El cierre de un año siempre invita a la reflexión, y en este 2024 hay mucho que agradecer y mucho que aprender.
Agradezco profundamente por la salud que me acompaña, el regalo maravilloso del nacimiento de mi nieto, el amor incondicional de mis hijas, y la fortuna de tener aún cerca a mi madre. Agradezco también la compañía de mis amigas y amigos, quienes han sido pilares constantes en mi vida y en momentos de dificultad.
Sin embargo, este año también trajo lecciones difíciles. Aprendí sobre el abandono frente a las adversidades. Entendí que el amor y el compromiso de la familia puede ser relativo y que, ante a algunos momentos difíciles, enfrentamos la soledad como única respuesta familiar.
A los amigos y seres queridos que estuvieron presentes, les entrego mi más sincero agradecimiento. Su apoyo y compañía hicieron que los momentos difíciles fueran más llevaderos. A quienes no estuvieron, también les agradezco, porque sus ausencias dejaron enseñanzas duras.
Para el año que viene, espero un tiempo cargado de amor, felicidad y bondad. Que los lazos verdaderos se fortalezcan y perduren, y que sigamos encontrando razones para crecer y agradecer cada día.
A todos y todas les deseo un muy feliz año.
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