Así lo sostuvieron en un seminario organizado por la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, donde participaron más de 100 personas.
La última temporada de incendios en el país se caracterizó por la alta intencionalidad que se registró especialmente en la macrozona sur. De acuerdo a los expertos, a esta situación se ha venido a sumar un nuevo factor de riesgo, derivado del fenómeno producido en el país por la pandemia y post pandemia: la migración de muchas familias urbanas a zonas rurales, nueva variable que habría que asumir para prevenir incendios en el país. Así lo advirtieron especialistas en emergencias en el Seminario “Incendios Rurales, Actualidad y Proyecciones”, organizado por la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción (UdeC).
Una de las principales razones sería la poca cultura preventiva de las personas que llegan de la ciudad y no tienen conocimiento de la mantención en limpieza que hay que hacer entre los bosques y las zonas pobladas, para eliminar todo el combustible que podría propagar un incendio.
Así lo sostuvo el docente de la Facultad de Ciencias Forestales UdeC, Eduardo Peña, quien dijo que “antes toda la gente se iba a la ciudad y hoy está regresando a los campos, lo que significa que se incrementa el conflicto interfaz urbano rural y aumenta el riesgo de incendio. Las municipalidades, Conaf y empresas forestales, deben centrar su esfuerzo en educar e involucrar a la comunidad en la prevención, para que estén preparadas, porque con viviendas aisladas se puede hacer una mejor gestión y evitar que se quemen”.
El presidente del Departamento de Prevención y Protección de Corma, Ramón Figueroa, manifestó que “antiguamente los incendios no se propagaban en la parte rural con la frecuencia que hoy tenemos, y la gente que no es del campo no sabe ocupar el fuego y tampoco nadie hace un tratamiento para limpiar, sin olvidar que cada dos incendios que se producen en el país, uno es intencional. Para evitar esto, estamos realizando un trabajo de prevención todo el año, con todas las instituciones público-privada, junto a vecinos, con el fin de realizar un manejo intensivo de limpieza de cualquier material combustible cerca de sus casas”.
La prevención y la gestión de los incendios deben ser realizadas desde el territorio. Así lo señaló la jefa de Protección de Incendios y encargada de Asuntos Comunitarios de Forestal COMACO, Silvia Hormázabal, quien apuntó a que “todos los vecinos y municipios tienen un rol súper importante para trabajar coordinadamente con Conaf y las empresas forestales, es importante que puedan apoyar en patrullajes preventivos en días de alerta, y en caso de una emergencia, sumarse al esfuerzo de brigadistas, poniendo a disposición camiones aljibes y maquinaria pesada”.
La fórmula de los vecinos
Una de las agrupaciones que ha ido creciendo desde 2017, ha sido la Red de Prevención Comunitaria (RPC). Cuentan con 4.200 vecinos que trabajan en coordinación con instituciones público-privada, Bomberos y Carabineros, en base a acciones preventivas, la educación y reacción coordinada. Se encuentran distribuidos en 81 comunas de las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los Ríos, donde han conformado 367 comités.
Su relacionadora pública, Carolina Muñoz, señaló que “nuestro modelo de trabajo nos ha permitido saber que los vecinos quieren estar involucrados en la prevención, ya que se comunican con nosotros, muestran mucho entusiasmo en las capacitaciones y eso es clave. Lo más importante acá es que son ellos los que conocen el territorio y tienen mucho interés en resguardar el lugar donde han crecido y están sus casas. Acá estamos muy atentos a las personas que son nuevas en las zonas y las estamos integrando en nuestro trabajo”.
La comuna de Quillón en la región de Ñuble está catalogada como una ciudad dormitorio y zona de segunda vivienda, por el clima y el atractivo turístico que tiene, donde además, producto de la pandemia, aumentaron de 17 mil a 20 mil habitantes, en los últimos 2 años y medio. El coordinador de emergencias del municipio, René Garrido, manifestó que “a los nuevos vecinos que vienen de la ciudad, los estamos contactando para trabajar medidas de mitigación. Hemos creado unidades de prevención comunitarias con personas de varios sectores, donde les enseñamos a hacer cortafuegos, limpieza alrededor de sus casas y realizando coordinaciones directas con la municipalidad, donde nos pueden contactar para cualquier ayuda”.
Para el presidente de Corma, Juan José Ugarte, el trabajo mancomunado público-privado y la coordinación en las actividades de prevención de los distintas instituciones y empresas que se dedican a la prevención y combate de incendios, es clave para abordar en forma coordinada y más eficiente las emergencias. Y frente a una temporada altamente compleja que se avecina, hizo un llamado a estas nuevas familias rurales y vecinos a tener una cultura preventiva y advertir de cualquier riesgo o foco de incendio. “Nuestras empresas socias y sedes regionales están haciendo un fuerte trabajo de contacto directo con vecinos, alcaldes, municipios y gobiernos locales justamente con este fin”.
En la temporada 2021-2022, en la macrozona sur desde la región de O´Higgins a Los Lagos, se quemaron 125.355 hectáreas, lo que equivale a un aumento en un 331%, en relación con la temporada anterior, donde la superficie afectada fue de 35.613 ha. En tanto, la ocurrencia de incendios del último verano fue de 6.945, un 1,64 % menos que el 2020-2021, donde la cantidad fue de 7.098.
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