Por Pablo Salinas
Hace pocos días la comunidad se enteró de la aprobación por parte de la Dirección de Obras de la municipalidad de El Quisco de una solicitud de loteo en una parcela de 2,6 hectáreas en Punta de Tralca. La zona, por sus características propias, pero sobre todo por su cercanía con sitios de alto valor patrimonial, como Cantalao y la península de Punta de Tralca, reúne méritos suficientes para ser considerada como un área de resguardo ambiental y fue así, de hecho, como la misma comunidad lo expresó, a través de procesos de participación ciudadana en el marco de la actualización del plan regulador comunal.
La pretensión inmobiliaria sobre el lugar es clara. La zonificación permite hasta ahora desarrollar proyectos de cierta envergadura, no obstante el proceso de renovación del actual instrumento de planificación territorial, iniciado en 2019, ya ha determinado imponer restricciones, ya sea por medio de la creación de un parque urbano, ya sea por medio de una zona de amortiguación de borde costero.
Ayer se realizaron dos reuniones para tratar el tema; una en el auditorio municipal y otra en la plaza El Pescador. Hoy, a primera hora de la mañana, una retroexcavadora y un grupo de trabajadores contratados por la inmobiliaria -Grupo Feria SpA- llegaron al lugar con el fin de iniciar labores de demarcación y cierre perimetral. La rápida acción de los vecinos impidió que este objetivo se concretara. Pocas horas después el alcalde José Jofré, la concejala Rosa María Leal y personal municipal se hicieron presentes, en busca de una solución.
El conflicto se mantiene al rojo: representantes de la inmobiliaria advirtieron con recurrir a la fuerza pública para lograr llevar a cabo las faenas en el terreno.
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