Por Patricio Mansilla Potocnjak
Comunicaciones
Esto que parece increíble, sólo pensarlo, es uno de los aspectos fundamentales para un desarrollo integral y sostenible en estos tiempos de impactos por cambio climático, por transformación tecnológica y equidad social.
Veamos de una manera muy general qué implica o de qué se trata esta propuesta. Entonces vayamos a la pregunta: ¿De qué vive Algarrobo hoy?, y su respuesta no es sencilla. Podríamos responder que vive de gastos públicos, de inversiones públicas, de inversiones privadas y de consumo local que, a su vez, proviene de sueldos, jubilaciones y de ganancias de capital que significa ganancias de inversiones y de ofertas de consumo. Ahora bien, sumando todo lo que hace Algarrobo no le alcanza para obtener un desarrollo integral y debe recurrir a fondos públicos siempre de difícil obtención de manera estable. En otras palabras, Algarrobo no progresa si el estado no coloca plata.
De hecho, Algarrobo y otras ciudades se han vuelto expertos en conseguir plata con todo lo falso, engorroso y tardío que eso significa. ¿Por qué pasa esto? Por tres razones simples. En primer lugar, el uso eficaz de los recursos no está destinado, en su mayoría, a usos de desarrollo, sino más bien a uso de subsidios. En segundo lugar, las ganancias de capital o inversiones no se vuelven a invertir en la ciudad, y esto se justifica diciendo que en Algarrobo no hay nada más que hacer. La última razón es clara, porque la ciudad es vista como un territorio explotable, igual como lo hacen en la cordillera para extraer cobre y no como un territorio que crea valor más agregado o interesante.
Estas tres razones hay que cambiarlas progresivamente para obtener ese desarrollo más sostenible, partiendo, por su puesto, con un cambio de mentalidad. La gran pregunta es: ¿Existen los conocimientos y los recursos para hacer algo así aunque sea de a poco? Y mi impresión es que sí absolutamente, también está la actitud.
Esperar que este cambio venga del cielo o venga de otros para copiar, esperar que alguien de la orden para empezar o esperar que se resuelvan todas las excusas posibles para realizarlos, sería una actitud hostil hacia nosotros mismos y la ciudad.
El orden natural de las cosas en estos tiempos es que somos conscientes que debemos actuar tranquila o coherentemente hacia ese tipo de desarrollo. Ha llegado el momento de comenzar, con confianza, a cambiar nuestro futuro.
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Muy buen articilo y propuesta. Ahora, a ponerlo en practica.
ResponderEliminarLos modelos a la vista y cercanos, lo explican casi todo.
ResponderEliminarAnalicemos inversiones en Algarrobo vs. El Quisco.
En Algarrobo (gracias al PRC del 98) llegó el modelo extractivo minero. Pusieron billete para llevarse billete.
En El Quisco, le dieron como en bolsa al DFNR "amigo" que dejó asistencialismo pero también INFRAESTRUCTURA y los inversores locales, disfrutaron de tierra mas económica para desarrollar hotelería y servicios con proporción mas benévola de sus sitios/edificios; sin menospreciar la mayor ACTITUD de riesgo empresarial, respecto de Algarrobo con familias nativas menos atrevidas en iniciativas al desarrollo de auto suficiencia.
Citando alguna de las razones que expliquen las diferentes realidades.
Interesante al análisis de Patricio, y mas comprensible si pudiesemos llegar a los archivos comparativos de la CORFO, CAPITAL SEMILLA, CREDITOS BANCO ESTADO, y de todos los fondos y creditos Publicos y Programas de financiamiento APROBADOS desde 1973 a esta parte diferencidos por Región, Comuna y Area económica. Mucha tela para cortar.