Por Mario Astorga
La gran mayoría de la gente que vive y trabaja en Algarrobo está convencida que el alcalde reelecto el domingo pasado fue cómplice activo y pasivo del ex alcalde Yáñez, hoy preso por desfalco de más de 1.200.000 millones de las arcas municipales. Hay muchas preguntas sin respuestas. ¿Porqué Marco Antonio Gonzalez cuando asumió la alcaldía en reemplazo de defenestrado alcalde no cuestionó los contratos vigentes y en cambio los siguió pagando, a pesar de las observaciones de la Contraloría? ¿Porque se siguió aplicando la misma manga ancha hacia los microtraficantes como durante el gobierno del alcalde hoy preso? Todos los algarrobinos recordamos los desfiles para cerrar la campaña del entonces candidato Yáñez y el desfile celebrando su victoria electoral, ambos con impresionantes fuegos artificiales, mismos que afectan seriamente a las familias TEA, fuegos a los que los narcotraficantes nos tienen acostumbrados, mismos que tan atemorizados y molestos tienen a los algarrobinos de los distintos barrios. Por eso y muchas otras razones era muy difícil que personas que viven y/o trabajan en Algarrobo quisieran reelegir al alcalde, aunque era esperable que los funcionarios municipales, los empresarios y trabajadores de las empresas contratistas, los militantes más obsecuentes de partidos de derecha y los microtraficantes si lo harían, incluidas las familias y amigos de todos ellos.
¿Porqué ganó entonces Marco Antonio González? Enunciaré algunas razones:
1.- Los votantes NIVINITRA, personas que NI VIven NI TRAbajan en Algarrobo. Son personas que por alguna razón aparecen en Algarrobo solo para las elecciones. Nuestra comuna tiene 16.000 habitantes registrados pos pandemia, de los cuales un 20% al menos son menores de edad; por ende nuestro padrón electoral debería ser máximo de 13.000 inscritos; sin embargo hay 17.500 ciudadanos que votan en Algarrobo. Esa diferencia de 4.500 personas entre la población real y el padrón es demasiado grande, y corresponde fundamentalmente a gente de derecha, como lo demostraré en seguida. Francisco Venezian, el candidato a gobernador republicano sacó 2.682 votos y María José Hoffman, candidata a gobernadora por la UDI sacó 3.423, o sea un total de 6.105 votos entre ambos. Las votaciones de esos candidatos son extrañas para los algarrobinos. José María Hoffman es conocida como la mentora política del ex alcalde preso, por ende no les trae buenos recuerdos a la mayoría; por otra parte, si se hace una encuesta entre la gente que vive y trabaja en Algarrobo y se les pregunta por los nombres de los candidatos a gobernador, menos del 10% de ellos podrán mencionar espontáneamente a Venezian. ¿Cómo llegan a juntar más de 6.000 votos entre ambos? Son los votantes NIVINITRA, que dado que ni viven ni trabajan en Algarrobo, desconocen la realidad y los problemas de nuestra comuna y votan por los candidatos de los partidos que le son más afines. Este gran número de votantes ajenos a nuestra realidad genera además un efecto muy pernicioso sobre los algarrobinos. Los NIVINITRA reducen considerablemente el índice de vulnerabilidad que se usa para determinar el aporte que reciben las comunas desde el Fondo Común Municipal, FCM; por ello Algarrobo recibe la octava parte de aportes del FCM de lo que recibe El Quisco o El Tabo, comunas con una densidad y vulnerabilidad poblacional real similar a las personas que viven y trabajan en Algarrobo.
2.- Republicanos. Es un partido nuevo, hace poco tiempo constituido en Algarrobo, que tomó la decisión de convertir a nuestro Balneario en uno de sus bastiones, por ello presentó 5 candidatos a concejal, para que cada uno de ellos desplazara a votar a Algarrobo a su núcleo de familiares y amigos. Así al menos fue sentenciado por algunos de ellos en un chat compuesto principalmente por Republicanos. Es curioso que 4 de los 5 candidatos a concejal del partido Republicano hayan sacado una cantidad muy similar de votos, lo que deja en evidencia una férrea disciplina partidista, solo similar a la del PC. Como republicanos no llevaba candidato a alcalde apoyaron a Marco Antonio Gonzalez de Renovación Nacional, a pesar de que cualquiera de los otros seis candidatos representaban mucho mejor los principios de campaña de los Republicanos:” fiscalización, cambio y recuperar Algarrobo”. Apoyar a MAG fue una contradicción conceptual y política abismante; pero son los votos que hicieron la diferencia.
3.- El micronarcotráfico ha podido operar con absoluta libertad en Algarrobo en los últimos años. El GOPE de Carabineros hace infructuosas redadas cada cierto tiempo, las que “extrañamente” nunca encuentran nada raro en las casas donde un día antes los vecinos habían visto masivas llegadas y salidas de vehículos de consumidores. Los vecinos de los microtraficantes saben que “alguien” les avisó de la redada y que los comerciantes de ilícitos tuvieron tiempo para “limpiar sus viviendas”. Es obvio que los microtraficantes están contentos con un alcalde y un municipio que los deja “trabajar” por lo que apoyaron sin reservas su reelección.
4.- Hay un cuarto grupo de votantes: los funcionarios municipales, sus familiares y amigos, a quienes se les informó que sus puestos corrían peligro si no era reelecto el alcalde. Aunque la amenaza no deja de ser maquiavélica y perversa, fue exitosa. En Algarrobo no hay muchas oportunidades laborales, es fácil atemorizar a los funcionarios municipales con la idea que un cambio en la conducción de la municipalidad les haría perder sus puestos. A pesar de lo dudoso de la moralidad de ese razonamiento, esto son, a mi juicio el grupo de votantes del alcalde reelecto menos cuestionable, ya que actuaron por sobrevivencia.
5.- Hay un quinto grupo, los votantes “compra populismos”, aquellos que creen que la solución a sus problemas va provenir de la generosidad de los bonos y cajas de alimentos que reparten personalmente el alcalde y algunos concejales, comprando la errónea idea que los beneficios recibidos son financiados con recursos municipales, cuando en realidad la municipalidad solo los distribuye, pero son financiados con recursos del Estado; Lo que es peor, una buena fiscalización demostraría que esos recursos no siempre van hacia los más vulnerables, sino en muchos casos caen en manos de los más amigos de las autoridades comunales encargados de repartirlos.
A pesar de todos estos apoyos desinformados y/o interesados el alcalde reelecto solo obtuvo 4.250 votos de las 15.405 personas que votaron en Algarrobo, es decir un magro 27%. Los partidos que eligieron la mitad de los seis concejales electos suman 4723 votos, es decir, como grupo, tienen más legitimidad que él alcalde. Afortunadamente muchos UDI, RN y Republicanos no tuvieron estómago para respetar la orden de sus respectivos partidos, ya que la suma de los candidatos UDI, RN y Republicanos para Consejeros Regionales fue de 7.184 votos, es decir un 70% más que los votos obtenidos por MAG. Hay 3.000 personas de derecha que no votaron por el candidato oficial de sus partidos. Ellos deben saber porqué. “Dios nos pille confesados”
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