Por Patricio Mansilla Potocnjak
Cuando éramos niños nos educaron como hombres, a los hombres, y a la mujer como mujer. Tal como dictaba la tradición en todo el mundo. Básicamente, éramos educados como género y no como personas. Esto es tan increíble, que a algunas niñas les gustaban los regalos de los hombres porque eran más entretenidos y los hombres por ningún motivo podían jugar con juguetes de las niñitas.
Dicho esto, podemos decir que la mujer actual quiere igualdad, seguridad y oportunidades, claro que sí, pero esto es igual a lo que quieren los hombres. Y no solo eso, también lo quieren y necesitan los homosexuales, transgeneros, entre otros géneros. Entonces, lo que se pide y necesitamos, es que seamos iguales como personas pero distintas en necesidades. Si nuestros padres se hubieran dado cuenta de la persona en lugar del género, le habrían comprado el regalo que realmente quería esa niña, por ejemplo. No obstante, ¿qué es lo especial que necesitan las mujeres? Y la respuesta, desde mi punto de vista, es la visibilidad. Que se muestren como personas con sus propias fortalezas y en todos los ámbitos. Esto está demostrado que es muy positivo para el país, e incluso, necesitamos que sea así.
Considero que como sociedad debemos aprender de esto, pero qué debemos aprender realmente. Que una mujer necesita seguridad, distinta a la del hombre. Debemos hacer que las mujeres dejen de sentir miedo todo el tiempo. Debemos aprender también que las mujeres necesitan tener apoyo efectivo para trabajar y ayudarlas en el cuidado de los hijos, ósea, no es solo su responsabilidad y no es solo su tarea. Tenemos que ayudarlas a acabar con esa constante angustia de elegir en esto. Debemos aprender que la mujer necesita una salud distinta por sus compromisos consigo misma y su familia. Debemos aprender que esa persona mujer percibe la familia de manera más aprensiva. Debemos entender y aprender como esa persona mujer se hace mejor persona. Entre otros grandes detalles que deberíamos considerar y aprender de su vida diaria. Pero sin ninguna duda debemos a aprender a respetar a la mujer, a descubrir sus fortalezas que no son para todas iguales como se piensa regularmente y que cuando dice “no”, es porque realmente dice “no”.
Por otra parte, ¿Cómo bajar la abrumante cantidad de femicidios que sufren las mujeres? Se baja dejando de verlas como mujer, sino verlas como personas mujeres, con su nombre y apellido podríamos decir. Es tan increíble esto, que algunas personas dicen “mi mujer “o “su mujer”, se da cuenta. ¿Por qué razón esta forma de ver las cosas es tan atractivo?, porque por otro lado los hombres personas por fin podremos llorar sin culpas, de solicitar cariño abiertamente sin dejar de ser autentico, manifestar emociones abiertamente y de reconocer que tenemos miedo y actuamos con valentía igual que las mujeres personas. Esa es la verdadera igualdad en la raíz, somos personas individuales con distinto género y eso hace que seamos compañeros en la vida.
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Muy buen articulo.
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