17.
6. Uno de los puntos débiles más notorios de
los regímenes democráticos es la contradicción entre la universalidad formal de
los derechos democráticos (conferidos a todos los ciudadanos por igual) y la no
tan universal capacidad de sus titulares para ejercerlos con eficacia; Pág. 23.
7. La aplicación de ese principio puede y
suele proteger a los hombres y las mujeres contra el triple flagelo del silenciamiento, la exclusión y la humillación; Pág. 28.
8. El Estado actual es cada vez menos capaz
de prometer seguridad existencial a sus súbditos (“liberarlos del miedo”…) Pág.
29.
9. …no podemos defender con eficacia nuestras
libertades en casa mientras nos amurallamos para separarnos del resto del mundo
y atendemos sólo a nuestros propios asuntos. Pág. 33.
10.
La modernidad fue una reacción decidida y enérgica a la decadencia de las
estructuras heredadas y el resultante desorden social. Pág. 44.
11.
(Refiriéndose a cifras y estadísticas sobre efectos negativos de la desigualdad
en los países más desarrollados) Ponen en tela de juicio nuestra apatía ética o
indiferencia moral, ya demasiado extendidas; Pág. 56.
12.
Dicha estrategia, como lo aprendí por entonces de Crozier, consiste, en todos
los tiempos y en todas partes, en la manipulación de la inseguridad. La incertidumbre, causa principal de la
inseguridad, es por lejos el más decisivo instrumento de poder; de hecho, es su
propia sustancia. Pág. 61.
13.
El obvio crecimiento de la apatía política, la pérdida del interés y los compromisos
políticos (“no más salvación por la sociedad”, como lo ha expresado la célebre
y sucinta frase de Peter Drucker), sumados a un repliegue masivo de la
población con respecto a su participación en la política institucionalizada,
atestiguan el derrumbe de los cimientos sobre los que se apoya el poder
estatal. Pág. 77.
14.
La “mixofobia” se manifiesta en el impulso de formar islas de semejanza y
uniformidad en un mar de variedad y diferencia. Pág. 91.
15.
Los extraños son peligrosos, y por eso todo extraño vaticina peligro. O al
menos, así lo creen estas personas. Y su deseo primordial es estar a salvo del
peligro. Más exactamente, estar a salvo del sobrecogedor, angustioso y
paralizante miedo
a la inseguridad. Y esperan que las
murallas los protejan de ese miedo. Pág. 94.
16.
En síntesis, para ser morales, debemos comprar bienes; Pág. 110.
17.
La cohabitación de lo privado y lo público está llena de ruido y de furia. Pág.
128.
18.
O bien, tal como George Steiner bautizó el código por el que regimos nuestra
vida, vivimos en una cultura de casino… Pág. 138.
19.
(Máxima de Séneca) “la suerte es lo que ocurre cuando la preparación encuentra
la oportunidad” Pág. 139.
20.
…tal como lo enuncia sucintamente Leszek Kolakowski, “Dios no nos debe nada”
(ni justicia ni una excusa por la ausencia de justicia). Pág. 143.
21.
(Cita de Carl Schmitt) “El orden jurídico no se basa en una norma sino en una decisión.” Pág. 144.
22.
Todo esto nos lleva de regreso al principio, al miedo “cósmico” o primitivo, que, de acuerdo con Mijaíl Bajtín, es
fuente tanto de la religión como de la política. Pág. 145.
23.
(otra cita de C. Schmitt) “No existe norma aplicable al caos.” Pág. 150.
24.
(Refiriéndose al Libro de Job, en la Biblia) Job no esperaba una respuesta a
sus lamentos, y al menos en este punto no cabe duda de que estaba en lo cierto.
Pág. 151.
25.
…después de notar la “inclinación totalitaria”, tal como sugirió Hannah Arendt,
endémica a todas las formas modernas de poder estatal. Pág. 161.
26.
Este proceso tuvo lugar en Estados Unidos, pero en todo el mundo se observan
iniciativas similares de incrementar el volumen de miedo y proporcionar los objetivos
contra los cuales descargar la ansiedad resultante. Pág. 170.
27.
Para evitar la ruina, los seres humanos deben liberarse: los grandes y
poderosos, de la lástima, la compasión, el (injusto) cargo de conciencia y los
(innecesarios) escrúpulos; los vulgares y humildes, de la esperanza. Pág. 178.
28.
Para resumir una larga historia, hemos quedado desprotegidos (cabría agregar “indefensos contra nuestra compartida
capacidad morbosa”).
29.
John M. Steiner usó la metáfora del “durmiente”, tomada de la terminología de
las redes de espías, para denotar una aún no revelada inclinación personal a
cometer actos de violencia, o una vulnerabilidad a la tentación de sumarse a
dichos actos… Pág. 186.
30.
En La
violencia nazi. Una genealogía europea,
Enzo Traverso propone el concepto del “potencial de barbarie” de la
civilización moderna. Pág. 195.
31.
La calamidad moral de nuestra época “no se origina en la sensualidad o en la
perfidia, ni en la deshonestidad o el libertinaje, ni siquiera en la
explotación… sino en un déficit de imaginación; por cuanto la imaginación, tal
como Anders no se cansa de repetir, capta más “verdad” de lo que es capaz de
hacerlo nuestra percepción empírica impulsada por máquinas. Yo agregaría: la
imaginación también capta infinitamente más de la verdad moral, puesto que encuentra aquello para lo cual
nuestra percepción empírica tiene los ojos vendados. Pág. 198.
32.
…la clase marginal revela y exhibe en forma brutal una posibilidad espeluznante
de la que preferiríamos no estar al tanto. Pág. 206.
33.
Nadie pude considerarse inmune a los merodeos de la Fatalidad. Pág. 210.
34.
El “reconocimiento social” significa la aceptación, por parte de “los otros que
importan”, de que la forma de vida practicada por un individuo particular es
digna y decente… La alternativa al reconocimiento social es la negación de la
dignidad; la humillación. Pág. 211.
35.
Por cierto, el diálogo es un arte difícil. Pág. 230.
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(*) Eduardo Trucco Burrows, es abogado de la U. de Concepción. Reside
en Algarrobo, en el condominio “Campomar” (camino a Tunquén). Ha estado ya casi
dos años interviniendo por la defensa y protección de los ecosistemas de la
playa de Tunquén, contra la invasión de inmobiliarias y demás personas que no
tienen escrúpulo alguno en destruir toda la playa, el humedal y el santuario de
la naturaleza. Lo que se presenta es un trabajo sencillo: leer obras escritas
en español, subrayar lo que nos parece interesante, bello, atractivo, divertido
o sorprendente; enseguida, haciendo una cuidadosa selección de todos los
párrafos que se ha subrayado, se traspasan las citas – generalmente sin
comentarios – al boletín.
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Invitamos a nuestros lectores a
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pinchando al pie de esta noticia.
[1] Nota del Director del
Boletín: nos parece que ya no es “siempre”, sino “casi siempre”, pues cada día
que pasa, con mayor frecuencia esos desastres alcanzan y afectan a todos (aun
cuando no por igual).
Algarrobo, descripción gráfica :)
ResponderEliminarGracias. Un libro que resulta util leer para los tiempos de hoy.
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