La nutricionista Jessica Quiroz entrega algunos consejos para afrontar el regreso a la rutina de la mejor manera con los más pequeños. Comer poco, pero varias veces, es la fórmula.
Nicole Guzmán Cáceres
Fuente: El Líder San Antonio
El 5 de marzo es la fecha impuesta por el Mineduc para que los alumnos se incorporen a su año académico 2019 y, seguramente, los niños son los menos entusiasmados con volver a levantarse temprano para retomar sus actividades académicas.
Si busca una forma de alivianar el suplicio de su retoño, ponga atención a los consejos que entrega la nutricionista sanantonina Jessica Quiroz, de la clínica San Cristóbal de Barrancas, para que la alimentación contribuya a mejorar el ánimo y a que los niños no les cueste tanto levantarse temprano.
Según la especialista, la clave para apoyar a los escolares en la reincorporación a la rutina está en prestarle especial atención al desayuno y las colaciones.
Desayuno
Lo primero que destaca la profesional es que la última comida del día anterior no sea muy tarde ni muy pesada para dormir bien y no arruinar el apetito del otro día.
"Se recomienda para los escolares que la última comida del día anterior sea hasta las 8 de la noche, evitando todo lo que sean los hidratos de carbono que sean muy almidonados, como el arroz, el puré, los fideos o las grasas, ya que enlentecen mucho el vaciamiento gástrico. Eso produce dormir con el estómago muy pesado o despertar con sensación de náusea en la mañana", explica Quiroz.
Equilibrio
Además, plantea que la ciencia de un 'desayuno de campeones' está en qué tipo de alimentos escoja. "Un desayuno equilibrado y balanceado se compone de un lácteo descremado, que es la proteína, alguna fruta, que sería el aporte de fibra y de vitaminas, y por un cereal integral".
Es común que los niños al salir de la casa solo se tomen una leche porque es muy temprano como para tener hambre. Si eso le llega a pasar, no se complique, porque hay opciones para asegurarle a su hijo un buen desayuno.
"Si el niño tiene poco apetito, lo que se podría hacer es echar el vaso de leche en la juguera con dos cucharaditas de algún cereal como la avena, más medio plátano, y se lo toma. Entonces el niño ya va completo, y podría aguantar sin problemas dos o tres horas más hasta el momento de su colación en el recreo", señala la nutricionista.
Colaciones
La colación de la mañana toma vital importancia si el desayuno fue ligero.
"Lo ideal es una fruta de colación, pero si el niño no comió bien en el desayuno, ahí se recomienda una caja de leche que sea descremada y sin azúcar. Y eso se puede acompañar con un sándwich, idealmente de harina integral, porque así activa la digestión de la mañana y, al ser un hidrato de carbono complejo, hace que la gente sienta menos hambre durante la mañana. Ese sándwich puede ser con huevo, palta tomate, jamón de pavo, quesillo. Esas son las opciones saludables y nutritivas", revela.
La colación de la tarde tiene que ser al salir del colegio. La profesional recomienda comerse el postre más tarde, o llegar a la casa a comerse una fruta.
Jalea
La jalea es otra buena opción para entregar de colación. "Si bien no tiene aportes nutricionales, puede servirnos con los niños que son más golosos, o que no respetan las porciones, y que necesitan estar comiendo otra 'cosita' más. Lo importante es que sea sin azúcar".
Lo ideal es que sea baja en azúcar para que evite la sensación de hambre después. "El hecho de que los productos tengan azúcar, significa que elevarán mucho la glicemia y luego les va a dar más hambre de nuevo".
Para el almuerzo, recomienda integrar productos con omega 3, como el pescado, ideal para la concentración. Y antes que sean las 8 de la tarde, tiene que elegir: "o toma once o cena, las dos cosas no se puede", indicó Quiroz.
5comidas al día hay que consumir, según la nutricionista.
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