Luego de casi dos años de pandemia, es muy importante que los niños y niñas se sientan seguros y preparados para comenzar un nuevo año escolar, por lo que apoyarles con ciertas herramientas es clave durante estos días.
Las vacaciones están llegando a su fin, y las exigencias escolares volverán a ser parte de la rutina diaria de los niños y niñas. El programa Aprender en Familia de Fundación CAP, ayuda a los padres, madres y cuidadores con una serie de consejos útiles y fáciles de implementar en esta vuelta a clases, luego de dos años de emergencia sanitaria.
En primer lugar, es importante dejar espacio para que los niños y niñas expresen sus emociones, dudas y percepciones respecto a la vuelta a su establecimiento. Escuche y valide sus sentimientos, sin prejuzgar ni minimizar lo que vivencian, para que se sientan acompañados y contenidos en este proceso.
Por otro lado, hay que destacar los aspectos positivos del regreso a clases. Después de dos años difíciles, de mucha incertidumbre, angustia y cambios producto de la pandemia, hablar del reencuentro con los compañeros y profesores, de la posibilidad de aprender cosas nuevas y de enfrentarse a interesantes desafíos.
Asimismo, es aconsejable comenzar a establecer algunas rutinas de manera paulatina antes del ingreso a clases, tales como horarios de dormir, uso de las pantallas, manejo del tiempo libre, etc.
¿Cómo apoyar el aprendizaje de los niños y niñas desde la casa?
Es común que muchas veces nuestro foco esté puesto en las notas. Si bien son importantes, es necesario que los niños y niñas comprendan que el aprendizaje va mucho más allá de la calificación obtenida. Desde los primeros años de escolaridad es bueno transmitir a los niños y niñas el gusto por aprender y por desafiarse y que el error es parte del proceso de aprendizaje. En ese sentido, más que centrarse en el resultado, es fundamental tomar en cuenta el esfuerzo para enfrentar los desafíos y dificultades.
Una vez de vuelta a la rutina, se recomienda fomentar las actividades extra programáticas, ya que estas tienen el beneficio de aportar al bienestar físico, psicológico y social de los niños y niñas. En este tipo de actividades, pueden desarrollar diversas habilidades que van desde las destrezas físicas, colaboración entre pares, desarrollo de habilidades cognitivas, entre otras.
Algunas ideas para que padres, madres y/o cuidadores contribuyan en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas:
-Promover el gusto por la lectura, leyendo juntos, contando historias, visitando librerías y bibliotecas o exponiendo distintos tipos de lecturas, siempre desde el afecto y nunca desde la obligación.
-Organizar un espacio para hacer las tareas, con buena iluminación y sin distracciones (dentro de las posibilidades de cada hogar).
-Crear un horario de tareas y estudio para formar hábitos y rutinas.
-Poner el foco en el esfuerzo, más que en el resultado, a la hora de enfrentarse a retos y desafíos académicos, transmitiendo que equivocarse es parte del aprendizaje.
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