"agradecer a un político por las obras que hace, es como agradecer al cajero automático por que te entrega tu dinero"
Editorial
La enfermedad de la reelección ataca o puede atacar a cualquier persona, sea política partidista o no.
El afán de estar siempre en el poder, parece ser intrínseco en la persona humana y seguramente por eso es aceptado por algunos grupos sociales y familiares. Y tal vez por eso es que la reelección no se practica sólo en el ámbito del poder político, sino también en organismos sociales, sindicatos, clubes y otras asociaciones.
Pero el interés y la intención de permanecer durante años en el poder tiene dos caras muy diferentes, ya que no es lo mismo su ejercicio en el ámbito de los negocios privados, al que se hace en el servicio público, donde se representa a toda una comunidad y se vive generalmente muy bien, a expensas del dinero que la gente paga al estado como impuestos por trabajar y producir. Esto último nos recuerda que "agradecer a un político por las obras que hace, es como agradecer al cajero automático por que te entrega tu dinero". Por esta razón se les pide probidad y desgraciadamente pocos lo entienden.
El principal síntoma de esta enfermedad, es cuando vemos a los políticos poniendo su reelección por delante de sus verdaderas responsabilidades, transformándose de esta manera en eternos candidatos que ocupan su tiempo en reuniones sociales, bingos y celebraciones, inaugurando obras que se realizan con dineros públicos y por lo que cobran sueldo, queriéndonos hacer pensar que son ellos quienes las donan o trabajan por la comunidad "desinteresadamente". En definitiva pasan en campaña durante todo su periodo, actitud que se contrapone al concepto de servicio público, convirtiendo su rol en un simple trabajo más y que al final solo se trata de cuidar "la pega".
Los eternos candidatos para tratar de justificarse dicen entre otras cosas: que nunca se ha hecho tanto, que la comuna los quiere, que es imposible cumplir sus grandiosos programas sociales en pocos años y que ademas, es un tremendo sacrifico el que hacen por el pueblo entre otras frases para el bronce.
Si esperamos que los legisladores, quienes también son sujetos de reelección, resuelvan este problema, difícilmente encontremos una solución legal, pero la buena noticia es que el remedio existe y está totalmente disponible para usted estimado lector.
El remedio está en su voto, un lápiz y una raya.
El remedio está en su voto, un lápiz y una raya.
Totalmente de acuerdo con esta editorial. La reelección atenta con la sana gestión de los elegidos.
ResponderEliminarAsí mismo es y la gente cree que los políticos le hacen favores!
ResponderEliminarLlamar politicos a personas solo por el hecho que obstentan un cargo mediante eleccion en una municipalidad, es falso. Esas personas fueron elegidas por " clanes" que los politicos se arrogan representar. En otras palabras los votantes votan aclanados.¿ Es legitima una reeleccion? Claro que si. ¿ Es legitimo que el clan evalue si gana? Claro, por favores. ¿ Asi funciona entonces la politica en una comuna? Si, asi funciona. ¿ Es legitimo? Si.¿ Es bueno, para democracia, para la ciudad, para el control y uso de los recursos? No porque la colucion se hace para saltarse las reglas y control y no para crear con sentido de ganancia comunal de y de bienestar de las personas de verdadera importancia. Producen localidades precarias y mediocres. En otras palabras se 'ahuachan" en recursos de una minoria sobre la mayoria. Los medios de comunicacion se suman a este espertento y los votantes aclanados suman exitos
ResponderEliminarManteniendo el control de sus privilegios.
Un buen mensaje y recordatorio para que los afuerinos y algarrobinos debemos hacer un sólo frente para poder derrotar a la corrupción que existe en esta comuna dirigida por el alcalde y un consejo municipal que no hace su labor principal de fiscalizar las distintas licitaciones.
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