Por Pablo Salinas
El centro histórico de Algarrobo es el que se forma en torno a la Iglesia La Candelaria y, considerando la fecha de construcción de ésta, 1837, se trata de una de las urbanizaciones más antiguas de todo el litoral. La misma casa de don Demetrio Vergara, a un centenar de metros de la iglesia, nos ayuda a percibir la rica tradición que encierran esos viejos adobes, con la fecha de edificación grabada en su fachada: 1860. Méritos más que suficientes para haberse declarado Zona Típica toda el área en 1990.
Durante el siglo XIX y hasta las primeras décadas del XX, el único acceso al pueblo se hacía poco más al norte, por la cuesta del sector hoy conocido como Aguas Marinas. Así, resulta perfectamente lógico que el primer hotel se haya ubicado justo a los pies de La Candelaria. El "Hotel Algarrobo", de doña Lina de Aranda, tuvo ilustres huéspedes: entre 1924 y 1925, alojó al gran maestro de la pintura chilena Alberto Valenzuela Llanos, y posteriormente a un ingeniero santiaguino que terminaría completamente enamorado de estas tierras, Carlos Alessandri Altamirano.
La foto que acá comparto -publicada en "El libro de Algarrobo", de 2006- corresponde a ese período, alrededor de 1920, donde se capta con claridad el principal medio de transporte de aquel entonces, el carruaje tirado por caballos.
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