Por Pablo Salinas
Una reciente prospección detectó presencia subterránea de agua dulce en un amplio sector de la playa de Tunquén, la que permite la existencia de un tipo de vegetación muy particular.
Precisamente, indagando en torno a la presencia de la especie Ficinia nodosa, la botánica Liliana Iturriaga, con la asistencia de José Santos Rojas, llegó a determinar que el subsuelo del sistema dunario de Tunquén alberga una extensa napa freática de agua dulce, a una profundidad no mayor a los dos metros. De esta manera, toda la playa podría ser considerada un gran humedal marino, y las lagunas que afloran al centro de esta serían una señal inequívoca y manifiesta de esta singular condición.
Mediante excavaciones en distintos puntos del sector sur de la playa, se logró detectar humedad producto de agua no salada, insípida, la que alimenta las raíces de las comunidades de ficinia nodosa, las que cubren gran parte del sistema dunario.
Los resultados de este estudio aportan una nueva e importante evidencia respecto a las características de la playa de Tunquén, como un extenso y único ecosistema.
Quiera Dios q se siga cuidando este pedacito de paraiso en la tierra.
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