Delegaciones de 26 países, cerca de 160 deportistas y 200 embarcaciones llegarán para competir entre el 28 de octubre y el 5 de noviembre.
En una colaboración público-privada, a partir del 21 de octubre, el club pondrá a disposición el recinto de forma gratuita a la Corporación Santiago 2023, que organizará la llegada y los detalles necesarios para recibir de buena manera a las delegaciones de cerca de 160 deportistas (18 son chilenos), provenientes de 26 países.
Las competencias de velas se llevarán a cabo entre el 28 de octubre y el 5 de noviembre, con ocho categorías, en las playas de Algarrobo Norte y de El Quisco, donde varios de sus habitantes ya se han inscrito para aportar como voluntarios.
Pablo Müller, gerente general de la Cofradía, destaca que “Algarrobo es conocido como la capital náutica de Chile”. Y resalta que “el que la vela de los Juegos Panamericanos se haga aquí es un reconocimiento a esa condición. Queremos también que la comuna saque el máximo provecho en los otros aspectos, el comercial, turístico, y seguir potenciando la vela como deporte de un país que es esencialmente marítimo”.
Fundada en 1967, la CNP cuenta desde 1979 con una marina y un brazo para la protección de las embarcaciones. Albergar los JJ.PP., en rigor, honra los propios objetivos que figuran en sus estatutos, como “fomentar en Chile y en el extranjero las actividades náuticas deportivas en el océano Pacífico”. Para eso, señala, “fomentará y facilitará la práctica de los deportes náuticos, particularmente la vela, en un ambiente familiar y de camaradería”.
La Cofradía ha visto desarrollarse a veleristas que vivieron desde pequeños la pasión por el yachting. Uno de ellos, por ejemplo, fue Felipe Cubillos, el fundador de Desafío Levantemos Chile que falleciera en la tragedia aérea de Juan Fernández en 2011, cuando viajaba a trabajar para la reconstrucción tras el cataclismo del 27 de febrero de 2010. En su memoria hay una boya que marca la señal oficial de llegada de las regatas que organiza el club y desde 2012 la escuela donde se enseña a navegar lleva también su nombre.
Anfiteatro natural
Hace tres semanas los preparativos comenzaron a intensificarse, resolviendo temas administrativos para las necesidades de la competencia (como medición de las dimensiones de los veleros), mejorando la seguridad, trasladando equipamiento e instalando carpas y baños químicos. También se dispuso de una rampa extra en el muelle para facilitar la entrada y salida de las embarcaciones y su flujo al mar.
El ministro del Deporte, Jaime Pizarro, dice que “una de las oportunidades que nos brinda Santiago 2023 es poder descentralizar la actividad deportiva del país. Es una gran noticia, más aún considerando el nivel de los competidores que llegarán al país”.
“La competencia de vela, además, es una de las que permiten a la ciudadanía tener una interacción directa, pues se desarrolla en uno de los anfiteatros naturales que en parte puede ser observado desde la vía pública”, describe.
Así, el público podrá ver desde la playa o mediante las transmisiones oficiales. No habrá pantallas instaladas que emitan las competencias o graderías, anticipan los organizadores.
El presidente del directorio de la Cofradía, Eduardo Pizarro, asegura que “la comuna ya ha tenido algún remozamiento en el ingreso de Algarrobo. La municipalidad está trabajando en eso y ojalá alcance a estar; se ven mallas aún, pero creo que va a estar disponible para tener una mejor cara. Además, el comercio está organizado para atender a los turistas que puedan venir a mirar este espectáculo, y si bien no tenemos graderías, tenemos extensas playas para observar”.
Y agrega: “Acabamos de saber que Chile no va a ser sede del Mundial de 2030; por lo tanto, con mayor razón es importante que seamos sede de los Juegos Panamericanos”.
Trayectoria
El evento reviste especial emoción para la Cofradía no solo por ser sede, sino porque hay competidores chilenos que, al igual que el caso de Cubillos, se han forjado en ella.
Uno de ellos es Clemente Seguel, quien participará en esta ocasión en Láser: “Yo nací acá, vengo viviendo en Algarrobo más de 22 años y partí en la Cofradía, en la escuela de vela. Se siente bacán que un evento de tal magnitud sea en tu casa... Porque sí, es mi casa, vengo casi todos los días (...). Fue un alivio que sea acá (la competencia), porque la idea es recrear lo mismo que vengo haciendo de toda la vida”, sostiene el deportista, con preseas internacionales a su haber (como la de plata en el Mundial Sub 21 de 2019) y experiencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
También está Felipe Robles, en la modalidad Lightning: “Es un lugar que se lo merece por todo lo que ha aportado históricamente a la vela y a la comunidad. El pueblo de Algarrobo se merece una manifestación deportiva de esta magnitud. Estoy expectante, pero la gente también. A mí me toca mucho estar en Algarrobo, como estamos entrenando, y veo en la gente mucha curiosidad, acercamiento a todo lo que tiene que ver con los Panamericanos, y la gente de Algarrobo tiene suerte que le tocó”, comenta el medallista de bronce de los pasados Juegos de Lima 2019.
Ambos siguen la huella de una rica tradición chilena en el velerismo, con 19 medallas en la historia de los Panamericanos, seis de ellas con la firma del gran Alberto “Tito” González (tres de oro, dos de plata y una de bronce entre Caracas 1983 y Guadalajara 2011). Una bitácora que parte con el bronce de Adolfo Hurtado y Kurt Angelbeck en la clase de Star de la primera edición, Buenos Aires 1951, hasta el mencionado tercer lugar de Robles, Paula Herman y Andrés Guevara hace cuatro años en Perú.
Ahora, en las aguas de Algarrobo, los chilenos estarán navegando por primera vez como locales en los Juegos.
PAÍSES
Son 26 las delegaciones que competirán en la disciplina.
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