EROSIÓN COSTERA EN ALGARROBO: LA ELOCUENCIA DE LAS IMÁGENES (II)

Por Pablo Salinas

Hacia fines de 2003, el inicio de los trabajos de construcción de la nueva caleta de Algarrobo vino acompañado de cierta polémica. Existieron en ese entonces algunas voces que se oponían, o al menos cuestionaban la idoneidad del proyecto, que reemplazaría las tradicionales instalaciones que databan de mediados del siglo XX. Jaime Gálvez, al mando de la administración municipal, salía al paso y declaraba a la prensa que, a su juicio, se trataba de una "polémica artificial". Pese a que reconocía que las nuevas obras impondrían una reducción de 20 metros en la playa, minimizaba la pérdida porque se trataba de un sector "escasamente ocupado por los veraneantes".

La nueva caleta se inauguró a comienzos del 2004 y tras 18 años los cambios en la morfología costera, específicamente en ese sector, son evidentes. El litoral de Algarrobo presenta, según los estudios, un alto grado de erosión costera, pero éste no se manifiesta en forma necesariamente homogénea, sino que se concentra en sectores más o menos determinados.

La imagen que acá comparto resulta bastante elocuente. La imagen superior nos muestra una visita de la playa recién terminados los trabajos de la nueva caleta, 2004. La inferior, una foto del mismo sector tomada hace pocos días en plena marea baja. Ciertamente hace veinte años, pocos o quizá nadie podía anticipar la inminencia de un fenómeno de modificación costera tan severo como el que actualmente nos afecta. Hoy, sin embargo, éste se vuelve un factor ineludible en la planificación de ese sector tan relevante en términos identitarios, patrimoniales y culturales de nuestra comuna.