QUERELLA DE ESVAL: FIN DE UN BOCHORNOSO INTENTO POR CALLAR LA VERDAD

Por Pablo Salinas

A cuatro años de haberse presentado, el viernes 5 de abril recién pasado se cerró finalmente el proceso de la querella interpuesta por la empresa ESVAL en mi contra. Vale la pena recordar: en marzo de 2020, solo cinco días después de declarado estado de excepción constitucional en el país producto de la pandemia, y sacando directo provecho de éste, la empresa se querelló por publicaciones hechas la mayoría en este mismo grupo de Facebook, aduciendo que estarían generando el delito de "falsa alarma de calamidad pública". El tiempo no solo me dio la razón, sino que, además, no hizo más que reforzar la plena validez y seriedad de la información entregada en esas publicaciones. 

La querella -declarada inadmisible en primera instancia y solo aceptada luego de un reforzamiento en la arremetida judicial- literalmente "durmió" estos largos 4 años en el juzgado, sin entregarse, por la parte demandante, ni un solo antecedente nuevo que pudiera respaldar las acusaciones de falsedad hechas en mi contra. Y, por el contrario, durante ese lapso se sumó un nuevo -y bastante contundente- antecedente contra la empresa: en julio de 2020, se dieron a conocer los resultados de un análisis hecho por un laboratorio certificado de Valparaíso al agua potable que la empresa produce y entrega a miles de hogares, los que señalaron que ésta superaba con largueza en dos parámetros la norma sanitaria chilena.

Los 3 ejes centrales de mis notas de entonces referidas a la empresa -precio, contaminación, cobro por servicio que no se presta- se mantienen intactos. En los últimos meses, lo que tiene que ver con la contaminación de la bahía de Algarrobo es un aspecto que ha alcanzado un volumen mayor, que ha llevado a exponerse la problemática en el Congreso, propiciando la discusión respecto a la necesidad de modificar la normativa nacional relativa a las descargas de aguas residuales. Escribo ahora estas líneas como un deber. El deber de dejar al descubierto la trastienda de un proceso judicial espurio ante todos ustedes, los lectores de este medio comunal que tras 12 años ha alcanzado un alcance provincial precisamente por su compromiso con la entrega de información seria y veraz, y la expresión de puntos de vista siempre fundamentados y dentro de un marco de respeto y real sentido comunitario.

La triste maniobra de la empresa sanitaria queda como un fallido intento por romper este compromiso con la verdad. Por mi parte asegurarles que este medio se mantendrá más firme que nunca en la misma línea de todos estos años, propiciando el debate y el análisis crítico, factores esenciales para avanzar hacia una sociedad más plena, sana y madura.