GRAVE CORRUPCIÓN EN LOS MUNICIPIOS

Chile sufre una grave crisis de corrupción especialmente en las municipalidades, qué duda cabe.

Por Marcela Mansilla

Concejala

Como sabemos, la corrupción también está presente en nuestra comuna. Durante todo mi ejercicio de concejala, y desde antes trabajando con el concejal Colja, me he ocupado de este problema, asimismo, me siento orgullosa de haber sido invitada, por la diputada Camila Rojas, a colaborar desde mi experiencia como concejala con algunas ideas fuerza para que el proyecto de ley sobre “transparencia, probidad y anticorrupción Municipal” avance en su tramitación en el congreso (Boletines 14594-06 15523-06 refundidos).

¿Ahora bien, como podemos entender este fenómeno? El académico estadounidense Robert Klitgaard (1998) presentó una fórmula que explica la corrupción, el autor sostiene que:

Corrupción = Monopolio + Discrecionalidad – Transparencia.

Esto es, la existencia de un monopolio en la toma de decisiones y una alta discrecionalidad.

Todos estos factores están presentes en el modelo de Municipalidades en nuestro país y también en nuestra municipalidad, así en una municipalidad existen tres actores fundamentales: los alcaldes, los concejales y los funcionarios municipales.

Los alcaldes, en nuestro sistema, gozan de una amplia discrecionalidad para ejercer sus responsabilidades lo que, unido a la falta de transparencia y una rendición de cuentas solo formal, muy lejana al accountability, entendido en el sentido de dar cuenta sobre cómo se ha utilizado la autoridad conferida por un grupo social, es terreno fértil para actos de corrupción. En nuestro municipio no han existido reales rendiciones de cuenta, esto es, se efectúa una “puesta en escena” que disfraza la nula intención de informar a nuestros vecinos.

Los concejales, por su parte tienen como función principal la fiscalización; en la práctica esta función se desdibuja en aquellos casos en que los concejales son amigos o correligionarios del alcalde, esto conduce a una débil fiscalización y a un debilitamiento en los mecanismos de rendición de cuentas y supervisión (¿les parece conocido?).

Por último, es necesario destacar la importancia de la transparencia, especialmente en el ámbito de la prestación de servicios públicos por parte de los funcionarios públicos.

Para revertir el avance de la corrupción se necesita limitar la discrecionalidad del alcalde y de los funcionarios e incrementar la transparencia, además, debemos aumentar la probabilidad de que el corrupto sea sorprendido, lo que se logra mediante mejores controles internos, más control horizontal y la reducción de la cultura permisiva.

En resumen, una manera de combatir la corrupción es cambiando los signos aritméticos de la ecuación que insertamos más arriba, subiendo los niveles de transparencia e información y generando incentivos para el cambio positivo y es posible hacerlo depende de nosotros. (seguimos en estas líneas la opinión de Bernardo Navarrete Yañez, Presidente del Consejo Para la Transparencia)