Por Lorena Esquivel Ortega
Psicóloga- Magister (ts) Gerontóloga Social
Han sido largos meses y días que se hacen “eternos”, debido al aislamiento social, el confinamiento, el miedo al contagio, las consecuencias económicas y/o la pérdida de seres queridos o cercanos, esto sin lugar a duda trae consigo un importante impacto en nuestra salud mental, que se traducen en estrés; ansiedad y depresión en algunos casos, los cuales afectan nuestra memoria.
Por otra parte, la memoria también se nutre de hitos que ocurren en nuestra vida diaria, con estos se va construyendo una línea de tiempo (memoria episódica), que se relaciona con el recuerdo de momentos, de lugares, emociones y todos los detalles que ocurren y que llenan nuestro día a día, los que se pueden evocar de forma muy nítida. Por ejemplo: hoy no podemos visitar ni recibir a nuestros parientes y amigos, ni jugar fútbol, ni ir al Club, ni a clases, todas estas actividades que antes nos eran cotidianas
Entonces, cuando los días transitan en un mismo contexto sin cambios aparentes, como en las circunstancias que vivimos actualmente, almacenar recuerdos y/o recordar algo reciente, se torna complejo, por lo que es necesario implementar estrategias para revertirlo. Nuestra memoria necesita de ejercicios para funcionar mejor, de la misma forma en que nuestro cuerpo necesita de la gimnasia para mantenerse lleno de energía y sin malestares.
Por lo anterior, estaré nuevamente con ustedes en el próximo video N° 7 en el cual les propondré algunas sugerencias para ejercitar nuestra memoria. Un trabajo que pretende ser un aporte a las personas en tiempos difíciles.
Les saludo cordialmente a cada uno/a de ustedes.
Lorena Esquivel Ortega
Psicóloga- Magister (ts) Gerontóloga Social
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