Por Pablo Salinas
Una de las manifestaciones culturales prehispánicas más notables y características de la zona central de Chile y de nuestro litoral la constituyen las "piedras tacitas". Estudiadas por distintos arqueólogos y especialistas, todavía hoy plantean una serie de interrogantes respecto a su real significado. De útiles de molienda de granos a instrumentos de medición astronómica, las teorías son varias, pero algo está claro: las "tacitas" fueron creadas por los nativos con certeza varios siglos antes de la llegada de los españoles, pudiendo fácilmente tener una antigüedad de más de mil años.
En octubre de 2019, uno de estos verdaderos tesoros arqueológicos fue brutalmente extraído con maquinaria pesada desde su emplazamiento en el sector de la laguna El Peral, en Las Cruces. Tal como lo señala Jorge Moreno, quien hizo un registro pocos meses antes de esta ilegal extracción, la "tacita" removida forma parte de un sitio arqueológico calificado como "único" por las destacadas arqueólogas Fernanda Falabella y María Teresa Planella, por haberse encontrado en este restos de material funerario, cerámicos y conchales, correspondientes a la culturas Bato y Llo-Lleo.
Según testigos, la piedra habría sido removida por órdenes de un privado y se encontraría hoy al interior de su propiedad. Los hechos fueron denunciados ante la justicia y la causa se encuentra sin novedad hasta la fecha.
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