-Hace pocos días fue aprobada la declaración de Santuario de la Naturaleza de la desembocadura del Río Maipo. ¿Cómo se explica que la solicitud de ampliación del Santuario de Tunquén, presentada en 2017, todavía siga a la espera de una respuesta positiva, considerando la contundencia de los antecedentes técnicos y científicos presentados, incluyendo el mismo informe del Gobierno Regional (GORE) que aconseja sin margen de duda su extensión a toda la playa?
La solicitud de ampliación tuvo un largo período inicial de revisión por parte del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), que concluyó en agosto de 2018, donde se incluyó el informe del GORE. En diciembre de ese año fue oficiado desde el MMA al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el requerimiento del informe técnico correspondiente. Este, de forma sorprendente y pese a que en septiembre de 2014 había ya informado sobre la necesidad de proteger el ecosistema en su totalidad, señaló ahora que el terreno de una inmobiliaria (zona sur) debía quedar excluido de la zona a proteger. Pese a que fue sancionado por este organismo en diciembre de 2018, dicho informe fue oficiado por el CMN a fines de abril de 2019. El acta de la correspondiente sesión del Consejo de diciembre de 2018, fue publicada recién en octubre de 2019, bajo presión, por amparo ante el consejo para la transparencia. Por su parte, y con el objetivo de difundir el polígono propuesto que incluye toda la playa, el MMA inició, mediante publicación en un diario provincial, un plazo de 30 días para observaciones “al procedimiento”, entre julio y agosto de 2019. Las observaciones recibidas fueron de propietarios que se oponen a la ampliación del Santuario basados exclusivamente en su derecho de propiedad. Hoy, el expediente todavía se encuentra en trámite interno en el MMA y aún no está propuesto para ser visto en la última reunión del consejo de Ministros para la Sustentabilidad del año 2019, programada para el mes de diciembre.
¿Puede verse afectada la declaratoria por la mera oposición de los propietarios?
Un rumor que suena en los pasillos de estos servicios públicos se refiere a que la decisión afectará el patrimonio de el o los propietarios, como si el derecho de propiedad estuviera por sobre el derecho de todos nosotros de poder gozar de un medio ambiente libre de contaminación. Resultan a lo menos extraños estos planteamientos, ya que las decisiones que estos servicios han de tomar en su rol de garantes del patrimonio natural deben ser precisamente técnicas y no políticas. Además el artículo 19 N° 24, de la Constitución Política de la República, dispone que sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social, debiendo precisar que ésta comprende cuanto exijan los intereses generales de la Nación, la seguridad nacional, la utilidad y salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambiental, por lo tanto no existe ninguna dicotomía entre el derecho de propiedad y las limitaciones que de su función social deriva.
¿Qué han dicho los expertos respecto a la zona sur de la playa?
En julio de 2019, un grupo de científicos y expertos integrado por Carlos Medina, biólogo de la Universidad de Chile, José Luis Brito, profesor de biología y director del Museo de Historia Natural de San Antonio, Liliana Iturriaga, botánica y Patricio Novoa, ingeniero forestal de la Universidad de Chile y experto en Botánica, realizaron una visita a terreno, específicamente al sector dunar sur y a la ladera sur oriente de Tunquén, a fin de constatar la situación actual del sitio. Concluyeron que el referido sitio y, en especial el sector dunario sur y ladera sur oriente, ofrecen posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, manifestando que su conservación es, en la actualidad, de interés para la ciencia y también debería serlo para el Estado, en particular debido a los servicios de interacción ecosistémicos que ofrece para el sistema Humedal de Tunquén.
Conviene también recordar lo que han dicho expertos desde el Observatorio de la Costa, me refiero a la investigadora Carolina Martínez, en relación a que el interés que la formación dunaria reviste para la ciencia es indiscutible. En efecto, de los propios antecedentes actuales de erosión costera dados a conocer por el MMA durante el mes de julio pasado se establece que la playa de Tunquén presenta erosión, con una tasa de cambio de -0,56 m/año para el periodo (1980-2017). Esto último hace que el sistema costero deba con urgencia protegerse ante los efectos adversos del cambio climático, para evitar su degradación, considerando la estrecha interrelación "oleaje-playa-duna”.
-Más allá de la excesiva demora por parte del MMA, y pese a que parte de los terrenos de la zona sur de la playa ya tengan propietarios, todo ese sector corresponde a área claramente expuesta al avance del mar en caso de tsunami. En circunstancias que los trastornos producto del cambio climático en nuestro borde costero se hacen cada vez más evidentes, ¿tiene algún sentido pretender seguir apostando a levantar algún tipo de desarrollo inmobiliario en el sector?
No lo tiene. Los mapas oficiales de inundación publicados en la página web de la ONEMI, establecen con precisión y claridad que la extensión completa de la superficie de la playa de Tunquén, llegando hasta las mismas laderas de los cerros en el fondo, quedará inundada en caso de un tsunami. Tampoco tiene sentido que la lentitud del aparato fiscal en establecer las debidas y consecuentes regulaciones, otorgue un amparo temporal a quienes intentan lucrar de un negocio inmobiliario que posteriormente expondrá las vidas humanas de muchos incautos e inocentes a tales riesgos.
Un tsunami es uno de los elementos que definen la áreas de riesgos para el desarrollo de las áreas inmobiliarias; no es el único hay otras como la habilitación de fondo de quebradas, o áreas de avalanchas o derrumbes. Lo que falta acá es modificar el ordenamiento territorial y fijar las condiciones urbanísticas del sector habida consideración de las actuales condiciones ambientales y de desarrollo, ya sean económicas o turísticas, que permita a los propietarios desarrollar modelos de negocios sustentables que hoy carecen de orientación.
Exactamente lo mismo sucede en el humedal El Membrillo, es un área de valor ecológico y ademas un área de inundación por tsunami, sin embargo existen anteproyectos de construcción en el humedal.
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