Por Pablo Salinas
Con 176 km2 de superficie, la comuna de Algarrobo es una de las comunas de Chile que ha experimentado, en términos porcentuales, uno de los crecimientos urbanísticos y demográficos más acentuados de todo Chile durante los últimos veinte años. Gran parte de las problemáticas ambientales que hoy la afectan guardan relación directa con la aplicación de malas o inadecuadas políticas de planificación, y no con trastornos climáticos o naturales de mayor escala.
Presento acá una infografía con los puntos de conflicto medioambiental más relevantes de la comuna; ciertamente existen muchos más -como el relleno con escombros de quebradas o la extracción ilegal de áridos, entre otros-, pero los cuatro acá destacados resultan los más emblemáticos en términos de su importancia cultural, turística y paisajística, y su impacto social: el Humedal El Membrillo, la playa de Tunquén, el Santuario del Islote Pájaro Niño y las aguas de la bahía de Algarrobo.
Los cuatro, además, dejan en evidencia lo enunciado en el primer párrafo: la mayor amenaza que hoy pone en juego la conservación de los ecosistemas, tanto del Humedal El Membrillo como el de la playa de Tunquén, es la amenaza inmobiliaria, la amenaza antrópica, neta, que permite que estos ricos enclaves naturales terminen sepultados bajo calles y cemento. Lo mismo pasa con el Islote, que de no haber sufrido la conexión artificial con el continente por medio de un murallón de roca, hoy, inalteradas las condiciones históricas de su hábitat, mantendría su rica colonia de avifauna fuera de cualquier amenaza mayor. Respecto a las aguas de la bahía de Algarrobo, una cosa está clara: estas reciben diariamente -con un peak en época de temporada alta- miles de litros de aguas residuales sin mayor tratamiento, en condiciones -que hoy sabemos tras la publicación del informe técnico de la DIRECTEMAR- al menos inadecuadas. Algarrobo creció, la red sanitaria se saturó y las cloacas evacuan directamente en el mar sin que todavía sepamos con certeza cuán grave es el daño que esto provoca.
Algarrobo seguiría creciendo. El momento para corregir las fallas del modelo de crecimiento aplicado durante las últimas décadas es ahora.
Podemos destacar como la comuna turística que supo aplicar un modelo de crecimiento ejemplar, inteligente, proactivo y con criterios sustentables.
Ese es el desafío.
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