FÁBULAS DE FÚTBOL: ¡HEY...DÉNME UN PASE, POR FAVOR!

Por: Alien Carraz
escritor & articulista

Ya sabemos todos que la vida da muchas vueltas y que de la gloria al infierno no hay más distancia que la de un gas a un desastre (y un cambio de calzoncillos de urgencia). Así, el "Niño Maravilla", el tocopillano más famoso del planeta, pasó de ser la gran estrella goleadora del Arsenal de Wenger al intermitente multiusos sin gol del Manchester United de Mourinho. 

Las ansias de gloria y títulos que perseguía Alexis (y que eran avalabados por una mayoría de los fanáticos chilenos) lo llevó a abandonar la mullida, cómoda y placentera titularidad indiscutible en el Arsenal y a ganarse poco a poco un espacio entre que hacen banca como castigo y también entre los despreciados por una buena parte de los aficionados gunners. 

Es que a nadie le gusta un "malagradecido", un "mercenario" que lo único que quiere es mandarse a cambiar del club para exigir ser el mejor pagado en otro, el más grande y enemigo deportivo íntimo del Arsenal: el Manchester United.

El Alexis de hoy, es un jugador cualquiera. A duras penas carga con el currículo  de "bicampeón de América", y el de "megaestrella" ya le ha empezado a quedar grande. A Alexis se le nota como aislado del resto de sus compañeros. Él, juega para el equipo, pero el equipo NO juega para él. Defiende más de lo que ataca. Se muestra para el pase, pero NADIE parece querer darle uno...Se fue la Mayte y su fútbol se fue con su recuerdo. Sólo Tom y Humber  lo acompañan sin pedir nada a cambio.

En lo estrictamente futbolístico, Alexis, juega como un peón cualquiera y se nota que no tiene ascendencia ninguna en el tramado que plantea el United, y que tampoco le permite desplegar sus cualidades...ni mucho menos llegar al gol. Sánchez, como Vidal, son del tipo de jugadores de fútbol generoso que apelan al despliegue y el sacrificio. Atacan y defienden los 90 minutos. 

Sin embargo, ambos han descendido del paraíso a poner los pies sobre el suelo donde la cruda realidad se encarga de hacer del regreso a la gloria una cuestión dura, peluda y difícil. No me cabe duda que cualquier equipo del mundo (que no sea el United para uno y el Barsa para el otro) estaría encantado de tenerlos de titulares fijos en sus filas. Pero, ellos han elegido la vía compleja para desarrollar su trabajo. En vez de Guardiola, Alexis, se decantó equivocadamente por Mourinho. Mientras que a Arturo, su sueño de hacerse de la Champions, lo llevó a elegir el Barsa.  

Lo peor para Alexis es que difícilmente va a poder explotar nuevamente si continúa de peón sin asistencia y corriendo la cancha de arriba a abajo y cada vez más involucrado en tirar centros y asistencias en vez de ser el referente al cual le llegan todas las pelotas, tal como lo fue en algún momento y por lo cual casi salió de goleador de la Premier hace un par de años en el Arsenal.

Ni Pogba, ni Martial, ni Mata, ni Rashford, ni Lingard, ni Herrera parecen darse cuenta que Alexis se muestra por todas partes para recibir un pase. En apariencia, o no confían en él o simplemente no lo quieren ver. La prensa Inglesa repite constantemente sobre Sánchez aquello de "solo y aislado".  

La figura enorme, oscura y bonachona de Lukaku es lo único parecido a un amigo que Alexis tiene en el United. 

Solskjaer, el nuevo entrenador del Manchester, que lo tiene invicto en los 8 partidos que lleva al mando, llena de elogios el trabajo de Alexis en los entrenamientos, pero igual lo pone a jugar en medio del aislamiento y sin chances de incidir ciertamente en el juego del equipo.

Alexis, con 30 años encima, ya tiene plata y gloria acumulada lo suficiente como para no desperdiciar lo que le resta como jugador de élite desgastándose en un equipo que no lo considera importante, a pesar de que él y su representante consiguieron que el club le pagara el sueldo más alto de la Premier. 

"La mayor parte del United que ha tocado Solskjaer se ha convertido en oro...Pero sacar una melodía de Sánchez claramente tardará un poco más...Alexis, sigue siendo el hombre extraño del United". Luego, en esta misma columna del periódico inglés Telegraph, el periodista remata su obra describiendo a Alexis como "indeciso y con patas de plomo".